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[Sun Jul 31 16:40:28 CEST 2011]Como de costumbre, ando algo retrasado en mis lecturas. Así que acabo de leer el artículo de Javier Cercas sobre el movimiento 15-M publicado por El País Semanal el domingo pasado. Estoy completamente de acuerdo con el párrafo que viene a cerrarlo: No parece, sin embargo, que vayan por ahí las cosas. Más bien al contrario, ya ha habido varias manifestaciones del movimiento del 15-M que pudieran considerarse hasta cierto punto euroescépticas. De todos modos, aun estando de acuerdo con Cercas, el problema, por supuesto, es cómo construir una Europa más unida que, al mismo tiempo, sea más democrática que las instituciones comunitarias actuales. O, lo que es lo mismo, cómo construir una organización supranacional con poderes realmente efectivos, pero que al mismo tiempo pueda ser controlada por parte de los ciudadanos en las urnas y a través de otros mecanismos de participación, en lugar de caer presa de los grupos de presión y el dinero, tal y como acabó sucediendo con las instituciones federales en los EEUU. Ahí está el reto. {enlace a esta entrada} [Sat Jul 30 20:32:26 CEST 2011]Seguimos con los análisis de la situación política española tras el anuncio de elecciones anticipadas. El País publica hoy también un artículo de Alejandro Bolaños titulado La envenenada herencia económica del presidente que viene a resumir bastante bien de dónde vienen los problemas de Zapatero: En fin, negación de la crisis primero y políticas improvisadas después. Seamos justos, Zapatero aplicó las mismas políticas que el resto del mundo desarrollado (incremento del gasto público en un primer momento para reactivar la economía o, cuando menos, reducir el efecto de la recesión, y austeridad en un segundo momento para que la deuda pública no se desbocara). El problema no es tanto las políticas que aplicó como la forma en que se aplicaron. Como decíamos, comenzó algo tarde por su empeño pueril en negar la evidencia de que estábamos ante una crisis global que, tarde o temprano, también llegaría a España. Pero es que, por si esto fuera poco, la política keynesiana de manual que aplicó en un primer momento se malgastó en obrillas del tres al cuarto permitiendo que cada ayuntamiento invirtiera en lo que le viniera en gana, en lugar de usar el dinero para infraestructuras, educación o incentivos fiscales a las empresas. Y, finalmente, la política de austeridad también comenzó a aplicarla cuando ya no tenía otra opción, forzado por los mercados y los socios europeos, sobre todo Alemania. En definitiva, un error tras otro. Cuando pase el tiempo, imagino que lograremos ver la parte positiva de su presidencia, que también la ha habido. No obstante, me parece que se le va a recordar como una especie de Carter español, es decir, un presidente con buenas intenciones, pero totalmente incapaz de hacer frente a la situación de crisis con que se encontró. Lo malo es que, me temo, Rajoy tampoco es Ronald Reagan. {enlace a esta entrada} [Sat Jul 30 10:11:41 CEST 2011]No cabe duda alguna de que la noticia del día (bueno, de hecho lo viene siendo desde ayer al mediodía) es la convocatoria anticipada de las elecciones anunciada por Zapatero. No hace falta ser un hacha para darse cuenta de que esto ya se veía venir. No faltará ahora quienes afirmen solemnemente que ellos ya lo sabían, dando a entender que tienen acceso al círculo más cerrado del poder, pero en realidad se trataba de un secreto a voces desde hacía tiempo. Sencillamente, la situación era ya insostenible y eso estaba bien claro, por más que el propio Zapatero siguiera negándolo. Ayer, en cambio, mantenía algo bien distinto:El problema, por supuesto, es que esos mismos argumentos también podían aplicarse hace tan sólo unas semanas, cuando el propio Zapatero y todos los demás dirigentes socialistas negaban en redondo que fueran a convocarse elecciones anticipadas... precisamente porque vendría a causar incertidumbre. O, lo que es lo mismo, que las elecciones anticipadas causan incertidumbre si las pide el líder de la oposición, pero son garantía de certidumbre y estabilidad si las convoca uno mismo. Una vez más, Zapatero evidencia su habilidad para sostener dos puntos de vista contrarios e incompatibles al mismo tiempo, además de tener la cortedad de miras de negar la realidad para, poco después, reconocerla, aunque sea tarde y mal. En fin, es algo parecido a lo que le sucedió con la crisis económica, cuya realidad se empeñó en negar durante demasiado tiempo para, una vez desatada y haciendo estragos, reconocerla tarde y de mala gana, proponiendo medidas de medio pelo para salirle al paso al problema. El editorial de El País da en el clavo en este sentido: En otras palabras, estamos viendo, nuevamente, clara evidencia de una de las debilidades más serias de Zapatero como Presidente: su constante improvisación. Hay quien dice que no es así, que el Presidente calibra perfectamente todos sus pasos y los planea con muchísima anticipación. Tal vez. El propio Zapatero, como acertadamente indica el editorialista de El País, afirma que todo esto se ajusta al plan que elaboró hace ya varios meses. Es posible. No tenemos porqué dudar de su sinceridad cuando hace dicha afirmación, aunque entonces no tenemos más remedio que dudar de su sinceridad hace pocas semanas cuando todavía repetía una y otra vez que lo mejor para la economía del país era finalizar la legislatura y convocar elecciones en marzo del 2012. Seamos honestos. Desde luego, ni él ni ningún dirigente socialista puede culpar al ciudadano medio por tener la impresión general de que Zapatero improvisa constantemente y aplica siempre la política del zig-zag. La evidencia es, sencillamente, aplastante. Por cierto, que El País publica hoy un artículo de Luis Aizpeolea sobre las dos legislaturas de Zapatero que viene a resumir bastante bien lo que debiera ser su legado más positivo: Me parece correcto el análisis de Aizpeolea. Ahora, con la distancia que da el tiempo, parece que el primer gran error de Zapatero no fue tanto la apertura de conversaciones con el entorno abertzale para poner fin al terrorismo etarra (se ponga como se ponga la derecha, mediática y no mediática, estoy convencido de que la amplia mayoría de los ciudadanos, sobre todo los moderados, que son los que importa, comparten esa estrategia que es, además, la única que tarde o temprano vendrá a poner punto y final a tan sangrienta historia), sino más bien abrir el melón de la reforma de los estatutos de autonomía sin tener una clara ruta de guía para marcar las líneas. Creo que fue ahí donde el proyecto Zapatero entró en vía muerta, algo que después vendría a apuntillar la mayor crisis económica desde los años treinta. Esto último, por supuesto, no puede achacarse a su gestión, pero se ha convertido claramente en el tema central de su gestión en los últimos dos o tres años. {enlace a esta entrada} [Thu Jul 28 21:34:25 CEST 2011]Leo un artículo publicado por The Economist hace ya varios días sobre la crisis de la deuda en la Unión Europea que, me parece, viene a resumir las grandes líneas del problema bastante bien: Lo que me parece más interesante del párrafo que acabamos de citar no es tanto la claridad con la que su autor explica las razones por las que el precio de la deuda en los países de la eurozona obviamente debe inflarse para que los prestamistas se muestren dispuestos a asumir los riesgos. Eso entra dentro de lo normal, creo. Lo que llama la atención no es eso, sino la naturalidad con la que se nos explica que los Estados deben garantizar con el dinero público la inversión de quienes deciden invertir en la deuda. En otras palabras, el Estado como mero apéndice de los intereses financieros de la burguesía, tal y como lo describieran los marxistas tradicionalmente. El autor lo expone todo y se queda tan pancho. Lo ve como lo más normal del