Sobre el concepto de empresas zombi y economías adictas a la deuda
[Wed Jan 27 06:54:47 CST 2021]

El New York Times publica hoy un artículo de opinión escrito por Thomas Friedman titulado Made in the U.S.A.: Socialism for the Rich. Capitalism for the Rest que debiera hacernos pensar. Partiendo de la idea bastante extendida (y, en mi opinión, correcta) de que la política económica aplicada en los EEUU (y otras economías desarrolladas, añadiría yo) durante las últimas dos décadas aproximadamente puede etiquetarse como "socialismo para ricos, capitalismo para los demás", Friedman hace varias reflexiones que son en realidad desesperados gritos de socorro. Por ejemplo:

The best evidence is the last year: We’re in the middle of a pandemic that has crushed jobs and small businesses — but the stock market is soaring. That’s not right. That’s elephants flying. I always get worried watching elephants fly. It usually doesn’t end well.

Obviamente, los "elefantes volando" de los que habla Friedman tienen otra denominación más reconocida clásicamente: especulación, pura especulación sin contacto alguno con la realidad. Una tendencia, por cierto, que comenzó en los años ochenta, pero que ha ido a peor desde entonces. La marcha de las bolsas de valores guarda ya poca relación con la salud de nuestras economías, excesivamente dependientes del sector financiero (esto es, especulativo). ¿Quién no sabe a estas alturas que la compraventa de acciones se ha convertido en un mero casino?

Segundo toque de atención:

In the 1980s, “only 2 percent of publicly traded companies in the U.S. were considered ‘zombies,’ a term used by the Bank for International Settlements (BIS) for companies that, over the previous three years, had not earned enough profit to make even the interest payments on their debt,” Sharma [chief global strategist at Morgan Stanley Investment Management, author of The Ten Rules of Successful Nations] wrote. “The zombie minority started to grow rapidly in the early 2000s, and by the eve of the pandemic, accounted for 19 percent of U.S.-listed companies.” It’s happening in Europe, China and Japan, too.

O, como explica Friedman en el propio título de su artículo: "socialismo para ricos, capitalismo para los demás". Lleva razón Friedman, pero se queda corto. No se pregunta por la razón última de todo este frágil montaje. Él parece achacarlo simplemente a la aplicación de políticas económicas erróneas debido a la influencia de las élites empresariales sobre nuestras instituciones políticas (algo que, dicho sea de paso, no debiera sorprender a nadie medianamente familiarizado con la tradición marxista, pero que sorprende a Friedman), pero no acierta a preguntarse si quizá el sistema mismo no lograría sobrevivir si no fuera por este recurso constante y excesivo a la deuda para sostener un edificio que a todas luces amenaza con derrumbarse de un momento a otro. O, para explicarlo de otra manera, el problema no es de políticas equivocadas, élites malintencionadas y lobbies poderosos, sino de un sistema económico (toda una civilización, quizá) que no es sostenible. Y así, llegamos, a la siguiente conclusión:

Alas, though, big companies are becoming huge and more monopolistic in this easy money, low interest rate era. It is not only because the internet created global winner-take-all markets, which have enabled companies like Amazon, Google, Facebook and Apple to amass cash piles bigger than the reserves of many nation-states. It’s also because they can so easily use their inflated stock prices or cash hordes to buy up budding competitors and suck up all the talent and resources “crowding out the little guys,” Sharma said.

Meanwhile, he added, as governments keep stepping in to eliminate recessions, downturns no longer play their role of purging the economy of inefficient companies, and recoveries have grown weaker and weaker, with lower productivity growth. So it takes more and more stimulus each time to prop up growth.

This is all actually making our system more fragile.

O sea, como veníamos, diciendo, que el problema es estructural. Podemos permitir que el capitalismo se "rejuvenezca" a costa de recesiones, destrucción de empresas, desempleo y miseria o, por el contrario, podemos aplicar políticas de rescate para evitar las negativas consecuencias sociales de dichos "ajustes", pero entonces nos estamos condenando a un futuro de crecimiento económico excesivamente lento y a la presencia de empresas zombi que solamente sobreviven gracias a su influencia política. ¿Les suena? Eso ya lo dijo Marx hace más de un siglo. Hoy podríamos añadir algo más: si la economía capitalista necesita de un crecimiento constante, ¿cómo diantres puede eso ser compatible con la preservación del planeta? Todos sabemos la respuesta. Friedam también. Otra cosa es que no queramos aceptar las consecuencias. {enlace a esta entrada}

