[Mon Feb 25 13:45:52 CST 2013]

Aunque corro el peligro de que me consideren demasiado pacato y tradicionalista, he de reconocer que no me convence del todo la tendencia (tan propia de nuestra postmoderna sociedad contemporánea, por otro lado) de tomárselo todo a la ligera, quedarse en lo superficial y, sobre todo, conceder la mayor importancia a las cuestiones de imagen. Viene esto a cuento de lo que los medios de comunicación presentan hoy como la sorpresa de los Oscar, esto es, que Michelle Obama fuera la encargada de anunciar el premio a la mejor película durante la gala que tuvo lugar ayer. Vaya por delante que, como todas estas cosas me importan bien poco, ni siquiera me había molestado en seguir la gala de la entrega de premios, así que no me enteré de la noticia hasta que lo leí en el web de El País esta misma mañana. Como digo, no creo que merezca la pena detenerse demasiado en este tipo de anécdotas, pues al fin y al cabo, al comentarlas, no hacemos sino seguirle el juego a quienes se empeñan en vender cualquier trivialidad como la noticia más importante de la jornada. Y, sin embargo, uno no puede evitar la sensación de que todo esto se enmarca en una tendencia social que ya se instaló hace tiempo entre nosotros, y que consiste en huir de todo tipo de formalidad como si se tratara de la peste. Creo recordar que ya he dejado escrito en otras ocasiones el hecho de que yo, desde luego, no soy nada aficionado a las formalidades, ni en el vestir ni en el trato en general. Pero ello no quita para que uno deba de reconocer que tampoco debemos caer en el error de tomarse a chota hasta aquellas instituciones que, al menos en teoría, debieran considerarse tan fundamentales para nuestra sociedad que quizá merecen ser tratadas con algo de respeto y seriedad. Sucede, por ejemplo, con el poder político, pero también con el religioso o, incluso, el de un director o directora de escuela. El igualitarismo mal entendido se esfuerza por mostrar que hasta los presidentes, sacerdotes y directores son como nosotros, por lo que bien pueden participar en una entrega de premios cinematográficos, un programa de variedades en la televisión o incluso un concurso de baile. En fin, ¿qué más da? ¿No somos todos iguales? Sí, cierto, como individuos en un Estado de Derecho debemos responder igualmente ante la justicia (cosa que, por cierto, no sucede demasiado a menudo), pero las instituciones deben tomarse con un poco de gravedad. En fin, que no me ha gustado nada el "detalle" de Michelle Obama. No me parece propio del cargo que desempeña (por cierto, asunto bien diferente es si la esposa del Presidente de los EEUU debe desempeñar cargo alguno por el mero hecho de estar casada con él, pero ese as un asunto bien diferente). {enlace a esta entrada}

[Fri Feb 22 11:17:06 CST 2013]

Hay ocasiones en las que las noticias de mi país me sacan de quicio. Por ejemplo, leo en El País que Pere Navarro recibe críticas de todos los partidos por pedir la abdicación del Rey. Se le ha dicho de todo. Y, por supuesto, se han hecho llamamientos a la disciplina, a la unidad y mil otras sandeces. Pero, vamos a ver, ¿creemos en la democracia o no? Si los partidos políticos se encargan (se supone) de canalizar las inquietudes de los ciudadanos hacia las instituciones, ¿por qué diantres preocupa que un dirigente exprese, sencillamente, lo que cientos de miles (quizá millones) de ciudadanos piensan y dicen en la calle sin tapujos? ¿Qué democracia es ésta, en la que se rehúye el debate en nombre de la disciplina y la unidad? De hecho, Pere Navarro no se extralimitó, ni tampoco recurrió al insulto ni la rechifla, como por desgracia suelen hacer muchos otros políticos. Sus palabras fueron sensatas, razonables y comedidas, independientemente de lo que cada cual pueda pensar sobre el contenido. ¿Es que tampoco se puee hacer eso? ¿Es que hasta eso hay que esconder de los ciudadanos? Vuelvo a preguntar: ¿qué democracia es ésta? {enlace a esta entrada}

[Thu Feb 21 13:56:30 CST 2013]

Menuda se lió recientemente a cuenta de las protestas que se produjeron durante la entrega de los premios Goya 2013 este pasado domingo. Al principio, preferí ignorarlo porque este tipo de cosas me parecen de lo más inútil y superficial, pues al fin y al cabo no son sino protestas de cara a la galería por parte de quienes pueden considerarse entre los más privilegiados en nuestra sociedad. En otras palabras, que se me representa como un claro ejemplo de la inutilidad del la conciencia progre únicamente preocupada con la imagen. Chocolate del loro, para que nos entendamos. ¿Por qué me he decidido, entonces, a escribir unas cuantas palabras sobre el tema? Pues porque hoy mismo he visto que alguien había subido a Facebook un dibujo que presenta una figura que obviamente se parece a Maribel Verdú junto a un texto que puede que sea completamente cierto o no, pero que de todos modos viene a explicar a la perfección a qué me estoy refiriendo:

"Hola, me llamo Maribel Verdú y trabajo en el cine español, estoy casada con un empresario que tiene siete teatros, SIETE, mis amigos y yo nos dedicamos a hacer películas con el dinero de los impuestos de los ciudadanos, luego, si esos ciudadanos quieren verlas tienen que pasar por taquilla, abonarse a una tele de pago o comprar una copia original en su soporte favorito, porque las descargas son un crimen, ya sabéis. También hago anuncios, de hipotecas del Banco de Santander, por ejemplo, esta es una entidad líder en muchas cosas, desahucios sin ir más lejos. Y fui imagen de el Corte Inglés, que es una empresa donde ni siquiera se permiten los sindicatos. Ayer me dieron un premio Goya, por una película en la que matamos varios toros, mira que yo hice campaña para promover la adopción de galgos y eso... bueno, a lo que iba, que en los agradecimientos, enfundada en un modelito de Raf Simmons para Dior y con joyas de Bulgari, denuncié este injusto sistema que roba a los pobres para dárselo a los ricos. Molo un montón."

