Todas las energías son necesarias

Toda las energías son necesarias, de Manuel Gómez, publicado por El País, 26 Agosto 2009.

El debate sobre política energética en cualquier país suele ser un auténtico campo minado donde se enfrentan los intereses económicos de las grandes empresas con las posiciones de los ecologistas, que a menudo pecan de idealismo y simplificación. Manuel Gómez nos sorprendió esta semana con un reportaje bastante objetivo sobre el tema.

Depender en exclusiva de la energía eólica —la renovable más extendida— en días como el pasado 3 de agosto, en España hubiera sido un problema serio. Ese día, a las dos de la tarde, cuando el consumo eléctrico se acercaba a los 35.000 megavatios, los molinos apenas producían el 1,7% de la electricidad que se consumía, aunque la potencia de generación instalada es del 17%. Y esto suele ser lo habitual en los días en que hace más calor o más frío en la Península Ibérica. Es usual que coincidan con una gran estabilidad atmosférica, por lo que el viento no sopla.

Para hacer frente a la caída de la producción eólica que se demanadaba el 3 de agosto hubo que recurrir a los ciclos combinados (centrales de generación eléctrica que usan gas natural como combustible). A esa hora asumieron poco más del 45% de toda la electricidad que se producía, según los datos de Red Eléctrica.

De la mano de estos datos, del cambio climático o de sonoras discusiones como la que se organizó hace un mes en torno a la central nuclear de Garoña, resurge con asiduidad el debate sobre cuál debe ser el parque de generación eléctrica. "Todas las energías son necesarias", claman desde Unesa, la patronal de las empresas del sector. Es la opinión mayoritaria entre los expertos. A ellos se suma Jorge Fernández, director general adjunto de Intermoney Energía. Incluso Ignacio Cruz, director del departamento eólico del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), parece apuntarse a ella, aunque con matices, cuando afirma: "Sí que se podría prescindir, pero perderíamos en seguridad [de suministro]".

Desde el bando ecologista, Ladislao Martínez acepta este argumento, pero él sí que niega la mayor. Para él no todas las energías son necesarias. Para llegar a esta conclusión compara los 90.000 megavatios de capacidad de producción que tiene el parque de generación español con los 44.786 que se demandaron el día de mayor consumo registrado, un lejano 17 de diciembre de 2007.

¿Qué fue de la leyenda negra?

¿Qué fue de la leyenda negra?, de José María Ridao, publicado por El País, 30 Agosto 2009.

El historiador Jose María Ridao afronta la actualización de los estudios sobre la leyenda negra española subrayando que no fue España la que gobernó su extenso imperio, sino más bien una rama de la familia de los Habsburgo la que mandó en sus dominios desde Castilla.

Analizada como fenómeno que necesita explicación y no como repertorio de invectivas que reclama un desmentido, la Leyenda negra aparece como el inevitable reverso de una forma de contar la historia que confunde las grandezas y las miserias de la dinastía Habsburgo con las de España. El equívoco no es, desde luego, arbitrario, pero no por ello deja de ser un equívoco, vinculado a la elaboración de los relatos nacionalistas del pasado en los principales países europeos y, en el caso español, a la consideración que ese relato dispensa al reinado de Isabel la Católica. En lugar de retratarla como lo que fue, una reina que usurpó el trono de su hermano Enrique a la heredera Juana, que desencadenó una feroz guerra civil en Castilla y que desmanteló el sistema institucional del reino para asentar su poder ilegítimo, la historiografía nacionalista la exalta como creadora del "Estado moderno" y autora de unas "reformas" pioneras en Europa. En realidad, la reina Isabel no hizo otra cosa que lo que cualquier tirano en cualquier edad y latitud: desmantelar las instituciones que violentó y consolidar en su lugar un artefacto político hecho a la medida de su ambición.

La interpretación hagiográfica del reinado de Isabel podría haber permanecido como un equívoco aislado en el relato de la historia de España si, al convalidarlo, no se hubieran sentado automáticamente las bases de un nuevo equívoco que afecta al sentido de la revuelta de los Comuneros en 1520, y al que, a su vez, seguirán otros equívocos, en una espiral incontrolable. Si no se admite que los mecanismos de gobierno instaurados por Isabel son los propios de, por así decir, una dictadura, es imposible desentrañar el sentido último de los Comuneros, y de ahí que la historiografía se dividiese en función de las opciones políticas de los autores, no de la interpretación estricta de los hechos. Para unos, la revuelta tuvo, así, un sentido democrático; para otros, en cambio, expresaba el rechazo a la política europeísta de Carlos V. El motivo de fondo debió de ser menos ideol&oacut;gico, entre otras razones porque las categorías sobre las que se apoyan esos juicios —democrático, europeísta— son simples anacronismo: los recursos de Castilla, que incluían la plata procedente de las Indias, servían para financiar las necesidades del emperadeor en sus restantes reinos, algo que los castellanos no podían impedir porque, debido al "Estado moderno" y a las "reformas" de Isabel, carecían de instrumentos institucionales para hacerlo.

La ciencia del rock

La ciencia del rock, de Javier Sampedro, publicado por El País, 30 Agosto 2009.

Interesante artículo que trata de responder a cinco cuestiones sobre temas musicales: ¿están las melodías cerca de acabarse?, ¿por qué el iPod parece el mejor de los djs?, ¿hay música para chicas y para machotes?, ¿por qué tengo muchos más discos en las letras M y S que en el resto?, ¿cuántos años faltan para que toda la música acabe en Internet?, ¿por qué la segunda canción del disco parece siempre la mejor?

¿Están las melodías cerca de acabarse o las canciones (no atonales, claro) son infinitas?

