[Fri Sep 30 19:08:46 CDT 2005]

Esta tarde, mientras conducía de vuelta a casa, escuché una entrevista en la radio pública con Karen Armstrong, autora de Islam, A Short History, antigua monja católica y estudiosa de las llamadas religiones del Libro, donde se hacía una defensa de las religiones como algo esencialmente positivo a pesar de sus excesos. Se trata de un tema sobre el que, por lo general, siempre he mantenido una actitud de cierta ambigüedad más o menos calculada. Si bien puedo entender la posición de Armstrong, según la cual hay un elemento positivo que todas las religiones comparten (esto es, la compasión), me da la impresión de que lo mismo puede decirse casi de cualquier creación del intelecto humano: cuando uno investiga a fondo, siempre se encuentra algún elemento altruista que viene a justificar en demasiadas ocasiones los crímenes más abyectos. En este sentido, bien poca diferencia habría entre las religiones que estudia Armstrong e ideologías como el socialismo, e incluso el comunismo y el fascismo. Es cierto, pueden cometerse (y de hecho se han cometido) numerosos crímenes en nombre de estos credos, pero siempre ha sido como medio para un fin loable.

También oí reflexionar a Armstrong sobre las perversas consecuencias del secularismo durante el siglo XX, recordándonos regímenes tan abominables como los de Hitler, Stalin o el mismísimo Sadam Hussein, lo cual contrapuso a la idea de compasión defendida por las religiones. Pero, aun reconociendo los errores del secularismo extremo, ello no quita para que también podamos reconocer sus éxitos: construcción de un sistema democrático liberal con muchos defectos pero que sigue siendo mucho mejor que cualquier cosa del pasado, expansión de la tolerancia en la sociedad civil, ampliación de áreas de libertad individual, cierta domesticación de las tendencias más crueles en el sistema capitalista... En otras palabras, me parece que Armstrong estaba cayendo, con respecto al secularismo, precisamente en el mismo error que achacaba a los críticos de la religión, es decir, concetrarse únicamente en sus efectos negativos, y nunca en los positivos.

En definitiva, creo que la única conclusión que podemos obtener de las experiencias de los últimos tres siglos en este campo no es tanto la necesidad de evitar (o culpar) el secularismo racionalista o la fe, sino más bien la lección sobre los peligros del fanatismo, el dogmatismo y las posiciones rígidas. El problema no se encuentra tanto en tal o cual ideología o credo cuanto en la actitud que tengamos hacia los problemas. ¿Se trata de una actitud moderada, razonable y dialogante, o quizás de una actitud extremista, dogmática y cerrada? La primera, ya esté o no basada en la fe o en la razón secular, puede contribuir a construir un futuro mejor; la segunda, de una u otra forma, casi garantiza horrores y sufrimiento. Si no hemos aprendido esa lección de la historia del siglo XX entonces no hemos aprendido nada. {enlace a esta historia}

[Fri Sep 30 11:22:37 CDT 2005]

Me acabo de encontrar en un blog personal una maravillosa colección de frases ingeniosas del humorista Jaume Perich, de las cuales entresaco algunas aquí:

La Iglesia sigue firme en su postura: la homosexualidad es cosa de maricones.

La gente joven está convencida de que posee la verdad. Desgraciadamente, cuando logran imponerla ya ni son jóvenes ni es verdad.

Que el caracol es comestible y la babosa no lo es, me lo creo. Y además admiro profundamente al tipo que fue capaz de descubrirlo por primera vez.

Cuando nos peguen una patada en los huevos, es mejor ofrecer la otra mejilla, porque si repiten en el mismo lugar, vamos listos.

Aunque la mayoría de los ríos españoles no son navegables, en compensación casi todos son andables.

Fumar en exceso es malo. Beber en exceso es malo. Comer en exceso es malo. Follar en exceso es difícil.

Desde un punto exterior a una recta es posible trazar varias perpendiculares. Eso sí, hace falta estar muy borracho.

Si bien es cierto que el camello es el animal que más tiempo puede permanecer sin beber, es preciso reconocer que cuando bebe se pone insoportable.

Dios hizo el mundo en seis días. Hasta el momento nadie se ha podido explicar a qué venía tanta prisa. Así ha quedado como ha quedado.

A partir de un patrimonio de doscientos mil millones de euros, las personas honradas pueden contarse con los dedos de una oreja.

La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.

A los picapedreros, cuando les condenan a trabajos forzados, les obligan a escribir poesías.

Un fanático es un invidiuo que tiene razón aunque no tenga razón.

Gracias a la guerra uno no solo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.

El mejor control de natalidad sería que las mujeres pusieran huevos. Que quieres tener un hijo, se incuba; que no se quiere tener, te haces un huevo frito.