Como digo, los detalles puede que sean ciertos o no (o, como sucede las más de las veces, quizá sean parcialmente ciertos), pero de lo que no me cabe duda alguna es de que el mensaje es generalmente acertado. Aunque a quienes nos consideramos de izquierdas no nos guste cuando la derecha critica estas cosas, la verdad es que el progresismo cool (la izquierda caviar, como se la denominaba en otros tiempos) es de lo más contradictorio que uno se pueda echar a la cara. Si acaso, demuestra cómo la socialdemocracia de nuestros días se ha convertido a marchas forzadas en una especie de liberalismo con conciencia social similar al partido de Canalejas durante la Restauración. Vivimos, qué duda cabe, en la sociedad del espectáculo, donde todo son luces y bambalinas, simulacro de realidad, mera representación teatral. Mientras tanto, los partidos socialistas han abandonado ya hasta las formas de antaño y se presentan como lo que son, meras cáscaras liberales vacías por dentro. Como decíamos, liberales con conciencia social y un cierto progresismo en asuntos como los derechos de las minorías y parecidos. Por lo demás, cuentan entre sus filas de dirigentes y simpatizantes con un buen número de ricachones, igualito que los partidos de derechas. De hecho, recientemente, mientras leía una noticia sobre el "socialista" francés Domonique Strauss-Kahn me pareció simpático leer que se le describía como el "multimillonario socialista". ¡Cosas veredes! {enlace a esta entrada}

[Thu Feb 21 11:30:07 CST 2013]

Hace ya un par de semanas, tras oír a uno de mis hijos referirse al libro Hungry Planet, de Peter Menzel, decidí sacar una copia de la biblioteca (por cierto, las bibliotecas públicas aquí en Minnesota le dan veinte mil vueltas a las que he visto en España, aunque también es cierto que por aquí es una institución que cuenta ya con una historia y una tradición de apoyo popular que sobrepasa los cien años) y echarle un vistazo. De forma parecida a otro famoso libro que el propio Menzel publicara con anterioridad (Material World: A Global Family Portrait, mostrando el interior de las casas de medio mundo), el autor muestra en este volumen un buen número de fotografías con los alimentos que la gente de este amplio y vasto mundo come durante una semana. Y, al igual que en el caso del libro anterior, lo que llama la atención de este otro volumen es, por un lado, la enorme disparidad que aún se ve de un país a otro en lo que respecta al nivel medio de vida y, por otro, desgraciadamente, cómo ciertos alimentos y costumbres se han ido extendiendo imparablemente junto a la expansión de la civilización occidental por todo el planeta, llevando consigo un claro proceso de homogeneización que a la larga puede hacer más daño que otra cosa. Merece la pena observar las diferencias por uno mismo. Ahí van unas cuantas fotos. Se trata, por orden, de las fotos tomadas en Japón, Gran Bretaña, los Estados Unidos, Ecuador, Guatemala, India y el Chad:

Aparte de la clara diferencia de nivel de vida, me parece digno de resaltar otra cosa: a mayor nivel ecoómico, más color en la mesa, pero proveniente del empaquetado de toda la comida procesada que consumimos. Interesante paradoja: a mayores ingresos, mayor abuso de la comida basura y menor presencia de la comida saludable. Se trata de algo que, por supuesto, ya sabíamos. Pero estas fotos lo confirman sin lugar a dudas. Tiene poco de extraño, pues, que estemos viendo una expansión imparable de la obesidad y la diabetes en nuestros países. {enlace a esta entrada}

[Thu Feb 14 07:56:34 CST 2013]

El descaro y la desvergüenza con el que los líderes del PP están tratando el tema del escándalo Bárcenas tumba a cualquiera de espaldas. Y, de entre todos ellos, Carlos Floriano, el vicesecretario de Organización del Partido, es, sin lugar a dudas, quien se lleva la palma. Hoy, sin ir más lejos, leemos en El País que Floriano defiende que el PP pagara la Seguridad Social de Bárcenas:

El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, ha justificado que el partido pagara a Luis Bárcenas la Seguridad Social pese a haberle despedido y aunque expertos consideren que es un fraude de ley. Floriano ha asegurado hoy en los pasillos del Congreso que "para nada" se trata de un fraude de ley, y ha explicado que la relación laboral se extinguió con el despido y luego se pactó con el extesorero pagarle los gastos de la Seguridad Social. Floriano lo ha justificado diciendo que es "algo que se viene haciendo".

Ahí, en esas pocas palabras, se resume toda una actitud de desvergüenza, arrogancia, dejadez y chulería. Sabemos, de entrada, que miente (y mal, muy mal, por cierto). Se nos dijo que el PP había despedido a su extesorero cuando, después, nos hemos enterado por la prensa de que tenía un despacho personal en la oficina de la calle Génova hasta diciembre de 2012, se le han ido enviado pagos precisamente hasta esa misma fecha (aunque, según los líderes del PP, se le despidió en el 2010, pero, según dicen, se acordó entonces reembolsarle el finiquito en pagos fraccionados de frecuencia mensual que, casualmente, se extendieron hasta que el escándalo estalló en diciembre del 2012) y, por último, ahora nos enteramos de que le pagaban hasta la Seguridad Social (lo cual, por lo que leemos, es fraudulento). ¿De verdad se creen que somos tan idiotas? Por cierto, una vez más, llama la atención la facilidad con la que nuestros partidos políticos (¡y hasta nuestra Administración Pública!) incumplen descaradamente las propias leyes que aprueban, poniendo con ello en entredicho las bases mismas de lo que se define como un Estado de Derecho. En este sentido, la explicación de Floriano de que se trata de "algo que se viene haciendo" es un auténtico sarcasmo. Nuestros legisladores (y nuestros partidos políticos, y nuestros líderes políticos, y nuestras instituciones) no deben hacer algo porque es "algo que se viene haciendo", sino porque es lo correcto, ético y legal. Tamaña confusión moral tumba de espaldas, sobre todo cuando proviene de alguien que, se supone, ha de dirigirnos.