— El número de melodías dodecafónicas es fácil de calcular —son unos 500 millones—, pero difícil de interpretar. Casi toda la música es tonal, es decir, que se basa en generar y resolver tensiones sobre un punto de anclaje o reposo armónico (la tonalidad, como do mayor o la menor). Cualquier sistema tonal implica que unas notas (la tónica o ancla y sus socios naturales) se utilizan mucho más que otras en una melodía.

Lo que hizo Schönberg fue prohibir por estatuto usar una nota más que otra: la melodía dodecafónica debe llevar las 12 notas que hay en la escala, y ni una más. Schönberg no fue el primer músico atonal, pero sí el primero en proponer esa fórmula matemática simple para garantizar al compositor una atonalidad cristalina. Las posibles melodías dodecafónicas, por tanto, son las permutaciones de 12 notas tomadas de 12 en 12, que son 12! (12 factorial, o 12 x 11 x 10 x 9...), o cerca de 500 millones. La biblioteca de iTunes tiene seis millones de canciones, así que ahí parece haber margen para 80 bibliotecas iTunes más. Lo que ocurre es que poca gente llamaría melodías a la mayor parte de esos productos matemáticos.

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¿Cuántas melodías tonales hay? Una forma de estimarlo puede ser no partir de 12 notas, sino de 7: la escala diatónica descubierta por Pitágoras (do re mi fa sol la si), casi un producto de la física del sonido. Son las teclas blancas del piano, y casi cualquier forma en que uno toque esas teclas produce una melodía tonal.

Pero las permutaciones de siete notas tomadas de siete en siete apenas pasan de 5.000. Cada una debería estar repetida 1.200 veces en iTunes. Y aún puede que siete notas sean demasiadas. El mayor éxito de Weather Report, Birdland, se basa en una melodía de una simpleza insultante: sus cinco notas sólo dan 120 permutaciones. ¿Entonces qué pasa?

Que el diablo mora en los detalles. Cuando las primeras bossa nova fueron acusadas de monótonas, Antonio Carlos Jobim respondió con la Samba de una nota so, donde la única nota de la melodía adquiere cinco significados radicalmente distintos según a qué acorde pertenezca. La innovación en música, como en todo lo demás, no es una cuestión de combinatoria, sino de profundidad, durará cuanto dure el talento.

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¿Por qué en mi discoteca tengo muchos más discos en las letras M y S que en el resto?

Ésta no es de música. También mi agenda del móvil está llena de emes —manolos, marías, manriques—, y algo similar pasa en los diccionarios. La preponderancia de la M se debe seguramente a que no hay mejor forma concebible de empezar una palabra: cerrando la boca.

New Law of Physics Could Explain Quantum Mysteries

New Law of Physics Could Explain Quantum Mysteries, by Lisa Zyga, published on PhysOrg.

Since the early days of quantum mechanics, scientists have been struggling with many of its implications: superpositions, wave-particle duality, the observer's role in measurements, etc. A newly proposed law of physics may help solve all those mysteries.

The theory suggests the existence of a state space (the set of all possible states of the universe), within which a smaller (fractal) subset of state space is embedded. This subset is dynamically invariant in the sense that states which belong on this subset will always belong to it, and have always belonged to it. States of physical reality are those, and only those, which belong to this invariant subset of state space; all other points in state space are considered "unreal". Such points of unreality might correspond to states of the universe in which counterfactual measurements are performed in order to answer questions such as "what would the spin of the electron have been, had my measuring apparatus being oriented this way, instead of thay way?" Because of the Invariant Set Postulate, such questions have no definite answer, consistent with the earlier and rather mysterious notion of "complementarity" introduced by Niels Bohr.

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As well as being able to provide an understanding of the notion of complementarity, the two-fold ontological nature of state space can also be used to explain one of the long-standing mysteries of quantum theory: superpositions. According to the Invariant Set Postulate, the reason that Schrodinger's cat seems to be both alive and dead simultaneously is not because it is, in reality, in two states at once, but rather because quantum mechanics is ignorant of the intricate structure of the invariant set which determines the notion of reality. Whichever point (alive or dead) lies on the invariant set, that one is real. The notion of quantum coherence, which is reflected in the concept of superpositions, is, rather, carried by the self-similar geometry of the invariant set.

(...)

The Invariant Set Postulate appears to reconcile Einstein's view that quantum mechanics is incomplete, with the Copenhagen interpretation that the observer plays a vital role in defining the very concept of reality. Hence, consistent with Einstein's view, quantum theory is incomplete since it is blind to the intricate structure of the invariant set. Yet consistent with the Copenhagen interpretation, the invariant set is in part characterized by the experiments that humans perform on it, which is to say that the experiments do indeed play a key role in defining states of physical reality.

Yet another quantum mechanical concept that the Invariant Set Postulate may resolve is wave-particle duality. In the two-slit experiment, a world where particles travel to areas of destructive interference simply does not lie on the invariant set, and therefore does not correspond to a state of physical reality.

Among the remaining mysteries of quantum mechanics that the Invariant Set Postulare might help explain is the role of gravity in quantym physics. As Palmer [Tim Palmer, a weather and climate researcher at the European Centre for Medium-Range Weather Forecasts] notes, gravity has sometimes been considered as an objective mechanism for the collapse of a superposed stated. However, since the Invariant Set Postulate does not require superposed states, it does not require a collapse mechanism. Rather, Palmer suggests that gravity plays a key role in defining the state space geometry of the invariant set. This idea fits with Einstein's view that gravity is a manifestation of geometry. As such, Palmer suggests, unifying the concepts of non-Euclidean causal sapce-time geometry and the fractal atemporal geometry of state space could lead to the long-sought theory of "quantum gravity". Such a theory would be very different from previous approaches, which attempt to quantize gravity within the framework of standard quantum theory.