[Wed Feb 24 21:10:48 CST 2016]

Algunas de las cosas que está haciendo la dirección socialista de un tiempo a esta parte se me antojan bien insensatas. Por ejemplo, la Comisión Ejecutiva del PSOE ha anunciado hoy que hará una pregunta genérica a la militancia sobre los pactos postelectorales. De hecho, según leemos, la pregunta es la siguiente:

El PSOE ha alcanzado y propuesto acuerdos con distintas fuerzas políticas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. ¿Respaldas estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?

Hablemos claro. Lo que la dirección del PSOE pide es un cheque en blanco. Esto no es una consulta a la militancia, sino un mero paripé, una pantomima. Se pone en escena toda una parafernalia aperturista para, en realidad, dejarlo todo en manos de los de siempre. Es una auténtica tomadura de pelo. Ya veremos lo que sucede pero, si yo fuera todavía militante del partido, no me quedaría más remedio que boicotear la convocatoria o incluso votar en contra. {enlace a esta entrada}

[Wed Feb 24 20:53:34 CST 2016]

Interesante artículo de José Álvarez Junco titulado Nuestra primavera árabe el que publica hoy El País. Destaco los siguientes párrafos porque pudieran llevar a alguna fructífera reflexión:

Pero no se pasa del hambre y la dictadura a la opulencia y la democracia así como así. Un cambio auténtico exige pedagogía. Se dice que una vez le espetó Joaquín Costa a Giner de los Ríos su célebre diagnóstico “necesitamos un hombre” y que don Francisco le replicó: “lo que necesitamos es un pueblo”. Tenía razón. Él había visto demasiados cambios repentinos, de esos en los que una multitud entusiasmada arranca la lápida de la plaza real para llamarla plaza de la libertad o de la Constitución y se va a casa tan ancha. Y sabía que un cambio político auténtico, profundo, de los que no admiten marcha atrás, se debe apoyar en una base cultural construida previamente. Es cierto que en el antifranquismo clandestino se creó una cierta cultura democrática, pero cargada de rasgos jacobinos e intolerantes. Nos seguía fascinando el castrismo, seamos sinceros. Y, a la vez, nos creíamos de repente como los ingleses, que han aprendido la convivencia en libertad, con muchos traspiés y rectificaciones, a lo largo de siglos.

Aunque estas cosas se absorben mejor en la familia y en el trato diario que en la escuela, una función pedagógico-política de este tipo podía haber cumplido la denostada Educación para la Ciudadanía. Pero aquella asignatura se enfocó por otros derroteros más sofisticados, provocadores frente a la moral católica tradicional, olvidando lo que aquí hace falta: enseñar a practicar la libertad de manera responsable, a respetar y escuchar al discrepante. Exactamente lo contrario de lo que vemos hoy en los debates televisados, donde todos gritan a la vez intentando imponerse.

Ahora, el pueblo, la gente, el electorado, está confundido, decepcionado, furioso. Y ha encontrado el chivo expiatorio en los políticos, que son deshonestos, que "roban mucho". ¿Por qué no pensar en quienes les hemos votado, incluso después de surgir los primeros indicios de corrupción? ¿No serán un reflejo de nuestra sociedad, donde evadir impuestos es un arte muy admirado? No pongamos nuestras esperanzas en la aparición de un líder fuerte y honrado. Toda democracia que no se asiente sobre una ciudadanía educada y consciente de sus derechos será de mala calidad.

En fin, se trata de un argumento que yo mismo he expresado a menudo en estas páginas. {enlace a esta entrada}

[Wed Feb 24 20:43:33 CST 2016]

Hay ocasiones en las que los medios de comunicación occidentales (sí, también los nuestros) parecen más armas de propaganda que otra cosa. Hoy, por ejemplo, leemos en El País el siguiente titular: "La vida con el ISIS era realmente dura", dice la joven sueca liberada en Irak. Y, cuando uno le echa un vistazo al contenido de la noticia, se encuentra con cosas como éstas:

Les dieron una casa, sin electricidad ni agua corriente. "No tenía dinero, fue una vida realmente dura", ha asegurado. "Cuando conseguí un teléfono llamé a mi madre y le dije que quería regresar a casa". En la entrevista, en la que sonríe de vez en cuando y parece relajada, la joven compara también su vida en Europa y bajo el control del ISIS: "En Suecia tenemos de todo. Cuando estuve allí, no teníamos nada".