No me cabe duda alguna de que ha llegado el momento de hacer tabla rasa con toda esta caterva de sinvergüenzas y aprovechados. Como he explicado en otras ocasiones, eso no quiere decir que hayamos de entregarnos a aventurismos populistas, que debamos desmontar las instituciones de la democracia representativa, ni tampoco que haya que salir a la calle a incendiar contenedores de basura y coches. Bastaría con que, en las próximas elecciones demos la espalda a PP y PSOE como responsables (que lo son) de la situación general en que se encuentra el país en estos momentos y demos la oportunidad a otros partidos. Sí, eso no va a cambiar las cosas radicalmente. Cierto, lo más probable es que la casta de vividores que ahora mismo medra en las filas del PP y del PSOE se cambie de filas en cuanto tenga una oportunidad. Pero, al menos, es posible (subrayo: posible, tan sólo posible, nada más) que nos dé el tiempo suficiente como para sentar las bases de un nuevo edificio algo más saneado. Y, por supuesto, nada de ello contribuirá a solucionar los problemas de fondo si al mismo tiempo no se produce también una transformación de la mentalidad de nuestra sociedad en su conjunto. El liderazgo que nos hace falta en estos momentos no es sólo político, técnico, sino también ético, filosófico y espiritual. Sencillamente, la sima en que nos hemos hundido es tan profunda que no acierto a ver cómo podamos salir del agujero de otra manera. {enlace a esta entrada}

[Mon Feb 11 17:01:36 CST 2013]

Hace unos minutos me dio por hacer un poce de investigación en la Red sobre el tema de la salinización de las tierras y me he encontrado un interesante artículo firmado por Paul Krugman y publicado en el diario The New York Times allá por el año 2003 en el que se nos advierte de los problemas ambientales que nos iban a acechar durante este siglo XXI y que, en su mayor parte, como viene siendo la costumbre, cayó en saco roto. Así. Krugman nos advierte:

Since we're stuck in Iraq indefinitely [this was written during the war], we may as well try to learn something. But I suspect that our current leaders won't be receptive to the most important lesson of the land where cities and writing were invented: that manmade environmental damage can destroy a civilization.

When archaeologists excavated the cities of ancient Mesopotamia, they were amazed not just by what they found but by where they found it: in the middle of an unpopulated desert. In "Ur of the Chaldees," Leonard Woolley asked: "Why if Ur was an empire's capital, if Sumer was once a vast granary, has the population dwindled to nothing, the very soil lost its virtue?"

The answer —the reason "the very soil lost its virtue"— is that heavy irrigation in a hot, dry climate leads to a gradual accumulation of salt in the soil. Rising salinity first forced the Sumerians to switch from wheat to barley, which can tolerate more salt; by about 1800 B.C. even barley could no longer be grown in southern Iraq, and Sumerian civilization collapsed. Later "salinity crises" took place further norht. In the 19th century, when Europeans began to visit Iraq, it probably had a population less than a tenth the size of the one in the age of Gilgamesh.

Importante lección la que debíamos haber aprendido de ésta y otras muchas historias. Y, sin embargo, no parece que hayamos sacado conclusión alguna, a juzgar por nuestro modo de vida. De hecho, el propio Krugman anda empeñado en estos momentos en convencer a los líderes políticos de medio mundo para que incrementen el gasto público casi a cualquier coste para así poder relanzar la actividad económica... actividad económica que, por supuesto, entre otras cosas, conduce a la progresiva salinización de las tierras, además del progresivo agotamiento de los recursos naturales y ls polución del medio ambiente. Y es que, como suele suceder, nos damos cuenta de estas cosas cuando nos paramos a reflexionar pero, por lo general, nos limitamos a tirar para adelante como mulas con anteojeras, aceptando sin más la sabiduría convencional que heredamos de nuestros antepasados y nos enseñaron en la escuela. {enlace a esta entrada}

[Mon Feb 11 14:42:20 CST 2013]

Mientras echaba un vistazo a las noticias españolas, me encontré con esta noticia publicaba por el diario El Mundo acerca del discurso de una joven socialista española en una reunión de la Internacional Socialista cuyo video (ver abajo) bien merece ver durante unos minutos. Según nos cuenta el periodista:

[Beatriz] Talegón, ex concejal del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo (Guadalajara) y con una carrera meteórica a sus espaldas, dejó boquiabiertos con su discurso a los asistentes al Consejo de la IS [Internacional Socialista], celebrado la pasada semana en un hotel de cinco estrellas de Cascais (Portugal), con delegados de un centenar de partidos de todo el mundo a los que abronca acusándoles de ser los responsables de la grave situación actual.

"Me sorprende mucho cómo pretendemos remover la revolución desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo. Me pregunto de verdad si nosotros podemos darle a los ciudadanos una respuesta cuando vosotros, líderes políticos, les decís que los entendéis, que sufrís porque somos socialistas. ¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro?, ¿de verdad podemos entender lo que estamos pidiendo al mundo desde un hotel de cinco estrellas?", asegura en el discurso.

