Todavía no entendemos el concepto de responsabilidad política
[Tue Feb 27 10:47:18 CST 2024]

Parece mentira que, después de tantos años de democracia, todavía no entendamos el concepto de responsabilidad política. Leemos en El País que el diputado del PSOE y ex-ministro José Luis Ábalos no renuncia a su escaño en el Congreso, se pasa al Grupo Mixto y afirma: "No acabaré mi carrera como corrupto cuando soy inocente". A mí lo que me sorprende es la confusión, a estas alturas, entre responsabilidad penal y responsabilidad política. Ciertamente, al menos de momento, nada parece indicar que Ábalos esté implicado en el escándalo de corrupción sobre el asunto de las mascarillas del COVID. Sin embargo, la persona directamente implicada y presuntamente culpable de organizar toda la trama fue una persona de su confianza directamente elegida por él como asesor cuando era ministro. No hay responsabilidad penal, pero sí política. Eso parece bien evidente. {enlace a esta entrada}

Autocrítica de la izquierda tras las elecciones gallegas
[Tue Feb 20 13:57:42 CST 2024]

El diario El País publica hoy un editorial titulado Autocrítica para la izquierda en el que se hace un llamamiento a los dos partidos del Gobierno de coalición (esto es, PSOE y Sumar) a "afrontar un cambio de estrategia tras el evidente fracaso de Galicia". He leído en algún sitio que a Page ya le han dado un tirón de orejas por hacer unos comentarios en la misma línea. La verdad es que, al margen de lo que uno pueda pensar de otros posicionamientos de Page, no le falta razón. De hecho, es necesario ignorar la realidad que tenemos frente a nuestros ojos para no llegar a una conclusión similar. Como se afirma en el editorial:

Los datos son incontestables: los socialistas firman su peor resultado histórico con nueve diputados y poco más del 14% del voto; Sumar y Podemos ni siquiera entran en el Parlamento dado su ínfimo porcentaje de apoyo: 1,9% y 0,26%, respectivamente. La concentración del voto de izquierdas en el BNG —considerado esta vez la opción útil— y la tendencia al voto dual respecto a las generales —donde la utilidad cae del lado de los partidos estatales— los han perjudicado, pero las tres formaciones se equivocarían si no llevaran su análisis más allá, máxime con otras tres elecciones en el horizonte: vascas, europeas y catalanas.

(...)

El Partido Socialista se enfrenta desde el Gobierno central a la paradoja de adentrarse en una legislatura marcada por el debate sobre el modelo territorial en el momento en que tiene menos peso autonómico. Solo encabeza el Ejecutivo de tres comunidades: Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra. Un escenario, además, en el que la izquierda nacionalista amplía su espacio, especialmente entre los más jóvenes, menos fieles a unas siglas concretas. Su condición de partido estatal con espíritu federal obliga al PSOE a conciliar su discurso para las autonomías históricas con un proyecto válido para toda España. Este es el desafío para el que necesita una estrategia que no se ve. La pérdida de poder institucional —aunque no de votos— del 28-M y ahora el fracaso en las gallegas demuestra que le perjudica nacionalizar en exceso las campañas. Pedro Sánchez, que se volcó en ambas, sale tocado del 18-F por aceptar los términos en que planteó la disputa Alberto Núñez Feijóo.

Se mire como se mire, el PSOE lleva ya un tiempo que está perdiendo la cohesión y, sobre todo, la extensión territorial que tuviera antaño. Y eso va en detrimento, me parece, de la propia democracia española. {enlace a esta entrada}

OTAN y gasto militar en Europa
[Wed Feb 14 14:21:03 CST 2024]

Hoy leemos en Europa Press que la OTAN prevé que 18 de sus miembros alcancen el 2% del PIB en gasto militar en 2024. Y, sobre España, leemos lo siguiente:

La OTAN todavía no ha ofrecido datos sobre qué países cumplirán este objetivo en 2024, pero uno de los aliados que no lo alcanzará será España, que tiene previsto emplear el 1,3% este año. Tradicionalmente, España ha ido a la cola de gasto militar en la alianza y espera llegar al objetivo del 2% del PIB en 2029.

Ya sé que la opinión que voy a compartir no es nada popular, pero la verdad es que, visto lo visto, no queda más remedio que "ponerse las pilas", como suele decirse. Yo entiendo que el gasto militar no del gusto de todos, pero dudo mucho que la resistencia no-violenta a una posible invasión rusa suponga una alternativa realista. Y cuidado, no pienso que Rusia vaya a invadir a Europa Occidental en un futuro cercano, ni mucho menos. Pero sí que cabe dentro de lo posible que invada a otros países de los que antiguamente pertenecieron a lo que entonces se llamaba la "órbita soviética". Y, se mire como se mire, sin una política de defensa seria y sólida estamos permanentemente expuestos al chantaje de Putin, a no ser que venga el "amigo americano" a echarnos un amano, y eso parece cada vez menos probable (o, incluso si no lo es, cabe preguntarse hasta qué punto es una comportamiento ético y maduro por nuestra parte). El caso es que durante décadas los EEUU han estado sacándonos las castañas del fuego para bien y para mal. Porque, ciertamente, eso también significa que podían imponernos las políticas que quisieran, entre otras cosas. Pero no acierta uno a ver cómo podemos adquirir autonomía en el ámbito internacional sin incrementar nuestro gasto militar y coordinarnos mejor dentro de la UE. No será del agrado de muchos pero, como decía, ¿qué otra alternativa queda? Solamente se vislumbran dos: seguir sometidos al chantaje ruso (o de prácticamente cualquier otro poder militar que aparezca en el horizonte) o seguir supeditados a las decisiones de Washington. Eso es lo que hay, me temo. {enlace a esta entrada}