Y seguimos con el asunto de la amnistía...
[Fri Sep 22 09:36:39 CDT 2023]

Pue eso, seguimos con el asunto de la amnistía, que está dando mucho que hablar últimamente. Como he indicado antes, no tengo una opinión formada sobre el asunto porque no me he tomado la molestia (bueno, debido a la falta de tiempo) de recabar la suficiente información y reflexionar sobre el asunto. Pero titulares como Felipe y Guerra cargando contra el "sanchismo" vuelven a poner el enfoque en el tema de marras. El caso es que, aunque quizá no convenga a los intereses de la dirección del PSOE a corto plazo, bastantes de las cosas que afirmaron Felipe y Guerra son impepinables. Por ejemplo, ¿alguien puede negar que lo siguiente es completamente cierto?

No podemos saltarnos la legalidad. Que pidan la autodeterminación y la amnistía, que la pidan, pero no son constitucionales

No sé yo lo de la amnistía, pero lo de la autodeterminación no es, ciertamente, constitucional. Cuidado, porque eso no quiere decir que no haya un problema de fondo, esto es, el deseo de muchos catalanes (y vascos también) de conseguir la independencia, que deba ser tenido en cuenta. Sencillamente, no se les puede exigir a los independentistas que no echen mano a las armas y la violencia y que, en su lugar, adopten métodos democráticos para, a continuación, decirles bien a las claras que no conseguirán la independencia siquiera con el apoyo mayoritario en las urnas (que, de momento, y para clarificar, no ha sido el caso en ninguno de los dos casos). Pero, de todos modos, se mire como se mire, es bien cierto que constitucional no es la propuesta de autodeterminación. Si se quisiera aplicar ese derecho no habría más remedio que modificar la Constitución. Y, por supuesto, se trata de algo que convendría hacer con el apoyo de una mayoría aplastante.

Pero hay otras perlas que, al menos en el PSOE, parece que están echando en saco roto ante las preocupaciones de urgencia por no perder el poder. Así, por ejemplo, el mismo Felipe afirmó:

Amigos del alma me han criticado que vaya a actos presididos por la derecha. Me dieron un premio en Sevilla la pasada semana y al acto fueron el presidente de la Junta y el alcalde de Sevilla. Yo no los he puesto en los cargos. Preguntaos quiénes los han puesto.

Pue eso. La democracia debe aplicarse cuando ganan los nuestros, pero también cuando ganan los otros.

Esta otra frase de Guerra también es lapidaria:

Una persona de izquierdas tiene obligación de no callarse si ve injusticias o errores en una zona conservadora o progresista.

Se trata de algo que se olvida a menudo, tanto en España como en los EEUU como, supongo, en otros sitios. La injusticia no siempre proviene de la derecha. En muchas ocasiones también proviene de la izquierda. Conviene conservar siempre un cierto sentido de la imparcialidad y la honestidad intelectual.

Finalmente, con respecto a la amnistía, el mismo Guerra declaró:

El indulto es el perdón, la amnistía es la desaparición de lo que hicieron. Y eso no se hace con medio Parlamento en desacuerdo. Tendría que haber unanimidad. Pido como socialista que no haya amnistía porque se falsificaría la historia. La pregunta no es si cabe en la Constitución sino si se puede extinguir la responsabilidad. La hipoteca sería enorme y lastraría el futuro. Aceptar en silencio la agresión nos convertiría en cómplices

Como decía, no he estudiado y reflexionado sobre el tema de la amnistía, pero creo que Guerra quizá lleve razón. Las acciones de los líderes independentistas catalanes fueron claramente ilegales e inconstitucionales. El Gobierno puede indultar, pero no aministiar. Al menos no en un Estado democrático y de derecho donde se observa una separación de poderes

Desde las instancias oficiales del PSOE se ha criticado a Felipe y Guerra como "desleales". Esto otro vuelve a sacar a colación otro asunto pendiente que tenemos, el de la democracia interna de los partidos. No entiendo que la crítica abierta de las posiciones de un partido puedan considerarse desleales. Ciertamente, a la hora de votar, los representantes del partido debieran votar lo que se acuerda colectivamente (aunque, por cierto, aquí también cabe preguntarse si congresistas y senadores representan a sus respectivos partidos o a los ciudadanos; el asunto tiene mucha tela que cortar). Pero los militantes de un partido no son robots. Son ciudadanos. Pero es que, además, como han defendido tanto Felipe como Guerra, no está nada claro que las posiciones de la dirección del PSOE en estos momentos sean coherentes incluso con los acuerdos aprobados por sus militantes en el último congreso. Más bien da la impresión de que se toman decisiones al albur de los intereses de cada cual a corto plazo. Como ahora conviene mantenerse en el poder y se depende del apoyo de los nacionalistas, pues se comulga con ruedas de molino aunque vaya en contra de las decisiones acordadas por los congresos del partido. Eso es lo que hay. {enlace a esta entrada}