mundo. Todo esto tiene bien poco que ver con la retórica sobre el capital-riesgo y la capacidad de innovación del capitalismo, por supuesto. Se nos está diciendo bien a las claras que no tenemos más remedio que ceder al chantaje de los inversionistas y garantizarles a través del Estado que van a obtener un interés seguro a cambio del préstamo que conceden a los países miembros de la eurozona. ¡Qué lejano todo esto de los cantos a la iniciativa empresarial de Margaret Thatcher y Ronald Reagan en los años dorados del neoliberalismo! {enlace a esta entrada} [Wed Jul 27 20:12:17 CEST 2011]Sin lugar a dudas, la noticia del día es que la Generalitat valenciana autorizó créditos al 0% al Consejo de Administración de la Caja Mediterráneo, que ha tenido que ser intervenida por el Banco de España recientemente para evitar males mayores. En fin, ¿qué cabe decir ante esta historia de horrores? Si acaso, que no debe extrañar a nadie que los políticos sean vistos por tantos ciudadanos como uno de los principales problemas del país en estos momentos. Habría que añadir, por supuesto, que por más que parezca lógico sentir cierto temor ante el proceso privatizador de las cajas de ahorro al que hemos asistido durante este último año, no por ello debemos dejar de observar también que las cajas se habían convertido hace tiempo ya en una auténtica cueva de ladrones como consecuencia de su excesiva politización. {enlace a esta entrada} [Mon Jul 25 09:12:12 CEST 2011]Aunque imagino que no debe ser demasiado popular reconocer esto, al menos entre la gente de izquierdas, la verdad es que desde mis años universitarios me han gustado bastante los escritos de Luis Racionero. Quien antaño fuera admirador de la contracultura hippie y cercano al PSOE del cambio a principios de los ochenta, acabó unos quince años después desempeñando un cargo menor en uno de los Gobiernos de Aznar. No estoy seguro ahora mismo, pero creo que en su momento le nombraron director de la Biblioteca Nacional o algo por el estilo. No sé si esto implica que Racionero se pasó de la izquierda a finales de los setenta (aunque fuera más bien la gauche divine barcelonesa, eso sí) a la derecha aznarista. Al fin y al cabo, no veo por qué no pueda continuar sosteniendo ideas progresistas y colaborar con un Gobierno del PP en un puesto eminentemente técnico, como es el de director de la Biblioteca Nacional. En todo caso, nada de ello debiera interferir con la idea que podamos hacernos de su obra. En el caso de Racionero, aunque realmente no podamos decir que ninguno de sus libros sea una obra maestra, me atrae muchísimo la mezcla de cultura general, actitud reflexiva, tolerancia, moderación y apertura mental que parece practicar el autor. Viene todo esto a cuento de unas citas tomadas de libros de Racionero que me he encontrado navegando por la web y que paso a transcribir a continuación. Tenemos, en primer lugar, una cita tomada de su obra El arte de escribir sobre la emoción y el placer del acto creador: Puede sonar como un viejo gruñón conservador, pero no por ello le falta buena parte de razón. ¿Acaso no reconocemos claramente en esa descripción de Racionero casi todo el arte contemporáneo que vemos? ¿Cómo puede parecernos extraño, entonces, que tanta gente corra a buscar refugio en la literatura de best seller y música pop? Sencillamente, la mayoría de artistas han abandonado su función social y se han entregado en cuerpo y alma a regodearse en sus propias neurosis y mirarse el ombligo, lo cual, como es lógico, sólo puede atraer a un pequeño número de fieles y a quienes gustan de verse a sí mismos como "élite". Pero, ¿cómo hemos podido llegar a esta situación? Otra cita de Racionero, esta vez tomada de su obra El progreso decadente viene a iluminar las circunstancias en que se ha producido y desarrollado: {enlace a esta entrada} [Sun Jul 24 12:37:16 CEST 2011]Me temo que los dirigentes socialistas juegan con fuego al centrar su campaña (al menos de momento) en el mensaje de que Rajoy no hace ninguna propuesta en positivo. Como muestra, un botón. El País publica hoy una entrevista con Elena Valenciano de la que destacan su afirmación de que "El flanco débil del PP es Rajoy, nadie sabe quél piensa": ¿Por qué digo que me parece que están jugando con fuego? Dejemos de lado por un momento el hecho de que cualquier ciudadano también podría lanzar una acusación similar contra Rubalcaba (¿cuál es el Rubalcaba auténtico, el rabiosamente izquierdista de ahora o el que ha formado parte de los gobiernos de Zapatero y se ha corresponsabilizado por tanto de sus políticas? ¿O quizá el que ya formara parte de los gobiernos de Felipe González allá por los años ochenta y que no parecía entonces nada proclive a dejarse llevar por veleidades izquierdistas?). El problema que veo con esta estrategia es que se lo juega todo a una carta, la supuesta indefinición de Rajoy. Un mero cálculo electoral nos hace ver que, desde luego, no le conviene definirse de forma tan temprana. Sin embargo, nadie puede descartar que, conforme se acerque el momento de las elecciones generales, Rajoy lance dos o tres propuestas claras y bien definidas, consiguiendo con ello erosionar la idea de que es incapaz de mojarse y, de paso, dejando a los socialistas con el culo al aire. De hecho, me parece que es lo más probable que haga. Cierto, al definirse podría perder algunos votos. Pero también ganaría otros y, sobre todo, desarmaría la principal arma que está usando el contrario para atacarle. {enlace a esta entrada} [Sat Jul 23 14:54:21 CEST 2011]Me ha gustado mucho el artículo de Francisco G. Basterra titulado Europa medio despierta que publica hoy El País. A raíz de las últimas medidas anunciadas por la Unión Europea para hacer frente a la crisis de la deuda, Basterra señala: Dejemos de lado estos últimos comentarios sobre la situación en los EEUU y centrémonos en su lugar en la crisis del proyecto de integración europea. Como acertadamente afirma Basterra, el evitar nuevas guerras europeas ya no es suficiente para ofrecer un aliciente a las nuevas generaciones. Eso funcionó aproximadamente hasta finales de los setenta, pero no a partir de ese momento, cuando los estadistas europeos cambiaron el discurso y renovaron el proyecto con un contenido más positivo: la creación de un mercado y una moneda únicas. Pero eso ya se consiguió y, además, ha comenzado a mostrar algunas grietas como consecuencia del déficit político. Ése, y no otro, debe ser el nuevo paso a dar. Las diferencias lingüísticas y culturales dentro de la UE deben respetarse, sí. Debemos encontrar la fórmula que nos permita la diversidad dentro de la unidad, por supuesto. Más importante aún, tenemos que asegurarnos de no construir un mastodonte burocrático que aplaste la democracia en los países miembros mediante el mero traspaso de poderes a unas instituciones europeas aquejadas de un serio déficit democrático. Convendría fomentar, además, el nacimiento y desarrollo de unos medios de comunicación comunes y, por descontado, una lengua común que sólo puede ser el inglés. Pero no queda más remedio que entrar por esa vía, con sus peligros y todo. Sencillamente, la alternativa sería desmontar todo el proceso de integración y regresar a los Estados-nación de antaño. No parece que vayan por ahí las cosas en este mundo cada día más globalizado en que vivimos. Por cierto, convendría, creo, prestar más atención al proceso de integración y construcción nacional que se llevó a cabo en los EEUU, y del que tendríamos mucho que aprender. En este sentido, la ignorancia casi absoluta que existe en Europa sobre la historia de EEUU (me refiero a la que va más allá de las últimas décadas, a la historia previa a la Segunda Guerra Mundial, que es cuando se manifestó bien a las claras su hegemonía) no ayuda en nada. No son solamente los estadounidenses quienes ignoran mucha de nuestra Historia, sino que nosotros también ignoramos