Es lamentable que, puestos a crear absurdos como el ombligo, Dios no haya provisto el cuerpo humano de bolsillos.

El Quijote no es sólo uno de los libros más leídos del mundo, sino uno de los menos leídos si contamos la gente que no lo ha leído.

A la hora de predicar con el ejemplo, es aconsejable predicar algo que nos guste.

La caridad es la única virtud que precisa de la injusticia.

Hay una cosa más trágica que se un hijo huérfano: ser el padre de un hijo huérfano.

Si Hitler regresara, menuda sorpresa se llevaría: ¡los judíos haciendo la guerra y los alemanes negocios!

Por grande que sea una circunferencia, la parte que queda fuera siempre es mayor.

Hay que exigir que se predique con el ejemplo. Suele dar el mismo resultado pero reduce el número de predicadores.

Política internacional: la mejor prueba de que en los Estados Unidos cualquiera puede llegar a presidente, la tenemos en su presidente.

Geografía: si España fuera Francia, el himno nacional La marsellesa se llamaría La parisina.

Geopolítica: recibe el nombre de "mundo libre" aquella parte del mundo que está en poder de Estados Unidos.

Plegaria capitalista: bienaventurado los mansos, porque ellos me permitirán vivir como en el cielo.

Problema social: si diez albañiles construyen un edificio de cuatro pisos en seis meses, ¿cuántos albañiles serán necesarios para que, juntando sus sueldos de cinco años, puedan comprar uno de esos pisos?

En una Guerra Santa, los valientes que pierden la vida en el combate van directamente al cielo, y los cobardes que quedan con vida van al cielo mucho más tarde, cuando se mueren de viejos.

¿Sabía usted.. que el piloto responsable del bombardeo atómico de Hiroshima no está considerado criminal de guerra, pero que si el Japón hubiera ganado la guerra sí lo estaría considerado?

La esclavitud no se ha abolido, se ha puesto en nómina.

Antes al pueblo se le daba "pan y circo"; actualmente, gracias al progreso, se le vende "pan y circo".

Las cosas: hay cosas propias de hombres y cosas propias de mujeres. Las más divertidas son las cosas propias de hombres y de mujeres.

Máxima: la verdad ni teme ni ofende: joroba.

Mínima: 12 grados bajo cero.

Curiosidad: el único producto del cuerpo humano que puede extraerse en público es el moco.

En fin, que la cosa últimamente va de humor. {enlace a esta historia}

[Thu Sep 29 19:53:35 CDT 2005]

El País publica hoy una de esas viñetas de Romeu que dan que pensar.

Y digo que da que pensar porque, por lo normal, no nos detenemos a considerar en las trampas de la campaña anti-tabaco que se ha extendido por el mundo desarrollado desde hace poco más de una década. Cuidado, porque no me parece mal que se pretenda convencer a la gente para que deje de fumar, y mucho menos que se creen los espacios necesarios para que todos aquellos que no fumamos (entre los que me encuentro yo) no nos veamos obligados a aguantar el humo ajeno. No obstante, como bien señala Romeu, ello no quita para que uno se plantee a qué viene tanta cruzada cuando la contaminación de nuestras ciudades acarrea sin lugar a dudas mayores peligros para la salud de los ciudadanos. La verdad es que sólo se me ocurre una posible respuesta al enigma: es mucho más fácil lanzar una campaña contra las tabacaleras (y, de paso, todo hay que decirlo, tirar a los ciudadanos de las orejas por entregarse al vicio y aumentar el control del personal) antes que hacerle frente a los problemas "intratables" como el tráfico y la contaminación de nuestras ciudades, pues ello supondría el enfrentamiento con ciertos intereses bastante poderosos y con mucho dinero en los bolsillos. {enlace a esta historia}

[Wed Sep 28 19:09:02 CDT 2005]

Ayer se falló el prestigioso Premio Espasa de Ensayo, que este año le ha sido otorgado a la periodista de El Mundo Irene Lozano por su obra Lenguas en guerra. Por lo que se nos cuenta, la obra ciertamente parece intrigante y actual:

Siguiendo a Chomsky y su gramática generativa, Irene Lozano recuerda cómo, en el fondo, todas las lenguas comparten un mismo tipo de estructura y proceso gramatical, y atribuye al relativo aislamiento en que vivían los distintos grupos sociales existentes hace miles de años el que hayan llegado a existir distintas lenguas.

Tras señalar cómo la hegemonía del castellano no es el resultado de la imposición castellana a la que los partidos nacionalistas suelen referirse, la escritora se centra en "los componentes culturales a los que se ha dado más peso a la hora de un conflicto político".

Además, la periodista se muestra muy crítica con esa instrumentalización política, que crea conceptos como el de la "lengua propia" y deja en el olvido la función de una lengua como instrumento para el conocimiento y la comunicación.

(...)

