El País publica hoy una entrevista con Andreas Schleicher, padre del renombrado Informe PISA, en el que el experto afirma lo siguiente:

Hay mucha gente en España que completa titulaciones universitarias avanzadas y tiene dificultades para encontrar un buen trabajo. Y al mismo tiempo, los empleadores españoles dicen que no encuentran a las personas con las habilidades que necesitan. Ese es el problema fundamental. Tienes al sistema educativo preparando para un mundo que ya no existe y no haciéndolo para el mundo que estamos viendo emerger. Es duro para los padres aceptar que el mundo de nuestros hijos es diferente a la imagen que tenemos del nuestro. Pero en eso consiste la educación. En preparar a los estudiantes para su futuro, no para nuestro pasado.

Mucho me temo que no estoy de acuerdo con el experto, aunque se trata sin duda de una afirmación que oímos a menudo. Sencillamente, el hecho de que quienes se salen titulados de las universidades españolas no acierten a encontrar trabajo fácilmente no implica para nada que se trate necesariamente de un problema del sistema educativo. Para empezar, es bien posible que los estudiantes obtengan sus titulaciones en áreas de conocimiento que no son las que demandan las empresas. Pero es que, además, cabe también la posibilidad de que, incluso si lo fueran, los puestos de trabajo que ofrecen las empresas españolas no sean lo suficientemente atractivos comparados con los de países extranjeros. O, para ser más claro y conciso: la economía española ha tenido un problema estructural para ofrecer suficientes puestos de trabajo desde hace bastantes décadas. En la época del franquismo, el problema se "solucionó" exportando mano de obra al Norte de Europa. Desde la Transición para acá, sencillamente, hemos tenido constantemente unas cifras de desempleo bastante altas. Da la impresión de que esto tiene bien poco que ver con el sistema educativo, sino más bien con nuestra economía. {enlace a esta entrada}