mucho de la suya. {enlace a esta entrada} [Fri Jul 22 11:12:24 CEST 2011]El País publica un breve reportaje sobre la polémica sobre el uso de la corbata en el Congreso de los Diputados y el derroche energético en nuestro país que no tiene desperdicio, no tanto por lo que aporta a la discusión del tema en sí como por lo que deja entrever sobre la inmadurez de nuestra sociedad civil y nuestra conciencia cívica. Tras mencionar las medidas tomadas por Japón recientemente para reducir el consumo energético, se nos explica: En fin, historias para no dormir. No obstante, no se trata de nada nuevo para quien ha nacido y crecido en este país. Por desgracia, aunque sobre el papel tenemos una legislación muy avanzada, el problema es que a menudo no se cumple en la calle, ni tampoco el Ejecutivo (que para eso está) parece esforzarse en hacerla cumplir. Sucede en muchos otros ámbitos. Sin ir más lejos, la propia legislación sobre el consumo de tabaco en lugares públicos se aplicó fielmente durante los dos primeros meses aproximadamente (es decir, mientras los medios de comunicación prestaron mayor atención al tema) antes de que comenzáramos a estirar la normativa como el chicle para vaciarla de contenido en la práctica. Así, apenas tres o cuatro meses después de que entrara en vigor, yo ya pude observar personas fumando a la puerta de los colegios en presencia de la Policía Local sin que sucediera absolutamente nada. De la misma manera, también pude ver a fumadores departiendo amigablemente mientras compartían unos pitillos a la puerta del hospital Virgen del Rocío en Sevilla sin que el guarda apostado a la puerte se dignara hacer nada al respecto, incluso después de que algunos ciudadanos le indicaran que se estaba inclumpliendo la legislación y la propia normativa del centro de salud. En fin, el problema suele ser siempre el mismo: tanto nos repetimos a nosotros mismos que somos gente guay y enrollada que no se toma las cosas en serio ni hace gala de un espíritu demasiado estricto ("a la alemana", como se suele indicar por estos lares) que la legislación se incumple impunemente. Cuesta trabajo creer que así sea posible vivir en democracia. {enlace a esta entrada} [Thu Jul 21 21:34:23 CEST 2011]Interesante el artículo de Joan Tapia titulado ¿Es Zapatero el gran culpable? que publica hoy El Periódico de Cataluña. Tras mostrar su preocupación por el hecho de que Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar todos acabaran sus días en Moncloa rodeados de feroces ataques en los que se les culpaba de todos los males (algo que, por cierto, yo mismo he comentado en estas mismas páginas), Tapia señala: Qué duda cabe que Tapia está en lo cierto al afirmar que los problemas no se van a solucionar porque Zapatero se marche. Como decíamos, se trata de una tendencia algo preocupante de nuestra todavía joven democracia, que parece engullir a sus presidentes uno tras otro en un maremágnum de impopularidad que conduce inexorablemente a que siempre tengan que abandonar la Moncloa en medio de una crisis política. Igualmente tiene razón cuando afirma que en mayo de 2010se aplicaron las medidas de política económica que se tenían que aplicar y que el keynesianismo tiene un límite evidente: lo lejos que puda llegar el endeudamiento público. Sencillamente, una política expansiva basada en el gasto público tiene que financiarse de alguna forma. El dinero no crece en los árboles. Ni siquiera el que se usa para el gasto público. Ahora bien, nada de ello quita para que, como acertadamente afirman otros, Zapatero se negara primero en redondo a aceptar que la crisis existía, para después pasar a afirmar una y otra vez (a pesar de la evidencia objetiva que la gente estaba empezando a sentir en sus propias carnes incluso) que ya se estaba saliendo de ella para, por último, aplicar una política de austeridad y contención del gasto público sin pensar al mismo tiempo en la necesidad de lanzar un guiño a su electorado tradicional, aunque sólo fuera en la forma de unas medidas serias y consistentes contra el fraude fiscal y la economía sumergida. O, lo que es lo mismo, Zapatero ha pasado del keynesianismo ramplón a abandonar por completo los elementos esenciales de una política de izquierdas. Eso es lo que el votante socialista tradicional le echa en cara. No tengo tiempo de entrar a analizar aquí qué es lo que le echa en cara el votante de las nuevas clases medias, que en buena parte ha optado por votar al PP en las elecciones del 22-M. {enlace a esta entrada} [Thu Jul 21 12:31:46 CEST 2011]Un amigo me ha pasado el enlace a una entrevista con Josep Borrell publicada por la revista Vanity Fair que contiene algunos pasajes interesantes. Por ejemplo, respecto a los resultados de las eleciones del 22-M, Borrell explica lo siguiente: Esto enlaza, obviamente, con el optimismo sin par que, según dicen, caracteriza a Zapatero. Y también está relacionado con la sensación de improvisación constante que la gente de la calle tiene de la gestión de la crisis por parte del Gobierno. Hay quien afirma (desde dentro del Gobierno o, cuando menos, desde círculos cercanos) que dicha apreciación es injusta. Pues puede que lo sea. No entro en el tema. Supongo que se trata de algo puramente subjetivo. Pero el caso es que, se pongan como se pongan, la sensación que cualquier observador medianamente objetivo se ha hecho de la política del Gobierno con respecto a la crisis durante los últimos dos o tres años es de completa improvisación y desorientación. Y, no lo olvidemos, estas cosas tienen su importancia en política, por lo que nadie ha de extrañarse de que los votantes hayan pasado factura el 22-M. Por otro lado, con respecto a las medidas económicas del Gobierno a partir del giro de mayo del 2010, Borrell comenta: Vaya mi enhorabuena a Borrell por tocar un punto del que los políticos en activo huyen como de la peste: el problema del endeudamiento privado. Nadie quiere decirle a la gente la terrible verdad: si alto es el endeudamiento público del que todo el mundo habla, peor aún es el privado. No sólo los bancos y los gobiernos vivieron durante los últimos diez o veinte años como si la vida fuera una fiesta continua. Pero son pocos los que tienen la valentía de decírselo así a la gente. Pero Borrell va mucho más allá a la hora de hablar de la política económica del Gobierno de Zapatero: Cuando Borrell habla de los "intereses" del Estado, me parece que se refiere al peso del Estado dentro de la economía que, efectivamente, como indica, está bastante por debajo del de otros países de la eurozona. Por cierto, que también está Borrell en lo cierto cuando apunta con el dedo acusador no sólo al PP, sino también a ciertos sectores dentro del propio PSOE: ¡Menuda carga de profundidad! Cierto, parece claro que Borrell tiene unas cuentas que ajustar con Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pero ello no quita para que dejemos de reconocer su honestidad al acusar no sólo al contrario, sino también a sus propios compañeros de partido, de haber aplicado las mismas políticas neoliberales que Rodrigo Rato y el PP. Y es que parece mentira que el chiringuito haya estado a punto de venirse abajo y sean prácticamente los mismos quienes siguen detentando el poder en todas las instituciones económicas internacionales y nacionales, como si la cosa no hubiera ido con ellos. Merece la pena destacar, por último, un par de comentarios que hace sobre la actividad política en general y su experiencia en particular: Finalmente, a la pregunta de qué es lo que no llegó a hacer que más lamenta, responde: {enlace a esta entrada} [Wed Jul 20 07:36:37 CEST 2011]Aunque se publicó hace ya varios días, no ha sido hasta hoy que alguien me ha pasado un enlace al artículo de Mario Vargas Llosa sobre el incidente de Dominique Strauss-Kahn, titulado Derecho de pernada, que publicó El País el domingo pasado. Creo que merece la pena destacar las