Desgraciadamente, no hemos sido los socialistas del mundo los que hemos animado a la gente a salir a la calle ni a movilizarse, y lo que debería dolernos es que ellos están pidiendo democracia, están pidiendo libertad, están pidiendo fraternidad, están pidiendo una educación pública, una sanidad pública y nosotros no estamos ahí", continúa Talegón en un discurso que circula por las redes sociales con gran éxito.

La dirigente de las Juventudes Socialistas españolas abronca a los líderes socialistas y les acusa de "ser los respomsables de lo que está pasando. Luego os llenaréis la boca en vuestros discursos hablando del desempleo juvenil, de que os preocupan mucho los jóvenes: no os preocupamos en absoluto porque nos tenéis aquí y ni siquiera venís a pregutarnos cuál es nuestro punto de vista".

"Tenemos mucho que decir porque a la gente le interesa saber qué piensan los jóvenes, porque somos nosotros los que estamos pagando las consecuencias de vuestra acción o de vuestra falta de acción".

Se puede decir más alto, pero no más claro. Los políticos socialistas son, hoy por hoy, parte del problema. Y lo son porque de socialistas solamente tienen el nombre. Una vez profesionalizados por completo, una vez neutralizado el socialismo como filosofía, como forma de vida, como ética incluso, lo que queda es el liberalismo progre que todos conocemos, es decir, mera gestión de lo existente. Nunca he sido favorable a la opción comunista, con la que jamás simpaticé. Sencillamente, no es mi tradición. Prefiero apostar por el reformismo y la democracia. Eso sí, han de ser un reformismo radical y una democracia en profundidad. No entiendo cómo puede concebirse el socialismo de otra forma. Y, por supuesto, el socialismo, además de una ideología política es, sobre todo, creo yo, una filosofía, un modo de estar, una ética personal. En fin, ahí va el video:

{enlace a esta entrada}

[Mon Feb 11 12:34:43 CST 2013]

De un tiempo a esta parte, el PSOE viene haciendo propuestas que, aunque insuficientes según mi criterio, me parecen bastante constructivas y dignas de consideración. Cuando menos, se trata de propuetas con contenido, lo cual no es poco, acostumbrados como estamos al mero intercambio de insultos y acusaciones desde hace ya muchos años. Por ejemplo, el diario El País nos informaba recientemente sobre las últimas propuestas de Rubalcaba para luchar contra la corrupción política:

Las medidas propuestas por el líder socialista se refieren al control previo de la actuación de las Administraciones, al cumplimiento de las condenas, a la financiación de los partidos y a la investigación de los supuestos delitos cometidos. Sería necesario modificar, al menos, el Código Penal, la Ley Orgánica del Poder Judicial, la de Enjuiciamiento Criminal y la de Financiación de Partidos. Rubalcaba se anticipa asía a las medidas concretas que tiene previsto presentar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el debate sobre el estado de la nación del día 20 y también a las de regeneración que preparan los socialistas para su conferencia política de octubre.

El PSOE propone la creación de una Oficina Anticorrupción compuesta por "inspectores del máximo nivel" con la misión de controlar las Administraciones públicas, con inspecciones sin previo aviso y para disuadir a quienes estén dispuestos a delinquir. Para ello, las comunidades autónomas y los Ayuntamientos debe sumarse mediante convenios que permitirían a estos inspectores controlar con carácter previo los contratos o adjudicaciones que se hagan.

(...)

La segunda medeida tiene que ver con la jurisdicció;n para la investigación y enjuiciamiento de estos casos, que serían atribuidos a la Audiencia Nacional. Ahora, con el final del terrorismo, la Audiencia ha perdido carga de trabajo y solo tiene competencia para casos de corrupción en delitos muy concretos y cuando afecten a distintas comunidades.

(...)

La siguiente medida desarrollada por Rubalcaba tiene que ver con el castigo a los corruptres. El secretario general del PSOE concretó que las empresas implicadas en casos de corrupción debe tener cerrado el camino a las contrataciones con la Administración hasta que los directivos condenados cumplan las condenas impuestas por la justicia. "Hay que castigar al que se corrompe y al que corrompe", concluyó. Se trataría de profundizar en la extensión de la responsabilidad de las personas físicas a las personas jurídicas, en la línea de la última reforma del Código Penal que llevó a cabo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La idea es que la condena a los directivos de esas empresas lleve aparejada la condena de inhabilitación o prohibición para contratar con la Administración para la compañía.

(...)

Por último, Rubalcaba quiere acabar con las donaciones de las empresas a partidos políticos. "Ni privado, ni público, ni lo transparente, ni no transparente, que las empresas se dediquen a lo suyo y no pongan un euro a los partidos", añadió.

Ni que decir tiene que parece bien difícil que el PP acepte esa última propuesta, sobre todo teniendo en cuenta que la amplia mayoría de empresas se siente más cercana a sus políticas y tradicionalmente ha financiado buena parte de las actividades de la derecha, como hemos podido observar gracias al escándalo Bárcenas. En cualquier caso, como decía al principio, creo que las medidas presentadas por Rubalcaba son bastante constructivas y dignas de consideración. No obstante, no hay garantía alguna de que estas medidas fueran a funcionar mejor que otras que se han tomado en el pasado, pues nuestro problema no suele ser precisamente las políticas, sino la dejadez e ineficacia a la hora de aplicarlas. Tampoco está de más preguntarse, por supuesto, cómo es que a los socialistas sólo se les ocurre hacer estas propuestas ahora, y no hace tan sólo unos cuantos años, cuando estaban en el Gobierno y seguro que hubieran obtenido el respaldo parlamentario para aprobarlas. Y, finalmente, creo que también conviene preguntarse dónde diantres están el Presidente del Gobierno y el PP. No se les oye. Precisamente en medio de una de las peores crisis que hemos vivido en décadas es cuando nos hace falta algo de liderazgo político, pero obviamente brilla por su ausencia. {enlace a esta entrada}

