Trece lecciones sobre la pandemia del COVID en EEUU
[Fri May 12 10:18:32 CDT 2023]

El prestigioso diario estadounidense The New York Times publicó ayer un artículo titulado 13 Lessons From the Covid Pandemic firmado por los miembros de un comité consultor nombrado por el Presidente Biden en Noviembre de 2020 para hacerle recomendaciones sobre la pandemia. Las trece lecciones de las que hablan son bien interesantes:

  1. Human tolerance for lifestyle changes is limited.
  2. Incentives can change behavior. Social norms can enforce it.
  3. Trust is crucial.
  4. Prepare now.
  5. Reliable, real-time data is vital.
  6. We know how to reduce the spread of airborne viruses like Covid.
  7. Vaccines reduce serious disease, but are unlikely to prevent transmission. New therapeutics are needed.
  8. Responses should be tailored to local circumstances.
  9. School should not be interrupted or placed online except in rare circumstances.
  10. Social isolation is harmful and can increase mortality.
  11. We need vaccine access and paid sick leave.
  12. Indifference can kill.
  13. Covid will not be the last pandemic to strike the United States and the next one could be worse.

Lo saco a colación aquí porque las conclusiones se aplican igualmente, creo yo, a otros países, incluyendo España. Más importante aún, me gusta cómo los autores se han esforzado por evitar partidismos y estridencias, elaborando en su lugar una lista de recomendaciones que me parece bien razonable y sensata. Es una pena que no se lean más documentos así. {enlace a esta entrada}

La voz de la gente: nada de sacrificios por el planeta
[Thu May 4 13:51:39 CDT 2023]

Quien me conoce sabe que no soy nada partidario de culpar sola y exclusivamente a nuestros políticos en materia de cambio climático. Y que quede bien claro que digo "sola y exclusivamente". No es que niegue que también tengan su parte (importante, de hecho) de responsabilidad. Pero el caso es que la práctica de apuntar el (demagógico) dedo acusador hacia los políticos siempre me ha parecido hipócrita. La verdad es que nosotros mismos no estamos dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para solucionar el problema, por más que nos demos golpes de pecho continuamente. Se mire como se mire, solucionar tanto el problema del cambio climático como el problema aún mayor de la progresiva destrucción del mundo natural requiere una seria reducción de nuestro nivel de consumo y, por ende, de nuestro nivel de vida. Y, sencillamente, no estamos por la labor. Por si cabía alguna duda, la web del diario británico The Guardian publicaba recientemente una noticia titulada Many Europeans want climate action – but less so if it changes their lifestyle, shows poll que viene a poner números a todo esto. Los tres primeros párrafos de la noticia vienen a resumirlo todo perfectamente:

Many Europeans are alarmed by the climate crisis and would willingly take personal steps and back government policies to help combat it, a survey suggests – but the more a measure would change their lifestyle, the less they support it.

The seven-country YouGov survey tested backing for state-level climate action, such as banning single-use plastics and scrapping fossil-fuel cars, and individual initiatives including buying only secondhand clothes and giving up meat and dairy products.

The responses, from the UK, France, Germany, Denmark, Sweden, Spain and Italy, suggested many people were happy with measures that would not greatly affect the way they lead their lives, but bigger steps that may be necessary were unpopular.

Recuerda a aquello del "¡justicia, Señor, pero por mi casa no!" Y, cuidado, yo no soy la excepción. Yo me incluyo. El caso es que, como también suele decirse, por aquello o por lo otro, el suelo de la casa sigue sin barrer. Y mucho me temo que, salvo un poco de maquillaje por aquí o por allá, no vamos a tomar medidas serias hasta que tengamos el toro encima. Es naturaleza humana. Es lo que hemos hecho siempre. El problema, si acaso, es que el campo de la ecología funciona de una manera bien distinta a otras cosas con las que hemos lidiado en el pasado. Se trata de un sistema complejo e intrincado que, en un momento dado, bien pudiera sobrepasar su punto de equilibrio y hundirnos en el caos absoluto. Y, por si esto fuera poco, también hay que tener en cuenta la fuerza de la inercia, que continuará conduciéndonos por un determinado camino bastante después de que hayamos comenzado a tomar medidas en serio. En fin que, en principio, de boquilla, todos estamos más o menos de acuerdo que hay que hacer algo sobre el cambio climático. Pero ninguno (o muy pocos) estamos dispuestos a hacer demasiados sacrificios para llegar ahí. Preferimos continuar la fiesta del consumo, aunque no sea nada sostenible. {enlace a esta entrada}