siguientes reflexiones: Aunque no estoy de acuerdo del todo con Vargas Llosa en lo que hace al tratamiento que se ha dado a Strauss-Kahn, sí que comparto en líneas generales el fondo y la forma de lo que expone en su artículo. Digo que no comparto lo del tratamiento porque, en primer lugar, es bien cierto que los medios de comunicación y la sociedad en general (y eso nos incluye a todos) r´pidamente se lanzó a asumir la culpabilidad de Strauss-Kahn, a pesar de que había los elementos suficientes para pensar que pudiera tratarse de una operación para quitarse de en medio a un molesto candidato a la Presidencia de la República francesa. Y digo esto sin negar para nada que Strauss-Kahn tiene de hecho un pasado bien oscuro. De la misma forma, estoy de acuerdo con los intelectuales franceses que han criticado la parafernalia de película barata con que las autoridades estadounidenses gustan de presentar a los acusados (esposados, etc.), sin por ello dejar de estar de acuerdo también con Vargas Llosa en el sentido de que eso es lo que estipula la legislación estadounidense y, por consiguiente, eso es lo que ha de hacerse con el acusado, ya sea un pordiosero sin hogar o el mismísimo Presidente del FMI. En ese sentido, estoy de acuerdo con Vargas Llosa que los intelectuales franceses parecen andar algo confusos en sus críticas. En todo caso, el meollo del artículo no es ese, sino el hecho de que todo parece indicar que Strauss-Kahn es un personajillo de medio pelo, quizá incluso algo mediocre, que se cree el rey del mambo por desempeñar ciertos cargos de renombre y aprovecha las circunstancias para abusar de mujeres que se encuentran en una situación de debilidad en comparación con la suya. Como bien dice Vargas Llosa, no se trata tanto de que Strauss-Kahn haya cometido o no un crimen de violación, que eso lo tiene que decidir la justicia, como del hecho de que se trata de un señor sin escrúpulos que seguramente no merece la pena desempeñar un cargo público. Se suele decir en estos casos aquello de que la mujer del césar no sólo ha de ser honrada, sino que además ha de parecerlo. Pues bien, la máxima se aplica perfectamente a Strauss-Kahn. {enlace a esta entrada} [Mon Jul 18 19:12:23 CEST 2011]Leo en Público una entrevista con Cristina Narbona en la que se habla, sobre todo, de la situación de la izquierda y sobre cómo relanzarla. Pero lo que más me llama la atención es la respuesta de Narbona a una pregunta sobre cómo puede haberse llegado a esta situación: Puede que tenga razón eso de regresar a los "valores de siempre" (aunque conviene no confundir eso con un retorno a las herramientas y políticas de siempre, pues la realidad no se queda estática; o, lo que es lo mismo, los valores pueden ser los de siempre, pero han de adaptarse a la realidad circundante), pero aún tiene más en el comentario que hace sobre la naturaleza humana. En la época de vacas gordas ni siquiera nos parábamos a pensar que el modelo económico que sostenía nuestra riqueza no era sino una mera burbuja en el aire. Alguna sospecha existía, sin lugar a dudas, y se mencionaba de cuando en cuando, pero la burbuja era intocable. De ahí que no me guste nada el culpar a los políticos de todos nuestros males. Si Aznar o Zapatero hubieran propuesto hace años un "lento aterrizaje" de la economía española se les hubiera echado de patitas a la calle por querer matar a la gallina de los huevos de oro. Los ciudadanos también somos parcialmente responsables de lo que ha sucedido aquí. enlace a esta entrada} [Mon Jul 18 12:28:34 CEST 2011]No cabe duda alguna de que el editorial de hoy de El País, titulado Final de ciclo, está siendo la comidilla de todas tertulias, tanto las radiofónicas como las televisivas o incluso las de la calle, al menos entre la gente que sigue esto de la política. El contenido es, desde luego, durísimo con Zapatero: Como decíamos, duro, durísimo alegato contra la figura de Zapatero y su legado de gobierno. Por si esto fuera poco, el diario publica también un artículo de opinión firmado por Juan Luis Cebrián y titulado Esta insoportable levedad en el que se viene a hurgar en la misma herida. Por lo que he podido ver en las redes sociales, no son pocos los socialistas que ven estas andanadas en la línea de flotación del PSOE como una maniobra de los editores de El País por "cobrarse ciertas facturas pendientes" del pasado más reciente (en concreto, de los enfrentamientos con el Gobierno sobre las licencias de canales de televisión digital y similares). A mí, en cambio, me parece que esta explicación es excesivamente simplista. No son pocos, de hecho, los votantes y hasta militantes socialistas que subscribirían todas y cada una de las palabras del editorial, aunque les pese y les parezca que de verdad "saca sangre". Lo cierto es que la atmósfera política y social se ha enrarecido tanto que cabe incluso preguntarse si el Gobierno no puede encontrarse con un serio problema de legitimidad no ya legal, por supuesto, sino social y política, si sigue despeñándose de la misma forma que lo ha hecho hasta ahora. La situación parece cada vez más similar a la vivida por el Fianna Fáil en Irlanda. {enlace a esta entrada} [Sun Jul 17 13:46:21 CEST 2011]El País publica hoy un reportaje especial dedicado al septuagésimo-quinto aniversario del golpe de Estado que inició la Guerra Civil española en el que se incluyen declaraciones de conciudadanos que vivieron el conflicto de primera mano. Lo fácil, por supuesto, sería leer únicamente a los del bando con el que uno se identifica (pues, no nos empeñemos en negar la realidad, aunque ya no se viva con la misma pasión y seamos quizá capaces de ver las cosas con mayor distanciamiento y objetividad, la amplia mayoría nos sentimos más cerca de uno u otro bando). Pero, precisamente por eso, prefiero traer a colación aquí las palabras de alguien que luchó con el, por así decirlo, "enemigo". Se trata de las palabras de José María Sáenz De Tejada, ex Jefe del Estado Mayor del Ejército, sobre su experiencia luchando en el bando franquista durante la Guerra Civil. Aparte de decir bien a las claras que no se arrepiente de haber combatido con Franco y contra la República (tampoco hay que andarse con tonterías y exigir nada a estas personas), hace las siguientes declaraciones que merece la pena destacarse: Aunque, conociendo mi afiliación a la izquierda, lo más normal es que alguien espere de mí una oposición frontal a las palabras de Séenz de Tejada, la verdad es que no es así. Si acaso, tan sólo le haría alguna que otra puntualización. Para empezar, como decía algo más arriba, no creo que tenga sentido alguno entrar a estas alturas en exigencias de disculpas y cosas similares. El pasado es lo que es. Hubo un alzamiento al que siguió una guerra civil y, después, cerca de cuarenta años de dictadura con una represión feroz, al menos durante sus primeros diez o quince años. Esa es la realidad y nada podemos hacer por cambiarla. Estamos de acuerdo igualmente en sus palabras sobre los crímenes cometidos por ambos bandos, pues si los falangistas fusilaban a jornaleros por tener simpatías de izquierdas, también en el otro bando se fusilaron a simpatizantes de la derecha. Es más, el asesinato político estaba a la orden del día durante la Segunda República, desgraciadamente. Las circunstancias se habían polarizado lo suficiente como para que así fuera. Haríamos bien en extraer lecciones de aquello, en lugar de usarlo como arma arrojadiza tantos años después. Se me antoja algo estéril el plantearse esto como si se tratara de un derbi futbolístico en el que uno tiene que apoyar a muerte a un equipo u otro. Las cosas no son así. Ahora bien, donde me parece que seguramente estaremos en desacuerdo es en sus comentarios sobre la ley de la memoria histórica. No es que la ley en sí me parezca buena ni mala, sino que me parece interesante que Sáenz de Tejada reconozca a los familiares el