Caminos de exceso y sabiduría en William Blake
[Fri Feb 25 13:27:23 CST 2022]

Hace ya muchos años, cuando llegué a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, recuerdo haber visto un graffiti con la siuiente cita del poeta William Blake junto al símbolo anarquista (la frase que vi estaba traducida al español, pero parece más conveniente escribirla aquí en su versión original):

"The road of excess leads to the palace of wisdom...You never know what is enough until you know what is more than enough."

Lo que me llama la atención al respecto es que la frase, tal y como quedó escrita en la pared de la Facultad, solamente incluía la primera parte ("the road of excess leads to the palace of wisdom"). Sin embargo, la segunda parte ("you never know what is enough until you know what is more than enough"), que quedó omitida en el graffiti, modifica en cierto modo el sinificado. A mí, al menos, me lo parece así, pues mientras que la primera parte de la cita, a solas, parece apostar por el exceso como método de alcanzar la sabiduría, la segunda parte viene a corregir dicha impresión dando a entender que, aunque eso es cierto, conviene corregir el exceso una vez nos hemos dado cuenta de alcanzarlo. Me pareció curioso. {enlace a esta entrada}

Reflexiones sobre la política en general a cuenta de las elecciones en Castilla y León
[Wed Feb 16 14:45:16 CST 2022]

No sé si será la edad o qué, pero lo cierto es que cada vez me preocupa menos la política. Supongo que se nota en esta páginas escritas a vuelapluma. Hace tan solo unos años le dedicaba bastantes líneas al tema y, a estas alturas, creo, casi no aparece en el registro, al menos en lo que hace a la política del día a día. Y es que, la verdad sea dicha, la política en general, esto es, los vaivenes de las elecciones y los distintos partidos políticos (que no los temas en sí, los contenidos de las políticas como tal) me parecen ya a estas alturas más entretenimiento que otra cosa. De hecho, ha llegado el punto en que casi me atrevería a decir que no estoy de acuerdo con ninguno de ellos porque, en realidad, tiene uno la sensación de que solo persiguen el beneficio propio a corto plazo y poco más. Viene todo esto a cuento de las elecciones autonómicas en Castilla y León, pero bien podría aplicarse a cualquier otro asunto, tanto en España como en EEUU como, seguramente, en cualquier otro lugar.

El caso es que, no hace mucho, podía uno reírse un rato dándose cuenta que, tras unas elecciones, casi parecía que todos los partidps habían ganado. De una u otra manera, los dirigentes buscaban la manera de dar un enfoque positivo que siempre justificaba los resultados de su partido en las urnas. Pues bien, de un tiempo a esta parte, la cosa es aún peor. Ahora no solo encuentran la forma de justificar sus resultados agarrándose a los argumentos más inverosímiles, sino que además siempre aciertan a lanzar dardos y puyas al contrario cuyos resultados, obviamente, son siempre malísimo y demuestran claramente la falta de apoyo entre los ciudadanos hacia las ideas del contrincante. Lo que nunca se ve es el sano ejercicio de la autocrítica. Ni en unos ni en otros. El PP en Castilla y León puede convocar elecciones anticipadas pensando que las va a ganar con amplica mayoría (como también hiciera Susana Díaz en Andalucía hace unos años) y, después, al encontrarse con la sorpresa de los votos, no se reconoce error alguno. El PSOE, por su parte, subraya que se ha quedado bien cerca del PP, pero ni siquiera entra a hablar sobre el hecho de que ha perdido cuatro puntos porcentuales, siete diputados y más de 115.000 votos, además de haber pasado a la segunda plaza después de haber quedado por delante del PP en 2019. Vox, por su parte, se comporta como si fuera el ganador de las elecciones cuando, en realidad, no es sino el tercer partido a una distancia enorme del primero y segundo. Tiene, de hecho, menos de la mitad de votos que PP o PSOE. Y, finalmente, Unidas Podemos... en fin, de eso no hace falta ni hablar.

Pero bueno, tampoco iba a eso. Esa no es la razón por la que he decidido escribir sobre el tema hoy. Lo que me está produciendo hastío sobre este asunto es la actitud general del personal. Recuerda a aquello del perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Por no hablar del descaro con el que nuestros líderes (sin excepción) se contradicen continuamente, dependiendo de la conveniencia de cada cual. Los principios, los valores y la consistencia brillan por su ausencia. Por ejemplo, vaya por delante que no comparto el ideario ni las formas de Vox. Pero, guste o no guste, les ha votado cerca del 18% de los ciudadanos de Castilla y León. Y no solamente eso, sino que uno no llega a entender cómo puede ser posible en ninguna democracia que tanta gente proponga crear un cinturón sanitario alrededor de ellos e ignorar el hecho de que representan a una buena porción del electorado. ¿Qué democracia es esa? ¿Dónde queda la representación? Cuidado, porque si se tratase de nazis la cosa tendría al menos algo de sentido. Pero no son nazis. Son derecha dura, ciertamente. Y, como digo, no comparto para nada ni su ideario ni sus formas. Pero no son nazis. La cosa es aún más ridícula. El PSOE, que no tiene problema alguno en coaligarse con Unidas Podemos (hasta cierto punto, la imagen especular de Vox en la izquierda) o llegar a acuerdos con Bildu o ERC, se horroriza ante la posibilidad de que el PP pueda llegar a acuerdos similares por su derecha. ¿Por consistencia? ¡Qué va! ¡Ni mucho menos! Como decíamos, ellos no tienen problemas en alcanzar acuerdos hasta con los independentistas o con quienes hasta hace poco justificaban los crímenes de ETA. ¿Pero Vox? ¡Hombre no! ¡Eso sí que es inaceptable para cualquier conciencia democrática! Pero aún es peor. No solamente se cierran en banda a aceptar siquiera la posibilidad de que el PP y Vox alcancen ningún acuerdo, sino que tampoco están dispuestos a abstenerse para facilitar que el PP pueda gobernar en solitario (supongo que bien pueden cambiar de opinión en los próximos días, pero eso es lo que he leído hasta el momento). Unidas Podemos, Errejón y compañía, por supuesto, comparten esa posición. ¿Qué se supone que ha de hacer el PP entonces? Si no puede ni siquiera llegar a acuerdos con Vox, a pesar de que representa a cerca del 18% de los ciudadanos de Castilla y León, y tampoco le vamos a permitir que pueda gobernar en solitario... ¿qué es lo que debe hacer, exactamente?

En fin, que anda uno algo asqueado de todo esto. Si acaso, lo más sensato me parece que ha sido la noticia publicada en la web humorística de El Mundo Today anunciando que el CIS sigue dando la victoria al PSOE en las elecciones celebradas el pasado fin de semana. Por lo menos eso me hace reír. {enlace a esta entrada}