Fox, mentiras y capitalismo exacerbado
[Sun Feb 26 14:09:46 CST 2023]

Leo en The New York Times un artículo titulado Why Fox News Lied to the Viewers It ‘Respects’ firmado por David French que merece la pena considerar. El caso es que recientemente saltó a la luz en los tribunales que varios de los periodistas más conocidos de la cadena de televisión Fox News habían intercambiado comentarios en privado en los que reconocían abiertamente que las "noticias" que estaban compartiendo sobre la supuesta manipulación de los resultados de las eleccciones presidenciales que ganó Biden frente a Trump no tenían fundamento alguno, pero lo hacían porque, de lo contrario, los espectadores se volverían en su contra y se arriesgaban a perder audiencia. Como explica French:

To understand the Fox News phenomenon, one has to understand the place it occupies in Red America. It’s no mere source of news. It’s the place where Red America goes to feel seen and heard. If there’s an important good news story in Red America, the first call is to Fox. If conservative Christians face a threat to their civil liberties, the first call is to Fox. If you’re a conservative celebrity and you need to sell a book, the first call is to Fox.

And Fox takes those calls. In the time before Donald Trump, I spent my share of moments in Fox green rooms and pitching stories to Fox producers. I knew they were more interested in stories about, say, religious liberty than most mainstream media outlets were. I knew they loved human-interest stories about virtuous veterans and cops. Sometimes this was good — we need more coverage of religion in America, for example — but over time Fox morphed into something well beyond a news network.

Fox isn’t just the news hub of right-wing America, it’s a cultural cornerstone, and its business model is so successful that it’s more accurate to think of the rest of the right-wing media universe not as a collection of competitors to Fox, but rather as imitators. From television channels to news sites, right-wing personalities aren’t so much competing with Fox as auditioning for it.

En otras palabras, como ha sucedido con tantas otras cosas en la cultura contemporánea, los medios de comunicación se han convertido en mero instrumento para manifestar y defender nuestra identidad personal. Su razón de ser, el papel que deban jugar en el contexto social, son lo de menos. Lo que importa, parece, es cómo podamos usarlos como medio de expresión de nuestra propia individualidad, como elemento identitario, como arma identitaria incluso. Al hacer esto, obviamente, los degradamos y deformamos, destrozando su función en el seno de cualquier sociedad saludable.

Pero el autor del artículo apunta otro aspecto que me parece igualmente importante:

So you can start to understand the shock when, on Election Day in 2020, Fox News accurately, if arguably prematurely, called Arizona for Joe Biden. It broke the social compact. By presuming the fairness of the election and by declaring Joe Biden the winner of a previously red state, Fox sent a message to its own audience — an audience that had been primed to mistrust election results by Trump and by reports on Fox News — that it did not hear them. It did not see them.

In the emails and texts highlighted in the Dominion filing, you see Fox News figures, including Sean Hannity and Suzanne Scott and Lachlan Murdoch, referring to the need to “respect” the audience. To be clear, by “respect” they didn’t mean “tell the truth” — an act of genuine respect. Instead they meant “represent.”

Representation can have its place. Fox’s deep connection with its conservative audience means that it can be ahead of the rest of the media on stories that affect red states and red culture.

But there is a difference between coming from a community and speaking for a community. In journalism, the former can be valuable, but the latter can be corrupt. It can result in audience capture (writing to please your audience, not challenge it) and in fear and timidity in reporting facts that contradict popular narratives. And in extreme instances — such as what we witnessed from Fox News after the 2020 presidential election — it can result in almost cartoonish villainy.

A eso me refería con lo de deformar y destrozar la función social de los medios de comunicación. Y, sin embargo, en un contexto de capitalismo exacerbado en el que solo importan los beneficios a corto plazo, dudo mucho que nada de esto sorprenda a nadie. {enlace a esta entrada}

Sobre Tamames y la moción de censura de Vox
[Sun Feb 26 13:47:20 CST 2023]

El País publica hoy una columna titulada Tríptico de Tamames firmada por Jordi Amat que viene a reflejar bastante bien, creo, la opinión general entre la izquierda española (y los lectores de El País) acerca del tema. Y, como suele suceder con estas cosas, no estoy del todo (quizá para nada) de acuerdo con lo que escribe Amat.

Quizá convenga aclarar, antes de nada, que me encuentro en las antípodas ideológicas de Vox y lo que representa. Más aún, no solo estoy en desacuerdo con sus postulados, sino que tampoco me agradan sus métodos ni, mucho menos, su retórica agresiva y su demagogia desmesurada. En todos esos asuntos, se diferencian bien poco del ultraconservadurismo europeo o estadounidense. Sin embargo, como fuerza parlamentaria, no les niego la legitimidad para defender sus ideas en las Cortes y, por supuesto, presentar una moción de censura si lo creen conveniente. En ese sentido, la afirmación de Amat de que lo hacen "arrogándose la representación de la soberanía" no me parece justa ni adecuada. Los diputados de Vox, guste o no, no representan la soberanía del pueblo español a solas, pero sí que lo hacen en conjunto con los otros diputados.

El resto del artículo es, me temo, un simple ataque personal a Tamames que incluye incluso algún que otro insulto, unos abiertos ("charlista enfatuado") y otros encubiertos ("ameno intelectual reconvertido"), todo ello antes siquiera de haberle dado la oportunidad de exponer su punto de vista en el discurso de la moción. La inquina contra Tamames y Vox se hacer ver, pues, abiertamente. Como decía algo más arriba, no es que esté de acuerdo para nada con las posiciones de Vox. Pero me parece fundamental en cualquier sociedad civilizada escuchar las opiniones de los demás con respeto, aunque no estemos de acuerdo con ellos. Sin eso no hay democracia que valga. Conviene tener en cuenta, además, que si tanto nos gusta colgarle a Vox la etiqueta de "anti-sistema", no estaría de más considerar si acaso mucha gente dentro de Podemos, por no hablar de ERC y Bildu, también merecen la etiqueta, a pesar de ser "de los nuestros" en el sentido de que apoyan al Gobierno presidido por Pedro Sánchez. En el colmo del despropósito, he venido viendo a mis amigos del PCE colgando fotos en las redes sociales últimamente donde se compara a Tamames con el mismísimo Adolf Hitler (?!). {enlace a esta entrada}