derecho a recuperar los restos al tiempo que considera a la ley "innecesaria". No, mire usted, no. Digo yo que de alguna forma habrá que permitir que los familiares puedan recuperar los restos, ¿no? ¿O es que se piensa que va a suceder así porque sí, por la generosidad de espíritu de quienes, como él mismo, combatieron en el bando opuesto? Parece poco creíble, como también parece poco creíble (por no hablar de ético o justo) que mientras que los caídos por el bando vencedor sean conmemorados y reconocidos en calles, plazas y edificios públicos por todo el país, los del bando vencedor estén todavía enterrados en fosas comunes en las cunetas. Está bien eso de pedir que echemos estas cosas en el saco del olvido en nombre de la convivencia de los españoles, pero no que solamente sea uno de los dos bandos el que de forma consistente tenga que olvidar y ser olvidado. A lo mejor lo que hace falta no es tanto olvidar como atreverse de una vez por todas a hablar de la Segunda República y la Guerra Civil de una forma algo menos maniquea. {enlace a esta entrada} [Fri Jul 15 17:42:31 CEST 2011]El País publicaba ayer un artículo de Juan Cruz sobre el vigésimo aniversario de la publicación de Ética para Amador, de Fernando Savater. Todavía recuerdo con mucho cariño cuando compré en la ya desaparecida librería Padilla de Sevilla ese pequeño librito editado por Ariel e, impaciente por ojearlo, decidí entrar en un bar para tomarme un café y poder cuando menos echarle un vistazo al índice y leer algunas páginas. Le da a uno la sensación de que Savater no tenía grandes ambiciones cuando escribió aquella obra, pero aunque sea de forma inintencionada lo cierto es que yo y miles de lectores españoles le guardamos un especial cariño. El artículo de Juan Cruz, muy en la línea del propio libro, comparte con nosotros algunas de las reflexiones que se ha venido planteando Savater sobre temas de lo más actual. Así, cuando Cruz le pregunta sobre qué temas le preocupan especialmente en estos momentos, Savater responde hablando sobre el pirateo de la propiedad intelectual: El virus del todo vale postmoderno. Que conste, hace ya muchos años que algunas lecturas de filósofos postmodernos que hice me sirvieron para atemperar mis ideas, ganar en tolerancia, perder una buena dosis de dogmatismo y ver las cosas con un poco más de humildad. Sin embargo, en el caso del postmodernismo hay que guardarse mucho de no caer en el relativismo absoluto, estéril y hondamente reaccionario, pasivo y pesimista que caracteriza a tantos pensadores contemporáneos. Como bien dice Savater, hay que tener cuidado de no pasarse de progre y proponer que los estudiantes lo decidan todo en asamblea. Está muy bien eso de combatir el autoritarismo, pero eso es una cosa y la autoridad otra bien distinta. Una vez más, me parece que durante los años de la transición a la democracia echamos al bebé con el agua sucia en un desesperado intento de escapar de las cuatro décadas de imposiciones nacionalcatolicistas. Pero digo yo que en algún momento tendremos que darnos cuenta del error y ver si podemos empujar el péndulo un poco más hacia el centro. {enlace a esta entrada} [Fri Jul 15 09:22:50 CEST 2011]The Economist publica un artículo sobre Newt Gingrich y su defensa del llamado "excepcionalismo americano" que merece la pena leer, aunque solamente sea para familiarizarse con el posicionamiento cuasi-teocrático de buena parte de la derecha estadounidense. Tras explicar cómo Gingrich justifica esta excepción en la Declaración de Independencia y, en particular, en su afirmación de que todos los los hombres gozan de ciertos derechos inalienables que le han sido graciosamente otorgados por el mismísimo Dios, por contraposición a la visión secularista de la política, el autor del artículo explica: Pues tiene toda la razón. Pero, claro, para conocer dicha evidencia a la que se refiere el autor resulta que Gingrich y tantos otros ultraconservadores americanos debieran mirar más allá de su propio ombligo y sus maravillosas "excepcionalidades", lo cual desgraciadamente no hacen a menudo. El caso es que, ciertamente, puestos a defender las sociedades con una fuerte identidad familiar, lo mismo debiéramos hablar en favor de los regímenes teocráticos que existen en lugares como Irán o Arabia Saudí al mismo tiempo que, por cierto, las libertades personales son más bien inexistentes. No acierta uno a ver, pues, la conexión entre una institución familiar fuerte, la firme creencia en Dios y las libertades personales de la que habla Gingrich. El caso es que, como bien afirma el periodista de The Economist, lo uno no tiene nada que ver con lo otro. Ha habido en el pasado (y hay en el presente) sociedades que se caracterizan por una firme fe religiosa que atentaron al mismo tiempo contra las libertades personales y sostuvieron gobiernos autoritarios. La clave no está en la fe, sino en la firme defensa de los derechos individuales que nos han acompañado desde los albores de la Modernidad. Lo que ni Gingrich ni muchos ultraconservadores americanos parecen aceptar es el hecho incontrovertible de que tanto la idea moderna de democracia como los conceptos de derechos individuales y libertades personales tal y como los conocemos hoy en día surgieron no con el cristianismo, sino con la Ilustración, el nacimiento del conocimiento científico y la separación de Iglesia y Estado. Algo bien distinto es, eso sí, que debamos reconocer que dichos conceptos hunden sus raíces en la tradición filosófica y cultural judeocristiana, de la misma manera que también bebe (y esto lo suelen olvidar convenientemente los ultraconservadores) de la tradición filosófica grecorromana y el paganismo. Hace falta, por tanto, una visión algo menos dogmática y partidista de la Historia, creo yo. {enlace a esta entrada} [Fri Jul 15 08:54:13 CEST 2011]El País publica hoy una entrevista con los músicos Kenny G y Michael Bolton en la que se subraya, fundamentalmente, el hecho de que la crítica especializada les tiene más bien poco aprecio. No sólo eso, añadiría yo, sino que además no son pocos los ciudadanos de a pie que se los toman a chota a ambos. Sin embargo, uno no tiene más remedio que salir en defensa de estos artistas. No es que su música me parezca especialmente buena ni se encuentre entre mis preferidas, pero está uno un poco harto del esnobismo en estos asuntos. Conforme voy cumpliendo años, más convencido estoy de que, por lo general, este tipo de opiniones negativas hacia tal o cual artista (o, por el contrario, las opiniones positivas) suele extenderse por mimetismo y de forma acrítica demasiado a menudo. Ya hemos visto demasiados casos en los que una obra pictórica o escultórica falsa se hace pasar por la original y no pasa nada de nada. Nadie se da cuenta. Por no hablar de los casos en los que algún encargado de la limpieza arroja una obra a la basura y se procede a cambiarla por otra copia "exactamente igual". Esto último, por supuesto, suele suceder con los artistas de "vanguardia". Sea como fuere, el caso es que se hace bien difícil discernir si realmente hay una serie de criterios objetivos para juzgar las obras artísticas o, por el contrario, todo queda al buen albur del crítico de turno, con sus fobias y manias personales, además de sus amiguetes y sus obsesiones. Por eso no me parece nada descabellado que Kenny G pregunte: Porque, al fin y al cabo, eso es lo que sucede. No iba a ser la primera vez que un artista es adorado como genial hasta que se convierte en superventas. En ese momento, casi por arte de magia, se convierte de buenas a primeras en un mindundi sin clase alguna o, cuando menos, se dice que ha perdido "independencia creativa". En fin, no tengo yo tan claro eso de que podamos hablar de un artista "bueno" y otro "malo", aunque sí que es posible, desde luego, distinguir aquel artista que ha tenido una influencia en la posteridad del que no la tuvo. Pero