{Versión original: 23 Octubre 2005}
{Última actualización: 31 Mayo 2010}

Aunque Marx nunca hiciera explícita una teoría sobre el imperialismo, sí que escribió acerca del colonialismo en la que es considerada su obra cumbre, El Capital. Asimismo, también dejó escritos algunos análisis de los efectos del colonialismo en Irlanda y la India que, hasta cierto punto, pueden considerarse como inspiradores de las teorías que posteriormente diera a luz Lenin.


The need of a constantly expanding market for its products chases the bourgeoisie over the whole surface of the globe. It must nestle everywhere, settle everywhere, establish connexions everywhere.

The bourgeoisie has through its exploitation of the world market given a cosmopolitan character to production and consumption in every country. To the great chagrin of Reactionists, it has drawn from under the feet of industry the national ground on which it stood. All old-established national industries have been destroyed or are daily being destroyed. They are dislodged by new industries, whose introduction becomes a life and death question for all civilized nations, by industries that no longer work up indingenous raw material, but raw material drawn from the remotest zones; industries whose products are consumed, not only at home, but in every quarter of the globe. In place of the old wants, satisfied by the productions of the country, we find new wants, requiring for their satisfaction the products of distant lands and climes. In place of the old local and national seclusion and self-sufficiency, we have intercourse in every direction, universal inter-dependence of nations. And as in material, so also in intellectual production. The intellectual creations of individual nations become common property. National one-sidedness and narrow-mindedness become more and more impossible, and from the numerous national and local literatures, there arises a world literature.

(Karl Mark y Friedrich Engels: The Communist Manifesto. Penguin Books, Nueva York (USA), 1985, pp. 83-84)


Imperialism is a policy of extending control or authority over foreign entities as a means of acquisition and/or maintenance of empires, either through direct territorial conquest or through indirect methods of exerting control on the politics and/or economy of other countries. The term is often used to describe the policy of a country in maintaining colonies and dominance over distant lands, regardless of whether the country calls itself an empire.

(Wikipedia: Imperialism)


Tres hilos conductores relacionan a los Estados Unidos globales de la era de la Guerra Fría con el intento de afirmar su supremacía mundial a partir del año 2001. El primero es su posición de dominación internacional, fuera de la esfera de influencia de los regímenes comunistas durante la Guerra Fría, y en el plano global desde la desintegración de la URSS. Esa hegemonía ya no se basa en la magnitud de la economía estadounidense. Si bien esta es importante, declinó a partir de 1945, y esa relativa declinación continúa. Ya no es el gigante de la producción global. El centro del mundo industrializado se desplaza con rapidez hacia la mitad oriental de Asia. A diferencia de los países imperialistas anteriores, y de la mayor parte de los demás países industriales desarrollados, los Estados Unidos dejaron de ser un exportador neto de capital y de serl el principal actor del juego internacional de compra e instalación de empresas en otros países, y la fuerza financiera del Estado reside en la persistente disposición de otros, sobre todo de los asiáticos, a mantener un déficit fiscal que de lo contrario sería intolerable.

El segundo hilo conductor es el peculiar estilo del imperio estadounidense, que siempre prefirió los estados satélite o los protectorados a las colonias formales. El expansionismo implícito en el nombre elegido para las trece colonias independientes de la costa este del Atlántico (Estados Unidos de América) era continental, no colonial. El expansionismo posterior del "destino manifiesto" fue tanto hemisférico como orientado al este de Asia, y tuvo como modelo la supremacía marítima y el comercio global del imperio británico. Hasta podría decirse que, en su afirmación de una completa supremacía estadounidense sobre el hemisferio occidental, era demasiado ambicioso como para verse limitado a la administración colonial de sus partes.

Así, el imperio estadounidense consistió en estados técnicamente independientes que obedecían a Washington, pero, dada su independencia, eso exigía una constante disposición a ejercer presión sobre los gobiernos, lo que comprendía presiones de "cambio de régimen" y, donde era posible (tal como en las minirrepúblicas de la región del Caribe), periódicas intervenciones armadas estadounidenses.

El tercer hilo conductor relaciona a los neoconservadores de George Bush con la certeza de los colonos puritanos de ser un instrumento de Dios en la tierra y con la Revolución Americana que, como todas las grandes revoluciones, desarrolló convicciones misioneras mundiales sólo limitadas por el deseo de proteger a la nueva sociedad de libertad universal de la corrupción del Viejo Mundo. La forma más eficaz de resolver el conflicto entre aislacionismo y globalismo fue algo que se explotó de manera sistemática en el siglo XX y que Washington sigue utilizando en el siglo XXI. Suponía descubrir un enemigo externo que representara una amenaza inmediata y mortal para el estilo de vida estadounidense y la vida de sus ciudadanos. El fin de la URSS eliminó al candidato más obvio, pero para principios de los años 90 ya se había detectado otro en el "choque" entre Occidente y otras culturas renuentes a aceptarlo, sobre todo el Islam. De ahí que los dominadores mundiales de Washington de inmediato reconocieran y explotaran las enormes posibilidades políticas de los atentados de Al-Qaeda del 11 de setiembre.

(Eric Hobsbawn: Crisis y ocaso del imperio, traducción de Joaquín Ibarburu para Clarín republicada en Kaos en la red, publicada originalmente en The Guardian)


El Presidente de Alemania, Hortt Köhler, dimite tras sus polémicas declaraciones en las que habló de las razones económicas y comerciales tras la presencia de tropas alemanas en Afganistán. ¿Uno de esos extraños casos de ingenua sinceridad?