La escritora trata precisamente el concepto de "lengua propia", "los equívocos acerca de este término" en la última parte de su libro, el más interesante a ojos del jurado, en el que, según Amando de Miguel, la autora "se moja" y afirma que "las lenguas, como los derechos humanos, son propias de cada hablante" y que no existen lenguas propias sólo porque el estatuto autonómico diga eso.

Tiene razón Lozano en que a menudo los nacionalistas parecen olvidar que la función esencial de la lengua no es sino la comunicación y el conocimiento, y no la afirmación de nuestras identidades colectivas. Desde el momento en que usamos la lengua como arma arrojadiza para el enfrentamiento político, no cabe esperar sino problemas. Sin embargo, cuesta trabajo creer en una interpretación inocente de la expansión del castellano por la península cuando todos tenemos bien presente las imposiciones de nuestra historia reciente. Siempre que oigo argumentos de este tipo tengo el temor de sean utilizados para justificar desmanes (o, cuando menos, indiferencia) contra las lenguas minoritarias. Hay que evitar las lenguas en guerra, sí; pero también la homogeneización forzosa por imposición autoritaria o semi-forzosa por imposición del mercado. La riqueza cultural es algo que debemos esforzarnos en conservar. {enlace a esta historia}

[Wed Sep 28 18:53:36 CDT 2005]

El Presidente Bush continúa haciendo de las suyas. Ahora resulta que la Casa Blanca ha ordenado en una directiva interna que los distintos organismos del Gobierno federal estadounidense hagan un esfuerzo por ahorrar en su consumo de energía, recomendando entre otras cosas que los funcionarios hagan uso del transporte público para disminuir el consumo de gasolina. Esto, por supuesto, de la misma Administración que no ha hecho sino promover el despilfarro energético desde que llegara al poder en aquellas convulsas elecciones presidenciales del año 2000, sin entrar a considerar la descarada defensa que ha hecho de los intereses de la industria petrolera durante los últimos seis años. En otras palabras, que los mismos individuos que lanzaban comentarios sarcásticos sobre los ecologistas y ni siquiera se planteaban la necesidad de promover energías alternativas o medidas de ahorro, los mismos individuos que se negaban a aceptar cualquier intervención del gobierno en asuntos que considerban puramente privados (el "derecho" a usar vehículos de gran tonelaje para ir a hacer la compra, aunque quemaran gasolina como si se tratara de un tanque) y que jamás han aceptado medida alguna para promover el transporte público ahora vienen a pedir precisamente que nos montemos en el autobús. ¡Hace falta descaro! Lo vengo diciendo hace ya mucho tiempo, y lo vuelvo a repetir ahora: el Presidente Bush ha tenido el acierto de construirse una imagen de auténtico líder con claridad de ideas, pero en realidad no hace sino ir en zigzag constantemente. Ha de haber pocos presidentes en la historia reciente de este país que hayan cambiado tanto de opinión o que hayan caído tan a menudo como este Presidente en el desafuero de hacer un discurso y después aplicar la política contraria de lo que mantiene públicamente. Y, sin embargo, de una u otra forma, siempre logra transmitir la imagen de ser un hombre de convicciones arraigadas e ideas firmes. {enlace a esta historia}

[Wed Sep 28 18:34:59 CDT 2005]

Ahora resulta que la misma Administración Bush que tanto predica la guerra contra el terrorismo está asistiendo impasible al rechazo de la extradición de Luis Posada Carriles, antiguo miembro de la CIA acusado de planear la explosión de un avión perteneciente a Cubana de Aviación en 1976 en el que murieron 73 personas, entre otros actos terroristas. Tras escaparse de Venezuela, donde se encontraba en prisión por los delitos cometidos, huyó a México y cruzó la frontera con los EEUU para pedir asilo en Florida. El Gobierno venezolano formalizó la petición de extradici&ocute;n el pasado 15 de junio, y hoy ha sido rechazada por un juez estadounidense citando la Convención Internacional de Protección contra la Tortura. Que alguien quiera hacerme creer que Posada Carriles podría haber sido sometido a torturas en Cuba, pase; pero, por lo que sabemos, y piénsese lo que se piense de Hugo Chávez, Venezuela es aún una democracia con unas mínimas garantías procesales. En cualquier caso, resulta cuando menos paradójico que el mismo sistema legal que asiste impasible al escándalo de Guantánamo y no muestra reparos en extraditar terroristas a países de conocida mala reputación en materias de derechos humanos como Egipto, Arabia Saudí o Pakistán, ahora nos venga con remilgos a la hora de extraditar a este individuo a Venezuela. Lo cierto es que se trata de un caso clarísimo de hipocresía política, agravado si cabe por el hecho de que hace tan sólo unos días todos tuvimos ocasión de oír los arrebatos conservadores tras la sentencia de la Audiencia Nacional española condenando a miembros de Al Qaida a 27 años en prisión. Resulta que aquéllo era un claro ejemplo, se nos decía, de la falta de decisión del Gobierno de Zapatero en la lucha contra el terrorismo. Imagino que lo de Posada Carriles habrá que interpretarlo como una firme defensa de las libertades, por supuesto. {enlace a esta historia}