Asalto al Capitolio
[Thu Jan 7 09:06:06 CST 2021]

Ayer mismo escribía sobre el virus populista y cómo parece corroer hasta las democracias más sólidas. Pues bien, ayer mismo asistimos perplejos al asalto al Capitolio perpetrado por los seguidores de Trump poco después de que el Presidente les jaleara en un mitin. Las fuerzas del orden se vieron obligadas a sacar sus armas y, por lo que leemos en la prensa, varias personas murieron por distintas causas (aunque el menos una de ellas murió debido a un disparo). Poco antes, Trump, en un increíble alarde de irresponsabilidad y egocentrismo (incluso para él), había lanzado un incendiario discurso a sus seguidores en la explanada que se encuentra situada justo destrás del Capitolio e hizo un llamamiento a que se dirigieran al edificio para mostrar su desacuerdo con la certificación de las recientes elecciones presidenciales que se estaba llevando a cabo dentro del mismo. El hecho es que, al final, la turba logró entrar en el Capitolio y todos tuvimos ocasión de ver unas imágenes más propias de una república bananera que de los EEUU. El que el Presidente de la que todavía es la principal superpotencia del mundo vaya a finalizar su mandato de esta forma (asumiendo que no cree aún más problemas en las dos semanas que le quedan en la Casa Blanca) debiera llevarnos a todos a reflexionar sobre las nefastas consecuencias del populismo y la demagogia aplicadas a la política. Ya vimos algo parecido con el ascenso del chavismo en Venezuela, pero ahora somos testigos de los estragos que pueden hacer incluso en una democracia avanzada. {enlace a esta entrada}

El populismo corroe hasta las democracias más sólidas
[Wed Jan 6 11:33:05 CST 2021]

El avance del virus populista parece estar poniendo en jaque hasta a las democracias liberales más asentadas. Los diez Secretarios de Defensa de los EEUU más recientes, de un bando y de otro, publicaron ayer un artículo de opinión en las páginas del Washington Post advirtiendo del peligro de involución y pidiendo a las fuerzas armadas estadounidenses que se mantengan al margen de la dsputa política. ¿Quién iba a pensar hace apenas unos cuantos años que una democracia liberal tan asentada como la de los EEUU iba a afrontar este peligro.

(...)

More recently, Panetta points out, the president held a meeting in the Oval Office to discuss possible military options for overturning the election. Former national security adviser Michael Flynn was present at the meeting. Flynn said during a December 17 interview with Newsmax that Trump “could take military capabilities and he could place them in those states and basically rerun an election.”

It’s unlikely that the military would respond to such a presidential order. Nor would it be likely to enforce a declaration of martial law, another idea that was discussed in Trump’s circle. But there’s still a danger that the military could be activated in another, more roundabout, way.

On Wednesday, Congress will count the Electoral College votes that have already been certified by the states. Numerous GOP members of Congress plan to object to some states’ electoral college votes in a futile last-ditch effort to nullify Joe Biden’s victory. But it’s what will be happening on the streets of D.C. that might matter more.

Trump is now urging his supporters to show up and rally in the capital on Wednesday, when the electoral votes are counted. Mike Allen of Axios says a defense source told him that the Defense Department is expecting tens of thousands of people, mainly Trump supporters, to converge on the city. Some will be armed. D.C. police arrested Proud Boys leader Enrique Tarrio on Monday, and he was carrying two high-capacity firearm magazines. Anticipating violence, D.C. mayor Muriel Bowser has already called out the National Guard. It’s possible that such rallies could be held in other major cities around the country, either in tandem with the D.C. rally or in response to them.

As Washington Post columnist David Ignatius pointed out in December, Trump may hope that if these rallies become sufficiently violent and destructive they may provide him with a pretext to call out the military “to restore order” under the Insurrection Act of 1807, which gives U.S. presidents the authority to deploy active-duty military to maintain or restore peace in times of crisis.

Se trata, en mi opinión, de un claro aviso para navegantes. El populismo, ya sea el de derechas o el de izquierdas, no acaba trayendo sino desgracias a medio y largo plazo. {enlace a esta entrada}