[Fri Feb 8 18:51:29 EST 2013]

Si ayer escribíamos sobre el tenso debate que se produjo durante la reunión del comité de dirección del PP de Madrid a cuenta del escándalo Bárcenas, hoy toca comentar la no menos predecible noticia que nos informa de que la dirección del PP se indigna con la "deslealtad sin límites de Esperanza Aguirre. No seré yo quien niegue que Aguirre siempre ha demostrado tener un insano afán de protagonismo personal, pero ello no quita para que me parezca reprochable la actitud de la dirección del PP, tan en sintonía por otro lado con la que a menudo expresan igualmente los líderes del PSOE, siempre dispuesta a cerrarse en banda, desoír cualquier crítica y demostrar que conciben la política en términos auténticamente mafiosos. Y ese es, a fin de cuentas, el grave problema de la política española. Desde la Transición, hemos sido incapaces de construir unos partidos políticos auténticamente democráticos, organizaciones en las que distintos individuos pudieran contrastar sus pareceres, criticar libremente y proponer soluciones. Más bien al contrario, permitimos que se sentaran las bases de unos partidos monolíticos, concebidos como clanes o familias ideológicas que, inevitablemente, han acabado por dar lugar a unas organizaciones completamente alejadas de la realidad social, cuando no cuasi-delictivas. Seamos sinceros. No son pocos los militantes que conciben a los partidos como una especia de oficinas de colocación. Vuelvo a repetir lo que ya he dicho en otras ocasiones: nuestro sistema de partidos (quizá hasta nuestro régimen político) deben ser reformados en profundidad, pues parece claro que se ha convertido en una rémora, una pesada carga que ya no podemos permitirnos. Las instituciones que tenemos en estos momentos quizá fueran las adecuadas para transitar de la Dictadura a la democracia e incorporarnos en el entorno europeo, pero ya ha llegado el momento de remozarlas por completo. Sin rencores ni mala actitud, cierto, pero con decisión firme. Sencillamente, hace ya mucho tiempo que la sociedad española dejó atrás a sus instituciones y la reciente crisis no hace sino acentuar esa separación. {enlace a esta entrada}

[Thu Feb 7 18:14:26 EST 2013]

Hace unos días que no escribo nada en esta bitácora porque me encuentro en Peachtree City (Georgia, EEUU) en un viaje de trabajo. Sin embargo, no por ello dejo de seguir la actualidad política española. Ayer mismo, leía en el web de El País sobre el tenso debate que al parecer tuvo lugar en el comité de dirección del PP de Madrid a cuenta de los escándalos de corrupción que vienen sacudiendo a los populares de un tiempo a esta parte. Y, como de costumbre, lo que me llama la atención es la mezcla de descaro y arrogancia con la que nuestros representantes políticos desempeñan su función. No es que me parezca mal lo que afirma Esperanza Aguirre, la verdad. De hecho, estoy convencido de que tiene razón. Hay que exigir responsabilidades y, sobre todo, si aquellas personas que se sospechan que están implicadas en estos turbios asuntos aún desempeñan cargos de responsabilidad política, deben dimitir o ser destituidos. No se trata, como algunos afirman, de llevar a cabo un juicio paralelo ante la opinión pública. No es eso. De lo que se trata es de garantizar unos estándares mínimos de honestidad y decencia en nuestras instituciones democráticas pues, de lo contrario, como ya está sucediendo, los ciudadanos van a pasar a cuestionarlas, afectando con ello negativamente a la estabilidad del sistema político entero. Las instituciones pueden y deben reformarse para mejorarlas, pero en realidad lo que está fallando aquí de manera estrepitosa es la capacidad de nuestros políticos para hacer su trabajo. Ya mencionaba hace un tiempo que no me parecía normal que Esperanza Aguirre mostrara su orgullo por haber destituido a un Alcalde, pues no creo que dicha potestad corresponda a la Presidenta de una Comunidad Autónoma o de un partido político. Pues bien, ayer, durante la reunión del comité de dirección del PP de Madrid volvió a repetirlo llena de orgullo. Que quede claro, mi problema no es con el fondo, sino con la forma. Me parece lógico y necesario que dimita un Alcalde acusado de estar implicado en un escándalo de corrupción, pero debido a la presión democrática ejercida por los ciudadanos de su pueblo o ciudad, no por la intervención desde fuera de un dirigente del partido preocupado por el efecto negativo que pueda tener sobre su propia imagen. Sencillamente, no creo que una democracia liberal representativa deba funcionar así.

En cualquier caso, según explica el periodista de El País, ayer se oyeron cosas aún más interesantes en esta otra reunión del PP:

Aguirre también señaló que habría actuado con contundencia contra Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón imputado en la trama Gürtel. Sepúlveda sigue cobrando un sueldo como asesor a distancia del PP, sin tener que acercarse a la sede de Génova 13. El vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, argumentó este lunes que una imputación "no es razón objetiva para echar a alguien de su trabajo" y que Sepúlveda "es funcionario de la casa y no puede ser despedido legalmente". El exmarido de Mato está citado a declarar el 13 de febrero en la Audiencia Nacional.