O sea, como en muchas otras casas que se encuentra en las regiones rurales de Iraq, por no hablar de muchos otros países pobres. O, para explicarlo de otra manera, nada de lo que se nos cuenta en el contenido de la noticia tiene que ver con el ISIS, sino más bien con la vida cotidiana en una zona del mundo extremadamente pobre. Vaya por delante que el fanatismo del ISIS me parece excecrable y criminal, pero no por ello he de prestarme el juego éste de lanzar consignas aunque no vengan a cuento. Seamos claros. Lo que hay que condenar es el comportamiento asesino del ISIS, y no el hecho de que sus casas no tengan electricidad ni agua corriente o que en su territorio no haya "de todo", como en los países ricos. Solamente desde el más horrendo relativismo moral alimentado por décadas de consumismo puede parecernos la "noticia" de El País normal.

Por cierto, ahí va el video con las declaraciones que seguramente inspiraron la noticia:

Algo que me llamó la atención es que una chica que abandonó la escuela a los 14 años tenga el nivel de inglés que tiene ésta. Algo tendríamos que aprender de los suecos. {enlace a esta entrada}

[Wed Feb 24 20:35:24 CST 2016]

Parece que más de uno (y de una) se ha llevado las manos a la cabeza hoy cuando el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha comparado la declaración de persona non grata a Rajoy por parte del Ayuntamiento de Pontevedra con los delitos de odio. La verdad es que a este hombre le gusta llamar la atención más de la cuenta (algo que, dicho sea de paso, se me antoja como algo más bien incompatible con la política seria pero, sobre todo, con el desempeño de un cargo de la responsabilidad que se le supone al del ministro del Interior). No obstante, independientemente de que la comparación de Fernández Díaz nos pueda parecer más o menos acertada (y, como digo, a mí no me lo parece), ello no es óbice para que uno critique también la parcialidad y el partidismo con que se desempeñan quienes han optado por declarar al Presidente del Gobierno como persona non grata en la ciudad donde comenzó su carrera política. A lo mejor algún día somos capaces de manifestar nuestro desacuerdo sin necesidad de lanzar excomuniones pero, por el momento, da la impresión de que ni izquierdas ni derechas están por la labor. Es una pena. {enlace a esta entrada}

[Thu Feb 11 20:03:12 CST 2016]

Algo que muchos europeos (de hecho, hasta muchos estadounidenses) no entienden del sistema político de los EEUU es que el Presidente, a pesar de toda su parafernalia, en realidad tiene unos poderes bien limitados en lo que hace a la política doméstica. La cosa, por supuesto, cambia bastante en lo que respecta a la política exterior y de defensa, aunque incluso en ese ámbito los tratados internacionales que firme los tiene que ratificar el Senado, a menudo bajo control del partido de la oposición. Digo esto porque, por ejemplo, sería difícil entender artículos como el titulado Obama's Lofty Plans on Gun Violence Amount to Little Action, publicado por The New Tork Times hace unos días. Apenas hay que leer los tres primeros párrafos para comprender:

The centerpiece of a plan for stemming gun violence that President Obama announced last month largely amounts to this: an updated web page and 10,000 pamphlets that federal agents will give out at gun shows.

In a tearful display of anger and sadness in the East Room of the White House, Mr. Obama ordered steps intended to limit gun violence and vowed to clamp down on what he called widespread evasion of a federal law requiring gun dealers to obtain licenses.