son dos cosas distintas. Se puede disfrutar perfectamente del artista casi desconocido que no influyó para nada en quienes le sucedieron, sin que por ello hayamos de entrar a ver si se trata de un artista "bueno" o "malo". En definitiva, que como en otros muchos aspectos de la vida, me parece que lo que quizá hace falta es un poco menos de dogmatismo y algo más de apertura mental. {enlace a esta entrada} [Thu Jul 14 12:41:38 CEST 2011]Rebelión publicó hace ya unos días un artículo de James Petras titulado PASOK, panhelénicos, socialistas y kleptócratas que me parece interesante por los paralelismos con algunos elementos del socialismo español: Imagino que a estas alturas el paralelismo resultará más o menos evidente. Después de todo, no parece tan accidental que a finales de los años setenta se hablase del socialismo mediterráneo y se incluyese en el mismo cajón al PSOE, el PASOK y el PS portugués. Las tres sociedades son bastante similares en estos aspectos que aquí describe Petras y, de la misma forma, la estructura de los partidos es también similar. Ni contamos con una clase empresarial seria, innovadora y productiva (son más bien dados al pelotaz y el rentismo), ni el esfuerzo fiscal es equitativo (recae fundamentalmente sobre los asalariados, como bien afirma Petras), ni tampoco los partidos socialistas de estos países tuvieron ocasión (debido a sus respectivas dictaduras) de construir unas estructuras sólidas firmemente ancladas en los sindicatos y la sociedad civil. Por el contrario, el arribismo se convirtió en su momento en la moneda de cambio de los tres partidos socialistas que aquí mencionamos. Eso sí, si acaso, me parece que Petras carga demasiado las tintas sobre el PASOK y deja que la derecha se marche de rositas. Además, aunque la crítica también se aplique a nuestro país en buena parte, no creo que lleguemos a los niveles de ineficiencia y cleptocracia de los que habla el autor. De alguna manera, creo que nos encontramos a medio camino entre países como Grecia o Italia y los países más avanzados del Norte de Europa. {enlace a esta entrada} [Tue Jul 12 13:19:10 CEST 2011]El País publica hoy un artículo de Vicente Verdú titulado La burbuja del morbo ha estallado en el que sostiene que la ola de sensacionalismo exacerbado que se ha apoderado de ciertos medios de comunicación de un tiempo a esta parte puede haber estallado finalmente con el cierre del tabloide británico News of the World: No estoy del todo de acuerdo con lo que afirma Verdú en su artículo. Veamos. En primer lugar, como él mismo indica, ésta no era la primera vez que News of the World se inmiscuía de una forma vergonzosa (y rayana en lo ilegal, si no claramente ilegal) en la vida privada de múltiples conciudadanos, famosos unos, desconocidos los otros. Todo se supeditaba al gran dios de los titulares y, por ende, a la cuenta de resultados. Es más, como el propio Verdú reconoce, News of the World no es el único medio que cae en este tipo de prácticas. Son demasiados los tabloides británicos que se comportan de manera idéntica, aunque quizá hayan tenido algo más de suerte y no hayan metido la pata hasta este nivel. Pero es que, por si todo esto fuera poco, el problema tampoco está limitado al Reino Unido. De hecho, Verdú compara el sensacionalismo de News of the World con el de Sálvame, un programa del canal de televisión español Telecinco. O, para dejarlo bien claro, bien poco ha cambiado con este escándalo, pues las mismas prácticas y el mismo "periodismo" desvergonzado continúa imperando en los medios de comunicación. De hecho, a uno le da la impresión de que News of the World ha sido víctima precisamente del sensancionalismo. O, lo que es lo mismo, que de cazador se ha convertido en cazado y ha caído víctima del mismo tipo de comportamiento que su medio ponía en práctica. Poco (o nada) ha cambiado, por tanto. Cuesta trabajo, por consiguiente, compartir la afirmación de Verdú de que "los hijos envejecidos y ajados de la Revolución Francesa" hayan conseguido nada de nada. La rueda de escándalos continúa dando vueltas. Y si no, al tiempo. {enlace a esta entrada} [Tue Jul 12 12:54:56 CEST 2011]El País publica hoy un editorial titulado El euro, ante el precipicio que conviene leer como aviso a navegantes: El problema, por supuesto, es que los parches se siguen aplicando porque, hoy por hoy, con la estructura que tiene la UE, casi es lo único que se puede hacer, salvo que se logre un consenso de todos los implicados, lo cual es bien difícil. O, lo que es lo mismo, la crisis de la deuda está dejando al descubierto las debilidades de la estructura institucional de la UE. Se mire como se mire, lo que se ha demostrado fehacientemente es que un diseño que combina un mercado único con una moneda única, un poder político disgregado y sujeto a constantes negociaciones para alcanzar una mayoría cualificada que le permita tomar decisiones y un banco central cuya única misión es garantizar que los niveles de inflación se mantendrán bajos conlleva todos estos peligros que estamos viendo. En otras palabras, un sistema así funciona, mal que bien, aunque sea a trompicones, durante la época de vacas gordas, pero muestra todas sus limitaciones en la época de vacas flacas. Sencillamente, la UE no tiene ninguna autoridad a nivel comunitario que pueda hacerse responsable de la deuda de sus estados miembros. No cuenta tampoco con la posibilidad de vender sus propios bonos de deuda, al contrario que la Reserva Federal estadounidense. Solamente tenemos una miríada de países, la mayoría de ellos de pequeño tamaño e incapaces de hacer frente a los ataques de los especuladores internacionales, y una moneda única que no permite las depreciaciones competitivas. Ahí está la raíz última del problema y eso es lo que debemos reformar si queremos que el problema no vuelva a repetirse. Pero, de momento, como se afirma en el editorial de El País, lo urgente es solucionar el problema que tenemos entre manos, antes de meternos en reformas estructurales de ningún tipo. Eso sí, conviene tener bien presente lo que aquí comento para así asegurarnos de que proponemos soluciones acordes con ese otro objetivo final. De lo contrario, no haríamos sino poner obstáculos en un camino que tarde o temprano tendremos que recorrer entre todos. {enlace a esta entrada} [Tue Jul 12 11:43:18 CEST 2011]Un compañero de partido y amigo en Facebook ha colgado un enlace a la noticia que hoy publica Diario de Sevilla sobre el matador de toros Ortega Cano, a quien acaban de dar de alta en el hospital Macarena de Sevilla después de haber sufrido un accidente de tráfico. Como señala el autor del artículo: Comenta mi amigo, y no me queda más remedio que estar de acuerdo con él, que lo más vergonzoso de todo ha sido ver las imágenes publicadas por los principales medios de comunicación que mostraban al equipo médico del hospital despidiendo al torero entre saludos y vítores al darse de alta. Sencillamente, la presunción de inocencia no está reñida con un poco de vergüenza, sentido cívico y, sobre todo, un mínimo de conciencia ética. Ortega Cano será todo lo famoso que quiera, pero el equipo de un hospital público (si no me equivoco, el Hospital Virgen de Macarena donde estaba ingresado el torero es público) debe tener bien presente las circunstancias que llevaron a su ingreso en el centro, por no hablar de la víctima mortal que se produjo como consecuencia de su conducción temeraria, por más que se trate aún de un presunto delito. El caso es que, aunque sólo fuera por respeto a la familia de Carlos Parra, la víctima, debían haber guardado la compostura. Pero, en fin, como las cosas no suelen suceder porque sí, todo esto le lleva a uno a preguntarse a qué pueda deberse tamaña confusión de las prioridades éticas y morales. Y no me queda más remedio, quizá a mi pesar, que mostrar mi acuerdo con la crítica que suele proceder de los sectores más conservadores