Las declaraciones de Floriano suenan a chiste malo. Para empezar, todos sabemos el tipo de trabajo que realiza un cuadro de uno de nuestros partidos políticos que ni siquiera tiene que personarse a trabajar, y no es precisamente un caso de teletrabajo, ni mucho menos. No son pocos los casos en los que nuestros partidos políticos contratan a militantes que en realidad ni siquiera van a trabajar. Pero es que, además, el que Floriano se atreva siquiera a hablar de una figura totalmente inexistente, como es la de "funcionario" de un partido político, no hace sino revelar bien a las claras la idea que nuestros políticos tienen de su actividad profesional. La empanada mental es tal que este señor no debiera siquiera tener responsabilidad política alguna. Pero, en fin, así son las cosas por España... y así nos va. Ah, y que nadie se piense que las cosas son distintas dentro del PSOE, poprque no es así. Como he explicado en otras ocasiones, a estas alturas de la película ambos partidos políticos mayoritarios están tan emponzoñados por la corrupción Ah, y que nadie se piense que las cosas son distintas dentro del PSOE, poprque no es así. Como he explicado en otras ocasiones, a estas alturas de la película ambos partidos políticos mayoritarios están tan Ah, y que nadie se piense que las cosas son distintas dentro del PSOE, poprque no es así. Como he explicado en otras ocasiones, a estas alturas de la película ambos partidos políticos mayoritarios están tan emponzoñados por la arrogancia, el enchufismo y la corrupción que, me temo, la única forma de salir adelante va a ser darles la estocada final a ambos y remozar el sistema de partidos entero sobre unas bases nuevas. Ahora bien, que nadie se llame a engaño. El problema de fondo no son los políticos ni los partidos, sino la sociedad en su conjunto. Mientras no cambiemos de mentalidad, cualquier transformación de nuestro sistema de partidos o instituciones sólo servirá para que los corruptos y enchufados de turno abandonen un barco y se suban al otro. A ver quién le pone el cascabel a ese gato. {enlace a esta entrada}

[Sun Feb 3 10:01:04 CST 2013]

Que, con la que está cayendo en España, el Presidente del Gobierno tenga la poca vergüenza de convocar una ruda de prensa "sin preguntas" es bochornoso. En esas condiciones, me importa un pepino lo que tenga que decir el señor Mariano Rajoy. Hasta que no tenga la decencia siquiera de responder a las preguntas que, por boca de los medios de comunicación, le puedan hacer los ciudadanos, ni esto puede considerarse una democracia seria, ni tampoco es posible que nadie sienta respeto alguno por nuestros políticos. Es más, el hecho de que Rajoy ni siquiera considere necesario dar explicaciones en el Congreso de los Diputados ya nos da a entender la estima en que tiene a las instituciones democráticas. En estas condiciones, ¿con qué legitimidad puede hacer llamamientos a solucionar los problemas por los mecanismos institucionales?

Los ciudadanos desconfían, y con razón, de unos políticos que aplican el principio de Juan Palomo, aquél del "yo me lo guiso, yo me lo como". Ante un flagrante caso de corrupción política donde se acepta dinero de constructoras que se han beneficiado de suculentos contratos con la Administración para después, según indican todos los datos, repártirselo los líderes del partido en vergonzosos sobres rellenos de billetes de 500 euros, la respuesta se limita a prometer una auditoría interna (¡una auditoría interna!), mientras se toman medidas para dificultar las investigaciones de la Fiscalía y, sobre todo, se evita aparecer ante los medios de comunicación o los legítimos representantes políticos de los ciudadanos. Nuestros políticos están acostumbrados al asentimiento, el monólogo, el arribismo, el nepotismo, el halago falso y los "congresos a la búgara". Históricamente, quienes nos gobiernan han visto el poder como forma de enriquecimiento personal, legítimo e ilegítimo, además de excusa ideal para practicar el tráfico de influencias. Siempre se asumió que consistía en eso. Cuando la cosa ha ido más o menos bien, como fue el caso de la modernización acelerada de los ochenta o el boom económico de finales de los noventa, se les perdona todo (luego, por cierto, habría que hablar también de la responsabilidad ética de toda una sociedad que ha aceptado todas estas prácticas con resignación, siempre y cuando la gente normal le sacara algún provecho). Sin embargo, ahora que las cosas se han complicado y todo son problemas, ya no es tan fácil mirar para otro lado mientras quienes nos gobiernan continúan con su rapiña. No sé, pero como he dicho en otras ocasiones, me da la sensación de que todo esto puede acabar fácilmente en un nuevo sistema de partidos o incluso un cambio de régimen. Esperemos que, si sucede así, sea de forma pacífica y para bien. {enlace a esta entrada}

[Fri Feb 1 17:43:50 CST 2013]

Leo en la web de El Mundo que los "ultras" del Sevilla se mofaron de la tragedia del Arena en el Calderón y la verdad es que se me cae la cara de vergüenza:

A lo largo de toda la semana los futbolistas del Sevilla amenazaron con retirarse del campo si volvían a reproducirse los gritos contra Antonio Puerta por parte de los "ultras" rojiblancos. Desde el fondo sur del Calderón no hubo ni una sola canción contra el futbolista fallecido en 2007 por un paro cardiorespiratorio, aunque sí insultos contra el club hispalense y contra Reyes cuando salió al campo.

Los radicales del Sevilla devolvieron la moneda en el Vicente Calderón de la peor forma. Se mofaron de la tragedia del Madrid Arena a sabiendas de que una de las cinco fallecidas, Cristina Arce, era aficionada rojiblanca y voluntaria del equipo en los partidos del Calderón.

(...)

A lo largo del cuentro, se repitieron los cánticos: "Madrid arena, lo lo lo lo Madrid Arena" y "Atocha ¡boom!" en referencia a los atentados del 11-M en Madrid. También desde el segundo anfiteatro se escucharon más insultos contra el Atlético de Madrid durante todo el partido. La afición rojiblanca, con sus silbidos y gritos, hizo que pasasen menos inadvertidos los gritos del grupo de los "Biris".

