De verdad que hay ocasiones en las que uno no sabe si echarse a reír o a llorar cuando se leen cosas como ésta:

If I started going to the pool because of POTS [Postural Orthostatic Tachycardia Syndrome], I keep going back to be surrounded, blissfully, by what the poet Lisa Robertson calls she-dandies: women past their childbearing years who are finally free to be useless to capitalism, to be “improductive” with their bodies.

Me lo he encontrado leyendo un artículo de opinión titulado The Exercise That Changed My Relationship With My Body publicado en la web del The New York Times nada menos. Lo digo porque aunque hay veces que nos quejamos de la obsesión de los ultraconservadores, tanto en EEUU como en Europa, con los nuevos dogmas de la izquierda, lo cierto es que uno siente a menudo que la jerga postmoderna de la que hacemos gala en los sectores progresistas tumba a uno de espaldas. Y este es un claro ejemplo. Parece que la autora ni siquiera se molestó en considerar este nuevo dogma progre desde una perspectiva mínimamente crítica pues, de ser así, hubiera observado que... bueno, que las mujeres siempre se han encargado históricamente de procrear. De hecho, si acaso, parece bien claro que en el pasado procreaban mucho más que en la actualidad, así que se hace difícil entender la referencia al capitalismo como culpable de condenarlas a ese rol. Como digo, si acaso las ha liberado, pues no ha sido sino hasta tiempos recientes que es más factible para una mujer elegir libremente que no va a tener descendencia. No niego, como es obvio, que la presión para que procreen sigue estando ahí. Pero solamente alguien cegado por completo por el dogma anticapitalista puede afirmar tan rotundamente que la culpa de que las mujeres desempeñen ese papel en nuestras sociedades se debe al capitalismo patriarcal. Sólo muestra, me temo, un dogmatismo tan extremo como el que criticamos en la extrema derecha. Simplemente, se está negando la evidencia histórica. Mucho me temo que con afirmaciones como ésta le hacemos el juego a la extrema derecha, que está subiendo como la espuma en todos los países desarrollados. {enlace a esta entrada}