[Mon Sep 26 14:52:13 CDT 2005]

Hoy leemos en la prensa que la comisión independiente ha confirmado que el IRA ha destruido la totalidad de su arsenal, y la verdad es que la noticia no puede ser más oportuna, apenas un par de días después de que Zapatero y Rajoy se hayan hecho trizas a cuenta de la política antiterrorista del Gobierno. Y es que los dirigentes del PP no parecen entender que no hay que darle tanta vuelta de hoja: el terrorismo etarra sólo acabará cuando el Gobierno se siente finalmente a la mesa de negociaciones y acepte, cuando menos, algún tipo de amnistía para los presos. Ya sé que duele, y ya sé que son muchos los españoles que no quieren oír hablar de amnistías ni perdones, pero después de todo también acordamos entre todos olvidar los crímenes cometidos durante la larga noche franquista, y el mundo no llegó a su fin por ello. Se puede decir lo que se quiera, se pueden hacer las cuentas de la lechera, se puede uno enfadar y maldecir a los vascos, pero la realidad es que hay un número significativo de ciudadanos vascos que apoya el radicalismo de la izquierda abertzale y justifica los crímenes de ETA. ¿Que todos estaríamos mucho mejor sin estos fanáticos nacionalistas? Pues sí. Claro, que el mundo sería mucho mejor sin muchísima otra gente, pero no por ello vamos a conformarnos con sentarnos cruzados de brazos o remar contra la marea a sabiendas de que no hay quien lo pare. Más sentido tendría partir de lo que tenemos, de los hechos sociales y políticos que han sido sobradamente contrastados hasta la saciedad: hay un buen número de vascos que ve con simpatía el terrorismo etarra, hay otro buen número que mantiene una ambigüedad calculada hacia el mismo, y son aún más quienes quizás estarían dispuestos a votar a favor de un País Vasco independiente en un posible referéndum. Nos puede o no gustar, pero ésa es la realidad. ¿Para qué engañarnos? ¿Qué vamos a conseguir con construir nuestras políticas sobre cimientos inexistentes? Mientras más tardemos en sentarnos a negociar con Batasuna y ETA, más tardaremos en llegar a un acuerdo definitivo de paz. Eso sí, mientras tanto podremos presumir de machada, pero el problema continuará ahí, envenenado nuestra vida política diaria y poniendo obstáculos a lo que de verdad interesa a los ciudadanos: la construcción de una España próspera, en libertad y socialmente justa. {enlace a esta historia}

[Mon Sep 26 09:25:35 CDT 2005]

Contra los pronósticos de todos los agoreros del PP, la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, ha anunciado recientemente que un total de medio millón de inmigrantes regularizados cotizan ya a la Seguridad Social. La regularización se ha producido como consecuencia del proceso abierto por el nuevo Gobierno socialista entre febreo y mayo, y que fue duramente criticado por los dirigentes populares, quienes manifestaron su convicción de que los empresarios no inscribirían a los inmigrantes. Se trata de una medida que diferentes administraciones estadounidenses han aplicado repetidamente, y que parece funcionar en líneas generales pese a la oposición de los elementos más duros del Partido Republicano. Al fin y al cabo, no se trata sino de afrontar un complicado problema social con un mínimo de pragmatismo: el endurecimiento de las políticas de inmigración no va a causar que quienes ya se encuentran en nuestro país vayan a abandonarlo y, además, ignoraría el hecho de que realmente aportan un beneficio económico a la sociedad en su conjunto. Conviene evitar los excesos de ideología cuando intentamos solucionar estos problemas. {enlace a esta historia}

[Sun Sep 25 16:14:11 CDT 2005]

