El secuestro de Papá Noel |
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Capítulo 1: La puerta secreta [print] Capítulo 2: Siguiendo la pista [print] Capítulo 3: Un hogar en el Polo Norte [print] Capítulo 4: Atrapados en la nieve [print] Capítulo 5: Prisioneros [print] Capítulo 6: La escapada [print] Capítulo 7: De vuelta a casa [print] |
4. ATRAPADOS EN LA NIEVETodos los elfos se apelotonaron alrededor del sillón donde se encontraban Sven y los niños, dejando atrás sus sacos, sus herramientas, tazones de chocolate caliente y todo lo demás. — "¿Cómo?", preguntó Sven incrédulo. Olsen hizo señas a los niños para que le siguieran, y éstos obedecieron. Les condujo hacia la puerta, donde les devolvió sus abrigos, guantes y gorros, y salió con ellos. Todos caminaron de vuelta por el camino que conducía a la cueva a través del pequeño bosque, y cuando ya se disponían a entrar vieron a dos elfos llegar corriendo. — "¡Olsen, Olsen!", gritaba el que parecía más joven de los dos. "Nos hace falta ayuda, por favor. Necesitamos que alguien ate los renos a los trineos". Dicho esto, Olsen se marchó con los otros dos elfos a ayudarles con los renos y Nicolás y Benjamín entraron en la cueva. Pero Sophia se quedó un poco rezagada. — "¡Vamos, Sophi! ¡Ya has oído lo que nos han dicho! Solamente tenemos que caminar rectos hasta llegar al final del túnel", dijo Nicolás. Pero a estas alturas, Sophia ya estaba otra vez de vuelta en el sendero, y Benjamín la había seguido también. Cuando Nicolás se quiso dar cuenta, los tres andaban ya camino de Rangild. La tormenta aún continuaba incansable: el viento gélido soplaba y casi cortaba la piel, la nieve caía en grandes copos, y hasta el aliento casi se les congelaba en medio de aquel frío polar. Pero los tres continuaron caminando por el sendero, cogidos de la mano para no perderse. Ni siquiera hablaban, de cansados que estaban, y aparte del sonido del viento soplando se oía bien poco, al menos hasta que un horrible aullido retumbó entre los árboles. — "¡Auuuuuuuuuu!"Los niños se echaron a correr para escapar de los lobos, pero no acertaban a ver el camino entre tanta nieve como caía. Simplemente podían oír el sonido de algo corriendo justo detrás de ellos mientras se lanzaban hacia adelante, los tres, cogidos de la mano, escapando a ciegas. De pronto, algo crujió bajo los pies del que corría primero. — "¡Craack!"Pero todos iban muy juntos, y casi no se veía nada, así que no había forma de evitarlo. Todos cayeron al hoyo, uno tras otro, y el ruido de los lobos persiguiéndoles desapareció por completo. Se hizo el silencio. Unos pasos de alguien que se aproxima. Los niños miran hacia arriba con miedo, y ven una cara de hielo que les mira con una tenebrosa risa. — "¡Ja, ja, jaaaa! ¡Jaaa, ja, ja, jaaa!" |