Por desgracia, dudo mucho que noticias como ésta sorprendan ya a nadie, la verdad. No obstante, creo que reflajan bien a las claras lo bajo que hemos llegado a caer como sociedad. Al parecer, el fútbol lo justifica absolutamente todo (y el "pasárselo bien", por supuesto), incluido los epítetos racistas, insultos variados a los jugadores y cánticos de mal gusto como éstos sobre la tragedia del Madrid Arena y los atentados terroristas del 11-M. Si, como puede observarse, la sociedad coloca el triunfo depoprtivo (y, como decía, el "pasárselo bien") por encima (muy por encima) de la más mínima decencia ética, ¿cómo puede extrañarnos después que haya deportistas que se dopen, por poner un ejemplo que está más o menos presente en la mente de todo el mundo? Como he dicho otras veces, me temo que son muchas las cosas que tenemos que solucionar y, de hecho, la naturaleza del problema va mucho más allá de las instituciones, el carácter de nuestros políticos o la necesidad de reformar tal o cual parte del sistema. Lo que necesitamos es una transformación general de la actitud de todos nosotros, empezando por abajo del todo. Una vez solucionado eso, quizá entonces seamos capaces de hacer algo con respecto a los grandes temas que tanto aparecen en los medios de comunicación. Pero eso, que quede claro, no es sino la punta del iceberg. Lo peor, el meollo del asunto, queda por debajo de la superficie y es, ni más ni menos, que la forma de comportarse (y la mentalidad) que tiene la sociedad en su conjunto. Sin cambiar eso, la corriente subterránea que es la que de verdad lo mueve todo, no hay forma de cambiar la superficie. En fin... {enlace a esta entrada}

[Fri Feb 1 13:05:56 CST 2013]

Ayer, echándole un vistazo a las páginas de El País en la web, me encontrén con un artículo titulado La maldición de Malthus sobre la llamada bomba demográfica:

Puede que la crisis tenga algo que ver, o que la coincidencia sea solo fortuita, pero últimamente se suceden los pronósticos agoreros sobre el porvernir de la humanidad. Con apenas un día de diferencia, los titulares de dos noticias publicadas la semana pasada en este diario interpelaban directamente a nuestra especia y su capacidad de pervivencia en el planeta: "Los humanos son una plaga sobre la Tierra", sentencia del naturalista británico David Attenborough sobre el exceso de población, y "que se den prisa y se mueran", recomendación del ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, a los ancianos de su país para aliviar los gastos en atención sanitaria del Estado.

Dejando a un lado la pertinencia de la segunda frase, neutralizada luego con la habitual disculpa de haber sido sacada de contexto, ambos mensajes abundan en una idea fuerza: el control de la población —incluso mediante métodos tan expeditivos como la eutanasia implícita en las declaraciones de Aso— para una adecuada satisfacción de las necesidades básicas mediante los recursos disponibles. O, dicho de otra manera, para el precario equilibrio entre vocas y alimentos, agua y tierra suficientes.

Ninguno de los dos mensajes suena a nuevo; al contrario, ambos se amparan en la alargada sombra del malthusianismo, esa alarma lanzada durante la revolución industrial por el pastor Thomas Malthus que preveía la pauperización de la especie humana por falta de recursos, e incluso su desaparición, si no mediaban mecanismos de regulación periódicos como guerras o epidemias.

Me da la sensación de que el periodista que escribe el artículo está sacando un poco las cosas de su contexto. Así, aunque las declaraciones de Aso están indudablemente fuera de lugar y parecen un claro llamamiento a lo que algunos denominan ecofascismo, lo que afirma Attenborough me parece que es bien distinto. De hecho, no creo que Attenborough esté proponiendo la eutanasia ni nada parecido, sino que está más bien lanzando un aviso sobre los peligros que nos acechan si continuamos en la misma línea que hemos seguido durante los últimos 150 años (esto es, promoviendo el crecimiento demográfico sin control, emparejado con el creciente consumo de todo tipo de recursos). Es más, creo que cualquier análisis objetivo de la situación no tiene más remedio que concluir que el estilo de vida que hemos aplicado desde la Revolución Industrial hasta ahora no es sostenible. Sencillamente, no acierto a ver cómo pueda negarse eso. Podrá gustar más o menos, pero la realidad está ahí. No queda otra solución, creo, que cambiar de estilo de vida y, al tiempo que promovemos el control demográfico, debemos esforzarnos también por reducir el consumo de recursos naturales, distribuir mejor la riqueza y vivir una vida más simple, basada en unos valores completamente distintos a los que hemos seguido durante los últimos 200 años o así.

Se me dirá, como algunos expertos afirman en ambos artículos, que hay países (Japón es el ejemplo que más suele usarse) que tienen una población enorme y, sin embargo, es bien estable. Cierto. Sin duda. Pero, ¿alguien cree honestamente que todo el planeta podría vivir como Japón? ¿Por qué no nos planteamos de dónde salen los recursos naturales para alimentar a su población? ¿Acaso hemos olvidado ya que los recursos pesqueros del Mediterráneo (entre otros lugares) están siendo esquilmados para preparar sushi para los japoneses? ¿A quién engañamos con este tipo de argumentos? Hay veces que la ingenuidad humana y, sobre todo, nuestra enorme capacidad para ocultar las cosas que no queremos ver, me retuerce las tripas. Un poco de seriedad, por favor. {enlace a esta entrada}

[Fri Feb 1 08:35:13 CST 2013]