Mientras más veo un sistema político presidencialista en acción menos me gusta. Hoy, sin ir más lejos, pudimos ver todos por televisión la ridícula puesta en escena que se han montado los consejeros del Presidente Bush para darle una pátina de liderazgo y firmeza después del estrepitoso fracaso que se puso de manifiesto con el huracán Katrina. Sentado a una vasta mesa, y rodeado de altos oficiales del ejército, el Presidente tuvo ocasión de oír un informe sobre la situación tras el paso del nuevo huracán Rita y hacer unas cuantas preguntas de lo más simple (mi favorita fue cuando no se le ocurrió otra cosa que preguntar si a lo mejor merecería la pena tener un plan nacional de emergencia a nivel federal). Ni que decir tiene que el objetivo último de la reunión de marras no era mantenerse al tanto de lo sucedido ni coordinar las acciones de rescate, sino únicamente lo que por aquí llaman una photo-op, es decir, una magnífica oportunidad de aparecer en los medios de comunicación de una forma positiva para ver si recupera el apoyo de tantos ciudadanos que le dieron la espalda en los últimos meses. Porque, seamos serios, ¿alguien se plantea siquiera la posibilidad de que Bush (de hecho, cualquier inquilino de la Casa Blanca) pueda de hecho aportar nada a lo al fin y al cabo es una operación de protección civil ante una catástrofe natural? La misma escena en un sistema político parlamentario no nos haría sino reír a carcajadas. Que el Presidente visite las zonas afectadas, muy bien, pero que nos quiera hacer creer que se está encargando personalmente de la coordinación de las acciones es pasarse de la raya por puro beneficio político partidista. Lo que se espera de un dirigente político en estos casos no es que aparezca en la televisión como si fuera un mariscal dirigiendo tropas en el campo de batalla, sino tan sólo que tenga la capacidad de elegir a las personas más adecuadas y profesionalmente capacitadas para llevar a cabo las tareas que se les encomienda. Lo que sucede es que, como venía diciendo, un sistema presidencialista lo convierte todo automáticamente en una oportunidad de vender la imagen del Presidente como líder capaz y visionario. El resultado no puede ser más ridículo. {enlace a esta historia}

[Thu Sep 22 14:56:26 CDT 2005]

Mariano Rajoy sigue erre que erre, por más que haga llamamientos a olvidar el pasado y concentrarse en el porvenir. Ahora, durante el transcurso de las réplicas y contrarréplicas entre Rajoy y Zapatero en el Congreso no se le ocurrió otra cosa que sacar a colación a los GAL. No se trata ya de que los GAL tengan bien poco que ver con Zapatero, sino que además el tema ya ni siquiera está en la conciencia de los ciudadanos. Y es que, después de todo, hace ya más de una década que sucedió todo aquello. Bien está que se mencione cuando tratemos de hacer un análisis de los errores de la política antiterrorista o cuando discutamos los pormenores de la labor de gobierno de Felipe González, pero usarlo ahora como arma retórica durante un debate en el Congreso no hace sino subrayar lo que ya sabíamos todos: que el señor Rajoy, por más que hable de futuro, todavía está anclado en el pasado. Para colmo de los colmos, no se le ocurre otra cosa que acusar a Zapatero de ser el Presidente español que más tropas ha tenido en el exterior y soltar, ni corto ni perezoso, que:

Afganistán es un lugar muy peligroso, es uno de los símbolos más importantes de la victoria del islamismo radical y del terrorismo. Nuestras fuerzas están luchando contra ese enemigo (...). Fue necesario que murieran 17 españoles en Herat para que el ministro de Defensa confesara que en Afganistán se está librando una batalla contra el terror, a la que España contribuye.

Por si a alguien se le ha olvidado, los soldados españols murieron en un accidente de helicóptero, el Presidente español que más soldados ha enviado al exterior fue José María Aznar y, como Zapatero aclaró durante el intercambio, no ha habido bajas en combate en Afganistán mientras que en Irak nuestras tropas sufrieron numerosos ataques de la insurgencia, algunos de ellos de gran gravedad. En fin, que Rajoy y los populares todavía no han encontrado los papeles que perdieron tras la derrota en las últimas elecciones generales. Más vale que se vayan reponiendo porque una oposición sólida siempre es necesaria en un sistema parlamentario, y a este paso van a perder las próximas elecciones por goleada. {enlace a esta historia}

[Wed Sep 21 10:21:04 CDT 2005]