But few concrete actions have been put in motion by law enforcement agencies to aggressively carry out the gun dealer initiative, despite the lofty expectations that Mr. Obama and top aides set.

Como decía, son muchos los estadounidenses incluso que se creen el mito del poder presidencial que dibujan los medios de comunicación y que, seguramente, no acertarán a comprender cómo es posible que Obama haga tantos llamamientos a controlar las armas de fuego, casi suplique de rodillas que se haga algo al respecto para poner fin al suplicio de asistir a una matanza tras otra y, sin embargo, sea incapaz de hacer nada salvo expresar su opinión aquí y allá. Pero lo cierto es que el propio sistema político estadounidense fue diseñado así adrede por los Padres Fundadores quienes, demasiado sospechosos de un poder centralizado, temerosos de que la tiranía lograra imponerse a una democracia apenas balbuceante, limitaron enormemente el poder presidencial hasta el punto de que, como digo, y al menos en lo que respecta a aquellos asuntos que no caen bajo la esfera de la política exterior, de defensa o de seguridad nacional, el Presidente pude hacer más bien poco. Y, como consecuencia, en un mundo tan complejo como el nuestro, cualquier que siga las noticias tiene un poco la sensación de estar viviendo en el día de la marmota. La política estadounidense se limita, en buena parte, a mera retórica. Se habla mucho, se gesticula mucho, y casi siempre de los mismos temas, pero la verdad es que se toman más bien pocas decisiones. {enlace a esta entrada}

[Mon Feb 1 14:03:35 CST 2016]

Creo recordar que hace ya bastantes años escribí aquí mismo una pequeña entrada elogiando la prosa de Antonio Burgos, el periodista sevillano que escribe en las páginas de ABC. Ya advertía entonces que se trataba, sin lugar a dudas, de alguien que procedía de una tradición política bien distinta a la mía. Al fin y al cabo, Burgos es conservador, tradicionalista y, si me apuran, hasta sevillanista/andalucista. Yo, por el contrario, tengo bien poco de conservador o tradicionalista, y el amor por el folklore no es tampoco santo de mi devoción. Y, pese a todo, creí conveniente en aquel momento elogiarle por su estilo, que no necesariamente por sus ideas. Se me antojaba, al menos entonces, como un estilo irónico, socarrón, muy de mi tierra. Pues bien, o me equivoqué entonces al elogiarle o quizá su estilo (y su actitud) ha empeorado con el paso del tiempo. Porque lo cierto es que si algo caracteriza a Antonio Burgos desde hace unos años para acá (vuelvo a repetir: lo mismo es algo que siempre ha estado ahí, pero yo no me había dado cuenta) es la arrogancia, la chulería y la falta de respeto hacia los demás. Por lo que veo, lo que le va es el humor de trazo grueso, el chiste fácil, grosero e insultante.

Escribo esto porque esta misma mañana leí una entrada de bitácora titulada Fuck you, Antonio (o sea, que este otro autor parece que prefiere adoptar el mismo tono que Burgos) donde se responde a un comentario del periodista en Twitter sobre el hecho de que en los telediarios de TVE se use el nombre catalán para referirse a alguien:

¿Qué lengua hablan en los telediarios de TVE? ¿Por qué a un señor en singular le llaman "Carlas", en femenino plural, como Las Carlotas?

En fin, muy habitual en este Antonio Burgos del que hablo. Ignorante como solo él mismo, pero orgulloso de ello, por supuesto. No sé, a lo mejor querrá que también se hable de Hillary Clinton como "Hilaria Clinton" y a Donald Trump como "Donaldo Triunfo". Tonterías que hay que leer. Todo en nombre del nacionalismo. Porque, obviamente, el señor Burgos no es menos nacionalista que los independentistas catalanes. Se trata, simplemente, de un nacionalismo que agita otra bandera. Eso es todo. A veces, he de reconocerlo, me duelen (y avergüenzan) los "chistosos" de mi tierra. {enlace a esta entrada}