[Tue Sep 17 13:29:27 CDT 2019]

El País ha publicado estos días un par de artículos sobre temas de tecnología que me parecen bien interesantes. Ayer, leíamos las palabras de Ricardo Baeza Yates, recientemente galardonado con el Premio Nacional de Informática, quien viene a desmontar el mito de que la Internet es un entorno de participación y democracia:

Menos del 1% de usuarios de Internet crea más del 50% del contenido. "Si tomas cualquier segmento de tiempo determinado, el porcentaje de gente activa en Internet seguro que es menos del 10%", explica el profesor chileno Ricardo Baeza-Yates. "Lo he visto en lugares donde he trabajado. La mayor parte de gente en internet, en las redes sociales sobre todo, está de mirón, sin hacer nada. Ni siquiera hace un like. No genera datos para internet, que no es lo mismo que estar activo. La gente que contribuye, que hace un like, podría ser un 10%, pero quienes hacen un tuit o un post o cuelgan una foto, van a ser menos", añade.

(...)

En internet también funciona una ley humana que la sabiduría popular española conoce bien: uno hace, muchos miran. "Es el sesgo de actividad: pocos trabajan y muchos no hacen nada. En cualquier actividad humana, se ve este sesgo. Pocos tiran, los otros siguen", explica Baeza. Es un fenómeno tan establecido que tiene un nombre: la ley de Zipf.

"La consecuencia más importante de este fenómeno es que la sabiduría de masas es una ilusión", dice Baeza-Yates... La sabia masa de internet no es por tanto todos los humanos que usan la red, sino quienes generan contenido. "Es la sabiduría de la gente que está haciendo cosas. Si hay grupos que quieren manipular en Twitter en Estados Unidos, en Facebook en Filipinas o WhatsApp en Brasil tienen mucha potencia porque hay muchos que no hacen nada, que solo miran", explica.

Por otro lado, hoy leemos una noticia que nos advierte que ver un video de 10 minutos consume tanta energíá como un móvil durante diez días. La noticia está basada en el informe LEAN ICT - Towards digital sobriety y llega a dicha conclusión tras incluir en sus cuentas los recursos que se encuentran detrás del contenido que encontramos en la nube. Aunque algunos quieren ver en este contenido digital una nueva economía inmaterial que vendra a solucionar los problemas ecológicos que tenemos planteados, la verdad es que de inmaterial no tiena nada, pues hay que considerar no solo la energía eléctrica que usan los centros de datos, sino también la energía y otros recursos materiales usados para la fabricación de los equipos. Por cierto que, como en tantos otros campos, también en éste los autores del informe advierten de que inclusi si adoptamos la estrategia de sobriedad que ellos proponen no vamos a reducir el impacto ecológico de la actividad, sino que tan solo vamos a contribuir a que crezca a un ritmo menos acelerado. {link to this entry}