A los norteamericanos más "patrióticos" no les gusta oirme decir esto, pero la verdad es que la situación en Irak va de mal en peor, y ellos lo saben bien. De ahí precisamente que no les guste oirlo. Ayer leíamos en las páginas de El País que el Ejército británico liberó a dos compatriotas arrestados por la policía iraquí, para lo cual no se les ocurrió otra cosa que lanzar un ataque en toda regla contra el cuartelillo de la policía en Basora usando seis tanques. Como consecuencia del ataque, no sólo liberaron a sus dos colegas, sino que también permitieron la escapada de varias decenas de presos comunes que se encontraban en el mismo edificio. Ayer mismo, las autoridades británicas se excusaban afirmando que se trataba de "militantes" que habían arrestado a sus dos conciudadanos, lo cual resulta bastante ridículo a estas alturas de la película. En primer lugar, es cierto que las autoridades locales en Basora no está formada sino por quienes otrora pertenecieran a las milicias chiítas que, por lo tanto, se diferencian bien poco de otras milicias fundamentalistas en países árabes. Por supuesto, lo que las mismas autoridades británicas se cuidan muy mucho de mencionar es que esas milicias se han constituido legítimamente como las nuevas autoridades locales no ya con la connivencia sino hasta con el apoyo de las fuerzas de ocupación. En otras palabras, que quienes arrestaron a los dos ciudadanos británicos no fueron milicias fundamentalistas fuera de control, sino milicias fundamentalistas que llegaron a posiciones de poder gracias a británicos y estadounidenses y que en estos momentos constituyen la autoridad legítima en la ciudad de Basora. Lo que no puede ser es que tanto británicos como estadounidenses cambien la historia según les vaya a ellos. No podemos aceptar que se quiten de enmedio a los antiguos capitostes del Partido Baath, los sustituyan por milicianos chiítas, se empeñen en que todo el mundo los considere la autoridad legítima y en cuanto éstos tomen una medida que no les parece bien automáticamente pasan a ser denominados "militantes" nuevamente. En realidad, lo que el incidente ha demostrado bien a las claras es precisamente lo que la Administración Bush ha estado negando durante meses: las autoridades iraquíes tienen bien poca autonomía, sobre todo si lo que se proponen es tomar una medida que vaya contra los intereses de las potencias ocupantes. {enlace a esta historia}

[Mon Sep 19 10:43:02 CDT 2005]

Ayer se celebraron las elecciones generales en Alemania y, para sorpresa de casi todos, los resultados finales no pueden calificarse sino de empate técnico entre democristianos y socialdemócratas, a pesar del hecho de que la CDU/CSU partía con una ventaja en las encuestas de nada menos que catorce puntos porcentuales. Así pues, una vez más, Gerhard Schroeder se las ha arreglado para salvar el cuello en el último minuto y resurgir de las cenizas. Eso sí, cabe preguntarse cuáles serán las consecuencias políticas y económicas de unas elecciones de las que no cabe concluir un mandato claro. De entrada, la bolsa alemana ha acogido la noticia hoy mismo con una caída a un mínimo de siete semanas, al igual que ha sucedido con el euro como tal. Y es que el nuevo mapa político alemán es bastante complicado: ni los democristianos pueden formar un gobierno de mayoría con los liberales del FDP, ni los socialdemócratas pueden hacer lo propio con Los Verdes, su socio de gobierno hasta este momento. Así pues, las únicas opciones con posibilidades parecen ser las siguientes: un gobierno en minoría formado por democristianos y liberales, lo cual no sería aconsejable debido a la inestabilidad intrínseca a un gobierno que pretende llevar a cabo reformas profundas sin contar con una mayoría en el Parlamento (de hecho, sería aún peor, pues en el Parlamento sí que habría una mayoría clara, pero opuesta a dichas reformas); una coalición entre cristianodemócratas, liberales y verdes que parece poco probable y, para colmo, podría ser suicida para los últimos; una coalición entre socialdemócratas, liberales y verdes (la llamada coalición semáforo, debido al color que identifica a sus miembros) a la que los liberales se oponen de entrada y los dirigentes verdes seguramente tendrían bien difícil explicar a sus militantes de base; una coalición de izquierdas aglutinando a socialdemócratas, verdes y los ex-comunistas, lo cual no parece nada sostenible, debido a la condición que aún mantienen éstos últimos de parias en el sistema político alemán (por cierto, que merecería la pena preguntarse cuándo se pondrá fin a dicha condición, y por qué no parece preocuparnos mucho la condición de ex-comunista y alto dirigente del KGB de Vladimir Putin mientras que lo mismo no se aplica a los alemanes del Este); y, finalmente, una Gran Coalición que, me temo, sería la peor de las soluciones, pues no haría sino radicalizar el discurso de los partidos que se queden fuera y podría incluso favorecer a los grupos neonazis.

En definitiva, que la situación política alemana tras estas elecciones no queda nada clara, lo cual no puede sino afectar negativamente a una Unión Europea que todavía tiene que comenzar a solucionar los problemas creados por la negativa francesa y holandesa a aprobar el nuevo documento constitucional, y cuya economía no termina de sobreponerse a los efectos de la última recesión. Así que en cuestión de unos pocos años nos hemos quedado sin locomotora franco-alemana, y así nos va. Ni tenemos unas instituciones de la Unión lo suficientemente fuertes como para sacarnos adelante por su cuenta, ni el Reino Unido cuenta con la credibilidad franco-alemana para que el resto de los estados miembros puedan seguirle. Eso sí, al menos todavía nos queda la consolación de que en Europa aún contamos con una democracia lo suficientemente auténtica como para que los ciudadanos sean capaces de crear este tipo de crisis solamente con hacer uso del voto. Y eso a pesar de todas las críticas incesantes sobre la falta de transparencia que supuestamente caracteriza a nuestros sistemas, lo cual puede ser cierto en parte pero, como bien queda de manifiesto en estos momentos, todavía permite un nivel de autonomía al electorado mayor que el existente en EEUU, por ejemplo. {enlace a esta historia}