de nuestra sociedad, señalando que, al tiempo que hemos ido erosionando la moral, hemos ido también abandonando buena parte de unos principios y comportamientos mínimamente éticos sin los cuales se hace bien difícil la vida en sociedad. O, para aclarar un poco las cosas, cuando murió el dictador en la cama del hospital y nos lanzamos alegremente a tirar por la borda todo hábito moral, toda costumbre social que supusiera cortapisa alguna a la libertad del individuo, también abandonamos con ello lo que de positivo tenían aquellas reglas. No debe extrañarnos, pues, que bien poca gente pida las cosas por favor, que casi nadie dé las gracias o que el comportamiento cívico y respetuoso brille por su ausencia en nuestras calles. La verdad es que nos deshicimos de todo ello debido a la errónea creencia de que no eran sino obstáculos al desarrollo del individuo en libertad (curiosamente, por estos lares la liberación que en otros sitios tuvo lugar en la década de los sesenta no llegó hasta bien entrados los ochenta), en lugar de verlos como normas de comportamiento para asegurar la convivencia en el espacio público, que es lo que eran. Podíamos haber apostado por poner dichas normas al día, adaptándolas a la sociedad democrática que entre todos estábamos construyendo poco a poco. Pero, en su lugar, preferimos abandonarlas por completo, sosteniendo que las normas (cualquier norma) eran siempre autoritarias por su propia naturaleza. A lo mejor se trata de la raíz libertaria del español, pero lo cierto es que aquellos polvos trajeron estos lodos y ahora nos va a costar mucho más corregir el rumbo, dejando incluso la puerta abierta a que pueda darse una reacción por hartazgo que conduzca el péndulo nuevamente hacia el otro extremo. {enlace a esta entrada} [Mon Jul 11 12:37:32 CEST 2011]Si mal no recuerdo, hace tan sólo unas cuantas semanas que escribí en estas páginas sobre la decisión del Gobierno de volver a incrementar el límite de velocidad en las autopistas a 120 kilómetros por hora. Ya en aquel momento advertíamos que se trata de una más en una larga lista de decisiones y posiciones del Gobierno que no hance sino enviar el mensaje a la ciudadanía de que se está improvisando constantemente. Pues bien, hoy mismo leemos en las páginas de El País que el crudo sube un 12% desde que el Ejecutivo volvió al límite de 120: ¿Se veía venir o no? Como digo, no se pueden tomar medidas de esta forma y todavía esperar que el ciudadano medio tenga la sensación de que el Gobierno sabe a dónde va y verdaderamente tiene controlada la situación. Hace ya tiempo que andamos en "modo reactivo", como un boxeador tan golpeado que pega derechazos al aire sin saber muy bien de qué va la cosa. Rezonozcámoslo. Solamente así seremos capaces de hacer algo al respecto. {enlace a esta entrada} [Sun Jul 10 16:29:08 CEST 2011]Según leo en el diario Público, el PP propone liberalizar el suelo y recuperar la desgravación por compra de vivienda para luchar contra la crisis. Al parecer, no aprendemos de nuestros propios errores. Todavía nos encontramos inmersos en una crisis que por aquí ha azotado con más fuerza que por otros lugares precisamente debido a la centralidad del mundo de la construcción en nuestra economía y ahora vienen los expertos económicos del PP a decirnos que piensan solucionarlo todo volviendo a aplicar la misma fórmula. La verdad es que no debiera extrañarnos tanto. Después de todo, tanto han repetido que la culpa de la crisis es de Zapatero que han acabado por creerselo y ni siquiera se les ocurre revisar sus propias políticas. O, lo que es lo mismo, la cerrazón maniquea llevada al extremo del propio suicidio. No nos merecemos estos políticos que tenemos. {enlace a esta entrada} [Sun Jul 10 16:22:13 CEST 2011]Magnífica la viñeta de Vergara que vemos hoy en Público: Seguramente dolerá a muchos militantes y simpatizantes del PSOE, pero refleja muy bien lo que bastantes votantes socialistas sienten en su corazón. La gente no es tonta del pelo. El ciudadano de a pie no basa su percepción solamente en los discursos, sino también en la políticas que se aplican. Y, se mire como se mire, Rubalcaba ha sido un miembro destacado del mismo Gobierno que ha venido aplicando unas políticas que difícilmente pueden considerarse de izquierdas. Pero es que, además, por si esto fuera poco, este mismo Rubalcaba tambié fue un miembro destacado de los gobiernos de Felipe González. En fin, que Rubalcaba tiene más bien pocas credenciales para hablar de una nueva sensibilidad política y que le creamos. Solamente alguien tan embebido de política partidista en el día a día como quienes desempeñan sus cargos en el aparato del PSOE pueden no ver esto. {enlace a esta entrada} [Sun Jul 10 16:09:09 CEST 2011]Si alguien dudaba que nuestro sistema de partidos está cayendo muy (pero que muy) bajo, no tiene más que observar lo que acaba de pasar en el País Vasco. Según leemos en Gara, la representante de Ezker Batua, Kontxi Bilbao, ha reconocido que miembros de su partido plantearon al PNV enchufar a afiliados a cambio de su apoyo para conseguir la Diputación de Álava: ¡Qué lejos queda todo esto de aquel celebrado "programa, programa, programa" de Julio Anguita! Y, sin embargo, cualquier que se haya implicado mínimamente en la política en nuestro país sabe que esto está a la orden del día. Los partidos y sus aparatos están tan enquistados en el sistema que ven como algo perfectamente normal el repartirse los despojos a cambio de votos, esforzándose después, eso sí, en justificarlo todo como "apoyo condicionado" basado en "negociaciones políticas". Lo que no nos dicen tan claramente es que en esas negociaciones los programas y los proyectos son casi siempre lo de menos. Lo que más importancia tiene, lo que más tiempo lleva negociar, es siempre el reparto de cargos. {enlace a esta entrada} [Sun Jul 10 15:41:31 CEST 2011]La crispación política parece estar adueñándose de casi todas las democracias avanzadas últimamente. Digo esto a propósito, por ejemplo, de las disputas entre demócratas y republicanos en el estado de Minnesota a cuentas de los presupuestos . Un estado que siempre se ha caracterizado por la moderación de sus políticos, la disposición de unos y otros a llegar a acuerdos de consenso y, sobre todo, por unas políticas relativamente progresistas en comparación con el resto del país, se encuentra en estos momentos en el centro del huracán debido a la cerrazón partidista. Tanto unos como otros, demócratas como republicanos, parecen haberse olvidado de los días en los que apostar por el diálogo y la moderación se veía como algo normal y, por supuesto, se premiaba en las urnas. Y ahí está, precisamente, la raíz del problema. Tal y como se afirma en el artículo del diario local Star Tribune: Aunque por estos lares aún no hemos alcanzado ese nivel de bastardización de la política por el dogma religioso, también hemos asistido a una creciente polarización de nuestro discurso político, lo cual me hace pensar que quizá Mondale no esté del todo en lo cierto. Asimismo, podría pensarse sin duda que nada de esto es sorprendente si tenemos en cuenta el contexto de fuerte crisis económica en que vivimos. Sin embargo, lo cierto es que esta tendencia llevaba ya bastantes años apuntándose en el horizonte. La crispación política aquí en España ya se vivió durante la época de los escándalos de corrupción que atenazaron a los últimos gobiernos de Felipe Gonzáez a mediados de la década de los noventa. Igualmente, el primer mandato de Zapatero se caracterizó también por un ataque sin piedad del PP en todos los frentes. Como no viví en el país entre 1995 y el 2006, no puedo hablar de los años en los que el PSOE se encontró en la oposición, pero no me extrañaría nada oír que la cosa tampoco fue muy distinta. Como digo, la polarización parece estar instalándose entre nosotros, en los EEUU tanto como aquí en Europa. ¿A qué puede deberse