A este paso, bien pudiera ser que el escándalo sobre la presunta financiación ilegal del PP desencadene un reajuste drástico del sistema de partidos que hemos tenido en España desde la Transición. Algo parecido a lo que sucedió en Italia en los años noventa (y que, dicho sea de paso, como puede observarse, no logró solucionar los problemas de fondo que aquél país tenía planteados). La gente está muy quemada. En medio de la peor crisis económica que nadie pueda recordar nos enteramos de que los altos dirigentes del PP, al tiempo que peroraban sobre el patriotismo y otras virtudes, se estaban repartiendo sobres con dinero en negro proveniente de las generosas donaciones de, entre otros, conocidos empresarios de la construcción que, por su lado, se beneficiaban de suculentos contratos concedidos precisamente por las administraciones públicas gobernadas por cargos políticos de dicho partido. Y es que da la impresión de que en España ni siquiera quien hace la ley se la toma en serio. Hoy, por ejemplo, nos enteramos de que el 70% de los donativos registrados en la lista de Bárcenas vulnera la ley:

Buena parte de los ingresos registrados en la contabilidad manuscrita [por cierto, que esta es otra, parece mentira que a estas alturas todavía estemos haciendo estas cosas a mano] que llevaba el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, vulneraban la ley de financiación de partidos políticos. Tales supuestos donativos no hubieran podido entregarse por las vías oficiales bien porque su importe superaba el tope legal fijado para una misma persona física o jurídica o bien porque procedían de personas o empresas a las que les estaba prohibido hacer aportaciones a los partidos. Se hallan en esa situación más de dos tercios de los ingresos registrados en esa contabilidad, en la que al lado del gasto figuran pagos regulares con ese dinero a los miembros de la cúpula del Partido Popular. Eso apunta a una supuesta financiación ilegal, algo que el PP niega.

La Ley Orgánica sobre Financiación de los Partidos Políticos que estuvo vigente desde 1987 hasta julio de 2007 señalaba que "los partidos no podrán recibir, directa o indirectamente, aportaciones procedentes de una misma persona física o jurídica superiores a la cantidad de 10.000.000 de pesetas [60.101 euros] al año". También estaban prohibidas las aportaciones procedentes de "empresas que, mediante contrato vigente, presten servicios o realicen obras o suministros para alguna Administración Pública", según la ley.

Los apuntes registrados en las anotaciones de la contabilidad de caja de Bárcenas se saltan sistemáticamente esas dos prohibiciones. Hay ingresos de una sola vez de hasta 250.000 euros y de una misma persona en un año de hasta 400.000 euros. En más de 30 ocasiones se superó el límite legal, que subió a 100.000 euros a mediados de 2007.

Los pagos figuran principalmente a nombre de empresas y empresarios del sector de la construcción, que suelen contratar habitualmente con la Administración. Aquellos con los que ha podido contactar El País han negado su implicación. En ocasiones parece haber pocas dudas sobre la identidas de las personas que figuran en la lista de Bárcenas, pero en otras solo aparece un nombre propio o un apellido, con lo que no está tan clara.

Y, en medio del diluvio, el Presidente, fiel a su estilo, sigue sin decir esta boca es mía.. En su lugar, prefiere pasarle la patata caliente a Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Esa es otra. No sólo demuestran poca honestidad y un nulo respeto por la legislación que ellos mismos aprueban en el ejercicio de sus funciones, sino que tampoco tienen siquiera la capacidad de liderazgo para ponerse delante de la prensa y responder a las preguntas. La verdad es que da vergüenza ajena. Le mediocridad más absoluta impera entre nuestros políticos.

En cualquier caso, a lo que iba. Mientras todo esto sucede en el PP, algunos dirigentes del PSOE muestran en privado su alegría. Pero, mucho me temo, se equivocan si piensa que todo esto les va a beneficiar en las urnas. Más bien al contrario, creo que la amplia mayoría de ciudadanos se lo va a tomar como prueba irrefutable de que "todos son lo mismo". Después de todo, no hace tanto que los socialistas se vieron salpicados por escándalos como Filesa, Juan Guerra o el de los fondos reservados y los GAL. Mucha gente tiene eso bien presente y, si bien es cierto que no se conocen casos de enriquecimiento personal y reparto generalizado de sobres como los que ahora se están discutiendo en este otro caso, no por ello puede hablarse de transparencia en las cuentas del PSOE ni mucho menos. Además, en lo que hace a enchufismo, el PSOE no tiene nada que envidiarle al PP, la verdad. Por consiguiente, me temo que más que beneficiar al PSOE es bien posible que este escándalo acabe por hundir más a ambos, PP y PSOE, identificados ambos (y con razón) con el sistema de bipartidismo imperfecto que se implantó en los años ochenta. Si eso fuera así, estaríamos ante algo similar al hartazgo de Restauración que se vio en 1931, y que dio paso a la instauración de la Segunda República. No descartaría algo similar, sobre todo teniendo en cuenta los apuros por los que también está pasando la propia Casa Real. ¿Podríamos asistir, quizá, al hundimiento de PP y PSOE en las próximas elecciones, al mismo tiempo que IU y UPyD les reemplazan como principales partidos en el Parlamento? A mí me parece posible, aunque quizá no probable. Si algo así sucediera, todas las posibilidades quedarían abiertas, incluyendo la de un cambio de régimen pacífico.

Por cierto que, leyendo las noticias sobre los papeles de Bárcenas, se me ocurre que también cabe la posibilidad de que en verdad los altos dirigentes del PP no hubieran aceptado los dichosos sobres, sino que el extesorero hubiera usado eso como truco para desviar el dinero hacia cuentas personales. En fin, aún queda mucho por aclarar. {enlace a esta entrada}