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[Sun Feb 26 16:54:26 CST 2017]Creo que fue ayer cuando leí en la web de El País que la piscina central del Parque Olímpico de Río se ha convertido a estas alturas (apenas cinco meses después de finalizados los Juegos) en un nido de mosquitos. Parece que no aprendemos. ¿Es que acaso esto sorprende a alguien? Los Juegos Olímpicos y demás fastos se han convertido a estas alturas en lo mismo que tantas otras actividades de esta economía financiera global en la que nos encontramos inmersos: mera imagen. Como bien supo predecir Baudrillard hace ya bastamte tiempo, vivimos en la cultura del simulacro. Lo único que cuenta es la imagen, el entretenimiento, la apariencia. Siempre y cuando podamos someterlo a la lógica de la especulación más atroz, por supuesto. Lo sustantivo, por el contrario, conlleva esfuerzo y paciencia, valores en clara retirada en esta decadente sociedad post-todo. Por cierto, que también nos encontrábamos ayer mismo con otra noticia que, aunque no lo parezca, creo que está relacionada con todo esto. Según se nos cuenta, la detenida por matar a Kim Jong-nam, hermanastro del dictador norcoreano, al rociarle con un agente nervioso ha declarado a la policía que, en realidad, ella pensaba que la habían contratado para untarle una loción infantil para un reality show. Por desgracia, el problema es que lo mismo está hasta contando la verdad. Como decía antes, el entretenimiento lo justifica todo en esta sociedad adocenada y decadente. Lo jodido del asunto es que a la joven en cuestión, según da la impresión, le parece perfectamente normal untar a un desconocido con una sustancia desconocida con la excusa de mostrar las imágenes en un programa de televisión. {enlace a esta entrada} [Fri Feb 10 15:52:39 CST 2017]Hoy leemos en las páginas de El País una noticia que, en realidad, no viene sino a confirmar lo que ya todos sabíamos de una u otra manera. Según uno de los denunciantes del caso Gürtel, "el español medio piensa: 'Idiota, tenías que haber cogido el dinero. Tú te lo has buscado'". A continuación, la noticia relata el auténtico calvario por el que pasaron los denunciantes. Peor aún, según leemos, los comentarios despectivos provenían incluso de sus familiares. Como he afirmado en otras ocasiones, el problema de la corrupción va mucho más allá de implicar a algunos políticos y hombres de negocio. Por el contrario, se trata más bien de toda una cultura que hunde sus raíces en nuestro pasado más profundo. La cosa viene de lejos y no se soluciona simplemente con cambiar a los gobernantes. En fin, como dice uno de los denunciantes: Seamos claros: la corrupción extiende sus tentáculos por toda la sociedad española. Sencillamente, nos parece "lo normal". Y, de hecho, cuando alguien se comporta honestamente nos parece "un tonto" o, como mucho, alguien que "se toma las cosas demasiado en serio". ¿Cuántas veces no habremos oído estos comentarios ya desde nuestra infancia? Tenemos, pues, lo que nos merecemos. {enlace a esta entrada} [Thu Feb 9 18:11:59 CST 2017]Interesante video sobre aquello que nos hace feliz. No es el dinero. No es la fama. Son las relaciones. Nos pongamos como nos pongamos, el ser humano es un ser social por naturaleza. {enlace a esta entrada} [Tue Feb 7 13:50:46 CST 2017]Me temo que la cosa cada vez se está poniendo peor. Lo del avance imparable del populismo aquí y allá no es, me temo, sino un mero síntoma, muestra palpable de que hay numerosos asuntos sin solucionr que hemos ido barriendo bajo la alfombra durante quizá décadas. Y que nadie me venga con milongas sobre los peligros de la "derecha cavernícola y reaccionaria", como si acaso no existieran también preocupantes muestras de intolerancia, dogmatismo y demagogia entre las filas de la izquierda. De hecho, hace tan sólo unos días leíamos que una manifestación violenta en la Universidad de Berkeley impidió al conservador Milo Yiannopoulos dar una charla. Que no se confunda nadie, no me gusta para nada el estilo agresivo, chulesco y arrogante de Yiannopoulos. No creo que contribuya para nada al diálogo ni a la resolución de los problemas que tenemos planteados. Para lo que sí sirve, sin lugar a dudas, es para hacerse famoso y engordar la cuenta bancaria, aunque sea a costa de hurgar en las heridas colectivas y profundizar la división social. Se respira un aire de enfrentamiento social continuo. Aquí en los EEUU como en otros sitios. Y tan mal me parece la demagogia populista de Trump y sus huestes como la violencia intolerante de éstos otros elegidos que se creen con el derecho a acallar la voz de aquellos con quienes están en desacuerdo. En fin, que uno no acierta a ver la luz al final del túnel, la verdad sea dicha. Al contrario, en este mundo dominado por la imagen, las redes sociales, lo virtual, el dinero y la fama, todo parece indicar que a nadie le importa un bledo la ética o el bien común. Todo eso son monsergas de otra época, parece. Hoy, lo que se lleva es el insulto "gracioso". Obtener unos cuantos "me gusta" a cambio de explotar y ofender a los demás. Aquello de los "cinco minutos de fama" de Warhol se está convirtiendo en una auténtica pesadilla. {enlace a esta entrada} |