esta deriva hacia el dogmatismo y la crispación? Como siempre ocurre con estas cosas, dudo mucho que podamos tratarlo en unas cuantas frases. No obstante, estoy convencido de que la creciente importancia de los mass media y el marketing en el mundo de la política, además de su imparable profesionalización, conduce a una situación en la que se premia más la imagen, la pose, el discurso, los eslóganes de medio pelo y la retórica inventiva e ingeniosa que el contenido, el trabajo, la gestión y la capacidad de dialogar y alcanzar acuerdos. No digo que sea éste el factor principal, pero sí uno de los elementos a tener en cuenta. El debate y el diálogo han desaparecido en favor del ruido mediático y los portavoces vocingleros, faltones y, si me apuran, hasta chulescos. {enlace a esta entrada} [Thu Jul 7 10:37:38 CEST 2011]El País publica hoy una interesante entrevista con Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex-presidente de la Junta de Extremadura. He de reconocer que Rodríguez Ibarra nunca fue santo de mi devoción, lo que no quita para que siempre preste atención a lo que tenga que decir. Se puede o no estar de acuerdo con él, se puede considerar su estilo algo populista, demagógico e incluso faltón en ocasiones (en eso se parece bastante a Alfonso Guerra), pero no son pocas las veces que dice cosas bastante sensatas. En este caso, me da la impresión de que predominan las cosas interesantes. Empecemos, no obstante, por una afirmación con la que no estoy de acuerdo: Sale a la palestra el tema de la limitación de mandatos, algo con lo que estoy completamente de acuerdo. Aquí, la respuesta de Rodríguez Ibarra me parece excesivamente egocéntrica. El proyecto de transformación no debe estar en la cabeza del líder supremo, sino en el partido y, por supuesto, en el equipo de gobierno. La respuesta de Rodríguez Ibarra me parece, como digo, irresponsable, demagógica y egocéntrica, además de poco democrática. Se trata quizá de uno de los muchos resabios de autoritarismo que aún nos quedan de tantas décadas de franquismo y tantos siglos de monarquía absoluta. Pero entremos en el meollo de la entrevista, que no es otro que las opiniones del ex-presidente autonómico y barón socialista sobre la situación en que se encuentra su partido en estos momentos: Comparto todos esos comentarios, aunque creo que se equivoca al afirmar que "la crisis de la izquierda llega porque no se atreve a decir que está dispuesta a revisarlo todo". No, el problema no es ese, sino más bien que la izquierda está siempre dispuesta a decir que pretende revisarlo todo, pero después jamás lo lleva a la práctica. Como dice en otro momento de la entrevista, la gente no es tonta y solamente se le puede tomar el pelo por un período limitado de tiempo. La dura realidad es que, en lo que hace a la formación de nuestros cuadros, hay más bien pocas diferencias entre la derecha y la izquierda. Los intereses creados de quienes ven la política como una carrera a la que dedicarse de por vida son demasiado fuertes como para revisar nada a fondo y tienden, por el contrario, a promover el conservadurismo, al menos como actitud, si no como ideología. Las inercias acaban adueñándose de todo. Eso es lo que hay que solucionar. Mientras tanto, dudo mucho que nadie en el seno del movimiento 15-M preste atención alguna a Rubalcaba si intenta acercarse a ellos. Sencillamente, no tiene credibilidad dentro de ese sector social. Seamos honestos. Reconozcámoslo. {enlace a esta entrada} [Tue Jul 5 17:14:27 CEST 2011]La Cadena SER ha sacado a la luz hoy el borrador de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que prepara el Gobierno, que contiene algunos cambios interesantes: Me parece todo muy sensato. Ya iba siendo hora de que reformáramos un procedimiento que, simplemente, no tenía ni pies ni cabeza en el mundo en que vivimos. No puedo explicar cuántas veces he sufrido intentando explicar a amigos extranjeros que en nuestro sistema judicial el juez es quien investiga la causa y, de hecho, en numerosas ocasiones parece hasta apoyar claramente a una de las partes implicadas. No hay más que echar un vistazo a los problemas que hemos vivido con las diversas investigaciones abiertas por el juez Garzón. Sencillamente, ese no puede ser el papel de un juez. Eso corresponde al fiscal. Ahora bien, no me parece descaminada la sugerencia que ya se ha hecho desde las filas del PP de revisar la propia función de los fiscales y, sobre todo, su proceso de elección, pues se corre el riesgo de que su figura se vea desprestigiada al ser considerada un mero peón del Gobierno de turno (algo que, por cierto, ya sucede en estos momentos, pero que sin duda se vería intensificado con esta reforma). En fin, como de costumbre, esperemos que nuestros representantes tengan al menos la valentía de negociar honestamente un cambio tan importante como éste, dialogar y llegar a un consenso. {enlace a esta entrada} [Fri Jul 1 13:26:06 CEST 2011]Leemos hoy en El País que los niños que comen en el colegio sufren menos sobrepeso. Se trata de un estudio de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria que viene a subrayar ciertos hechos más bien preocupantes acerca del tema en nuestro país: Hay dos elementos del estudio que me llaman la atención. En primer lugar, habría que notar que el problema de la obesidad y el sobrepeso no se limitan tan sólo a esta franja demográfica, sino que también se ha ido extendiendo entre la población adulta. Digo esto porque parece estar de moda culpar del problema a las consolas de juego, cuando el segmento de población adulta también se ve afectada por el sobrepeso y, sin embargo, parece más bien poco probable que ahí se dé una seria adicción a los videojuegos. En otras palabras, que a lo mejor hay otros componentes que debieran considerarse más a fondo antes de agarrarse a los prejuicios de siempre. Lo mismo puede ser que los españoles vemos demasiada televisión y practicamos muy poco deporte (aunque, eso sí, seamos líderes a la hora de verlo en la pequeña pantalla). También pudiera ser que nuestros horarios tradicionales se adapten más bien mal a las condiciones sociales de un siglo XXI en el que la mujer suele trabajar fuera de casa, con lo que ello tiene de falta de tiempo para hacer ejercicio y, por supuesto, cocinar. Bien pudiera ser también que, conforme nuestra sociedad se ha ido enriqueciendo, es mucho más fácil comer más de la cuenta. O lo mismo es que la adoración por la tan cacareada dieta mediterránea está fuera de lugar. Y éste es, precisamente, el segundo elemento que me parece que debiéramos considerar con detenimiento. El mismo autor del artículo afirma que "los niños españoles ya no consumen los productos tradicionales de la dieta mediterránea y eso se nota". ¿A qué "productos tradicionales de la dieta mediterránea" se refiere? ¿Estará hablando de los salchichones, chorizos, butifarras, jamones y demás chacinas? ¿Se referirá a las pringás, churrascos, cochinillos, migas y otras delicias de la carne? Porque todos esos son, que yo sepa, "productos tradicionales de la dieta mediterránea". Le da a uno la impresión de que se ha construido todo un mito en torno a la llamada dieta mediterránea que no hace sino distorsionar la realidad culinaria de la región pues, junto a vegetales y frutas frescas, junto a las tradicionales legumbres, también son igualmente mediterráneos otros productos que, en realidad, no son nada saludables y favorecen el sobrepeso. Habrá que reconocer eso, digo yo. De lo contrario, sólo estaríamos engañándonos estúpidamente. Creo que sería mucho más productivo que las autoridades sanitarias de nuestro país centraran la atención y las campañas no en etiquetas simplistas, sino en un contenido serio y riguroso sobre cuáles son los hábitos de vida que contribuyen a combatir el sobrepeso. Así, sin más. Sin etiquetas que nos llenen de orgullo patrio. {enlace a esta entrada} |