[Fri Sep 16 12:50:50 CDT 2005]

El Congreso aprobó ayer la nueva Ley de Defensa Nacional con el apoyo del PSOE, ERC, IU-ICV, Coalición Canaria y CiU, el voto en contra del PP y la abstención de BNG, PNV, EA y Nafarroa Bai. El elemento más importante de esta legislación quizá sea la obligatoriedad de obtener la autorización previa de las Cortes antes de enviar tropas al extranjero, como ya prometiera Zapatero durante la campaña electoral. Ahora bien, lo que llama la atención es, en primer lugar, la oposición frontal del PP a la medida. Como bien afirma hoy El País en su editorial, parece que se trata más bien de un intento desesperado de evitar contradicciones manifiestas con la acción de gobierno de José María Aznar. En otras palabras, que pese al llamamiento de Rajoy a olvidarse del pasado y mirar al futuro, parece claro que los dirigentes del PP siguen supeditando su estrategia a la defensa de las políticas que llevaron a cabo en el inmediato pasado. Y es que no puede extrañarnos nada. Al fin y al cabo, los líderes son los mismos, y tras la derrota electoral no ha habido cambio generacional alguno en la cúpula del partido. Tan convencidos andan de que les robaron las elecciones que ni siquiera se plantean la posibilidad de cambiar de rumbo.

Pero si me parece curiosa la posición de los populares respecto a este asunto, más interesante aún me parecen los llamamientos del PCE para que la dirección de Izquierda Unida se oponga al proyecto de ley en el Parlamento. En este caso, Alcaraz y compañía intentan ser, nuevamente, más papistas que el Papa. Su posición oficial es que se oponen a la legislación porque se opone a la alternativa defendida por los comunistas "desde hace más de cincuenta años", refiriéndose sin lugar a dudas al hecho de que el proyecto enmarca a las Fuerzas Armadas claramente dentro de la Alianza Atlántica y otras estructuras internacionales. Pero, obviamente, ello no quita para que el proyecto pueda reconocerse evidentemente como un enorme paso adelante, no ya con respecto a la legislación que le precedió, sino sobre todo cuando tenemos en cuenta que el Gobierno del PP pudo enviar tropas a Irak impunemente sin la existencia de debate alguno en las Cortes y pese a la oposición masiva de la ciudadanía. Claro que a lo mejor a los señores del PCE, tan preocupados como andan por su certificado de pureza intelectual, les trae sin cuidado que avancemos o no en este aspecto. Y es que, seamos honestos, lo que realmente parece preocuparles no es tanto la legislación vigente o la política del Gobierno, sino más bien la posibilidad de que no acierten a diferenciarse demasiado de los socialistas y tengan que pagar por ello en las próximas elecciones. {enlace a esta historia}

[Mon Sep 12 07:58:33 CDT 2005]

Leo hoy en las páginas de El País que Rajoy ha emplazado al resto de dirigentes del PP a mirar al futuro y olvidar viejas rencillas, pues "lo que pasó ya pasó". Ya iba siendo hora de que Rajoy se direa cuenta de no es posible continuar por el camino de oposición frontal y constante referencia al pasado que ha marcado su primer año fuera del Gobierno. Eso sí, suena algo cómico leer sus declaraciones sobre la convención que su partido celebrará el próximo mes de febrero, explicando que en ella no se van a "modificar los principios ideológicos, ni modificar cargos orgánicos, ni modificar el programa electoral". No se trata ya de que uno deba preguntarse en qué consistirán los cambios entonces, sino que además da la impresión de que la dirección tiene los cabos bien atados. Y es que da gusto observar el grado de democracia interna que han alcanzado los partidos políticos españoles durante la última década. De hecho, a decir verdad, los congresos del PSOE e IU suelen tener al menos un módico componente de sorpresa en tal o cual documento. Las convenciones del PP, por el otro lado, no puede decirse que hagan gala de mucho dinamismo, la verdad. En otras palabras, que como de costumbre los cambios de los que habla Rajoy se limitarán al estilo. {enlace a esta historia}

[Wed Sep 7 11:02:51 CDT 2005]