Más sobre sectarismo político (y democracia interna en los partidos)
[Fri Sep 15 10:47:31 CDT 2023]

Si hace un par de días escribía sobre el sectarismo político a cuenta de la reacción del Gobierno a las palabras de Aznar apoyando la convocatoria de una manifestación contra la amnistía a los líderes independentistas, ahora me toca escribir sobre la expulsión de Nicolás Redonodo Terreros del PSOE por apoyar dicha manifestación. Lo siento mucho, pero no puedo estar de acuerdo con este tipo de prácticas. Sí, entiendo que Redondo Terreros es un personaje público bien conocido y ha lanzado críticas aceradas contra la dirección de su partido. ¿Pero dónde queda la democracia interna de los partidos? Como bien ha explicado el propio Felipe González, no conviene tragar con todo. Tampoco está de más su recordatorio de que el padre de Redondo Terreros, cuando dirigía el sindicato UGT, le convocó un par de huelgas generales y nadie osó expulsarle del partido. Y, por favor, que nadie interprete esto como un apoyo a la manifestación convocada por la derecha, ni tampoco una crítica a la mencionada amnistía. Sencillamente, no he reflexionado lo suficiente sobre el tema para tener una opinión. Pero sí que me preocupan, como decía, el sectarismo político y, sobre todo, el hecho de que los dos partidos más o menos "centrados" que teníamos en España (esto es, el PSOE y el PP) parezcan estar corriéndose hacia los extremos últimamente. {enlace a esta entrada}

Sectarismo a diestra y siniestra
[Wed Sep 13 07:53:07 CDT 2023]

Parece obvio que el sectarismo político se está extendiendo como una plaga por todos sitios. Ciertamente, el sectarismo no es nada nuevo. Pero ha habido épocas en las que prevalece más que en otras. Hay ocasiones, como sucedió durante nuestra transición política a la democracia, en las que las prácticas del consenso se imponen por regla general. De un tiempo a esta parte, sin embargo, pareciera que nuestros líderes políticos no sólo se ven como oponentes ideológicos, sino casi como enemigos, lo cual me parece bien preocupante. El objetivo no es tanto vencer en las urnas como eliminar al oponente a quien se considera sin legitimidad suficiente para gobernar. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a cuestiones como el llamamiento de Aznar a la sociedad civil para que se movilice contra la amnistía a los independentistas catalanes y la subsiguiente acusación por parte del Gobierno de que Aznar es "un golpista". Nótese que, aunque los enlaces que incluyo aquí son ambos de medios de comunicación generalmente identificados con la derecha, los titulares que me encontré en la web de El País eran idénticos. En otras palabras, que no cabe pensar que se trate de ningún tipo de manipulación de la prensa, sino más bien de actitudes y posicionamientos adoptados por los dirigentes.

En cualquier caso, hay cosas que desde luego uno no acierta a entender. Como sucede bien a menudo, no estoy de acuerdo ni con unos ni con otros. Veamos. El hecho de que alguien proponga convocar una manifestación contra una política concreta del Gobierno tiene bien poco de "golpista". Uno puede estar de acuerdo o no con la protesta. Pero, repito, tiene bien poco de golpista. Por el contrario, se trata del ejercicio de un derecho elemental en cualquier democracia. Sin embargo, y esto me parece bien importante también, parece claro que el señor Aznar va mucho más allá de lo que debiera considerarse un comportamiento responsable por parte de un ex-presidente. Cuidado, está en su derecho de participar activamente en la vida política del país como cualquier otro ciudadano. Pero ciertos personajes públicos debieran hacer un especial esfuerzo por guardar las formas, algo con lo que, parece claro, el señor Aznar tiene problemas. Sencillamente, no se imagina uno a ninguno de los anteriores ex-presidentes (y quiero decir ninguno: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy) convocando una manifestación contra tal o cual política que se esté debatiendo públicamente en un momento determinado. Aznar, creo, va siempre más allá de lo que se espera de un ex-presidente y no precisamente en un buen sentido. En lugar de comportarse con respeto hacia la personal que detenta el cargo en un momento determinado y, si acaso, dar consejo de una manera madura y responsable, lo que hace es agitar los ánimos y contribuir al ruido. Sencillamente, no parece haber digerido bien que ya no se encuentra en primera fila de la política (o no debiera). Lo suyo es de un narcisismo que tumba de espaldas. Cómo será que, al menos aquí en los EEUU, el único ex-presidente que he visto comportarse de esa manera es Donald Trump. No se trata precisamente de un modelo de comportamiento en público, creo yo. {enlace a esta entrada}