Andaluces de Jaén
      aceituneros altivos,
      decidme en alma: ¿quién,
      quién levantó los olivos?
      Andaluces de Jaén,
      andaluces de Jaén.

      No los levantó la nada,
      ni el dinero, ni el señor, 
      sino la tierra callada,
      el trabajo y el sudor.
      Unidos al agua pura
      y a los planetas unidos,
      los tres dieron las hermosura
      de los troncos retorcidos.
      Andaluces de Jaén.

      Andaluces de Jaén,
      aceituneros altivos, 
      decidme en el alma: ¿de quién,  
      de quién son esos olivos?
      Andaluces de Jaén,
      andaluces de Jaén.

      ¡Cuántos siglos de aceituna,
      los pies y las manos presos,
      sol a sol y luna a luna
      pesan sobre vuestros huesos!
      Jaén, levántate brava
      sobre tus piedras lunares,
      no vayas a eser esclava
      con todos tus olivares.
      Andaluces de Jaén.

      Andaluces de Jaén,
      aceituneros altivos,
      decidme en el alma: ¿de quién,
      de quién son esos olivos?
      Andaluces de Jaén,
      andaluces de Jaén.