Ni que decir tiene que los medios de comunicación estadounidenses llevan ya varios días cubriendo constantemente las noticias del desastre en Nueva Orleans. El impacto económico, de acuerdo a las previsiones de los analistas de la Oficina de Presupuesto del Congreso, puede ser bastante serio, llegando hasta una bajada del 1% en el crecimiento económico del país y la destrucción de hasta 400.000 puestos de trabajo. Sin embargo, ya hay quien habla de las posibles consecuencias políticas del huracán Katrina. Y es que la Administración Bush no solamente ha demostrado una singular incapacidad para prevenir las posibles consecuencias de un desastre natural como el que ha sucedido y, después, para proceder a la pronta evacuación de los afectados y proporcionarles la ayuda necesaria, sino que además ha hecho gala de una clara falta de sensibilidad hacia los sufrimientos de los ciudadanos más pobres y necesitados. De entrada, hemos necesitado nada menos que una semana de críticas constantes antes de que el Presidente Bush se haya atrevido a afirmar en público que se pedirán responsabilidades por la vergonzosa ineficiencia demostrada por las autoridades. Asimismo, también el Presidente aguardó varios días antes de reaccionar y hacer llamamientos a la población estadounidense y a los gobiernos del resto del mundo para que cooperaran en las labores de ayuda a las víctimas. Pero lo más importante aquí no es ya la falta de sensibilidad o liderazgo del Presidente como tal, sino los serios problemas de fondo que han salido a la luz como consecuencia de las inundaciones. Se ha puesto de manifiesto no sólo ante los ojos de los ciudadanos estadounidenses, sino también ante el resto del mundo, que ésta es una sociedad en la que aquellos que tienen los medios para salir de un área afectada por un inminente desastre natural lo hacen, en tanto que aquellos de origen social tan humilde que no pueden permitirse el lujo de pernoctar en un hotel y quizás ni siquiera tienen coche propio son abandonados por sus propias autoridades. En otras palabras, lo que el desastre de Nueva Orleans ha dejado bien claro en todo el mundo es el hecho de que la sociedad estadounidense es tan clasista, injusta y explotadora como cualquier otra, a pesar de todos los discursos patrióticos sobre la sociedad sin clases y el sueño americano. Y he aquí, precisamente, donde tengo que manifestar mi desacuerdo con muchos de los analistas políticos, pues son bastantes quienes, viendo el enorme desgaste de la Admnistración republicana como consecuencia de estos errores, se lanzan a pronosticar la derrota de sus candidatos en las elecciones parciales de noviembre del 2006. La verdad es que no sólo es demasiado temprano para hacer pronósticos sobre esas elecciones (las circunstancias pueden cambiar mucho entre ahora y noviembre del 2006, y siempre es posible iniciar una nueva guerra en algún lugar para elevar el fervor patriótico de las masas justo a tiempo para las elecciones), sino que además el sistema político estadounidense está tan corrupto y paralizado que los demócratas no parecen siquiera haber abierto la boca para criticar tamaño ejemplo de injusticia social, prefiriendo dejar que sean los medios de comunicación los que se encarguen de ello. Tan atemorizados están los políticos demócratas por la posibilidad de que se les acuse de populismo o radicalismo que no están siquiera desempeñando su función de oposición política. Y es que, al fin y al cabo, republicanos y demócratas, demócratas y republicanos, no son sino dos caras de la misma moneda, algo así como la versión norteamericana de nuestra Restauración, donde la alternancia en el Gobierno no pasa de ser sino un mero cambio de caras con similares políticas. {enlace a esta historia}

[Sat Sep 3 08:19:10 CDT 2005]

Hace unos días fuimos a la biblioteca a recoger un libro para mi esposa y, mientras le echaba un vistazo, me llamó la atención la siguiente cita de Mary Wollstonecraft Godwin Shelley:

No man chooses evil because it is evil;
he only mistakes it for happiness, the good he seeks
.

Interesante idea, sobre todo en un ambiente como el que vivimos estos días en los EEUU, donde son demasiados los individuos que parecen ver el mundo con las mismas anteojeras que el Presidente Bush: todo es expresión del Bien o el Mal supremo, y nosotros, los EEUU, somos, por supuesto, el Bien. Y digo que me parece interesante porque, a pesar de que se nos quiera vender la claridad moral como máxima expresión de una profunda convicción religiosa, lo cierto es que la actitud que toma Mary Wollstonecraft es de hecho mucho más consecuente con el espíritu cristiano. Sí, hay gente que toma partido por el mal, pero ni las cosas son tan claras como algunos quieren hacérnoslo ver ni tampoco es posible caracterizarnos a nosotros como el bien, sin más. Precisamente lo que hace las cosas mucho más complicadas es el hecho de que incluso quienes se comportan de manera claramente malévola tienen, en el fondo, buenas intenciones. En su mayor parte, están convencidos de que cometiendo ciertos actos terroristas pueden cambiar el curso de la Historia y "desfacer entuertos". Los medios de comunicación, por su lado, prefieren ignorar esta realidad y hacer el juego al maniqueísmo de nuestros políticos, pues cualquier intento de representar la realidad tal como es (es decir, con todos sus claroscuros) sería automáticamente calificada como impresentable, como acto de traición suprema a una civilización en guerra contra el Mal. Y así nos va. {enlace a esta historia}