Razones para la revalorización del dólar a finales de 2008
Date: Mon Dec  8 16:02:54 2008
From: Jesus Ortega
To: Juan Antonio Ramírez
Subject: Razones para la revalorización del dólar en el último trimestre del 2008 

Juan Antonio,


Hace unos días, cuando nos vimos en el Multiaventura de Gines, me
preguntaste sobre las posibles razones que pueden haber llevado a la
revalorización del dólar durante el último trimestre del 2008.  Pues
bien, he estado reflexionando sobre el tema y me parece que puedo
exponer de forma más o menos consistente las posibles razones que han
conducido a ello.  

Tal y como hablamos ese mismo día, está bien claro que el valor de las
divisas en un sistema de libre mercado como el que tenemos depende de la
oferta y la demanda (hasta no hace mucho se hablaba de "capitalismo",
pero por lo que quiera que sea en las últimas dos o tres décadas se
prefiere hablar de "libre mercado", que viene a ser exactamente lo mismo
pero con distinto nombre: cuestión de imagen y, si acaso, de
preferencias ideológicas personales).  Cierto, el mercado perfecto no
existe y, además, está mucho más mediatizado si cabe cuando hablamos de
intercambios de divisas y mercados financieros internacionales.  No
obstante, ello no quita para que en las últimas décadas hayamos asistido
claramente a una evidente extensión de la implantación de los mecanismos
de mercado por el mundo, lo cual nos permite aplicar su metodología para
analizar asuntos como el que nos traemos entre manos. 

Veamos, pues.  Echémosle un vistazo primero al contexto previo a la
reciente revalorización de la divisa estadounidense.  Antes de que se
produjera ésta, el dólar había estado cayendo de forma aparentemente
imparable en su comparación con el euro desde septiembre de 2007
aproximadamente (de hecho, había estado cayendo desde mucho antes, pero
la tendencia se aceleró a partir de esa fecha).  Como consecuencia de
esta progresiva pérdida de valor, las exportaciones estadounidenses se
fueron abaratando, lo cual redundó en una significativa mejora de su
balanza de pagos (comparativamente hablando, por supuesto, sobre todo
teniendo en cuenta las cifras extremadamente negativas que habían venido
alcanzando desde hacía tiempo).  Asimismo, el dólar también se estuvo
devaluando con respecto a otras monedas internacionales, teniendo el
mismo tipo de efecto positivo en su balanza de pagos.

Una vez situados en este contexto temporal, se hace un poco más fácil,
creo, entender por qué el dólar puede haberse visto revalorizado en los
últimos meses.  En primer lugar, tenemos consideraciones de comercio
exterior.  El incremento de las exportaciones estadounidenses implica un
incremento también de la compra de su divisa.  Se trata, en este caso,
de pura oferta y demanda, y me parece que el mecanismo es lo
suficientemente fácil de entender como para que no hagan falta más
explicaciones.  Además de ello, y también relacionado con el comercio
exterior, tenemos el hecho de que la economía estadounidense se ha
ralentizado significativamente en los pasados seis meses.  Esto ha
reducido su nivel de importaciones, lo que conlleva una reducción en la
compra de divisas extranjeras.  Una vez más, esto redunda en una
apreciación de la moneda nacional en comparación con la de aquellos
países de los cuales se suele importar.  Finalmente, el hecho de que el
dólar se mantuviera tan débil frente al euro durante un buen tiempo
favoreció la inversión de capitales denominados en euros en el mercado
estadounidense (en otras palabras, la compra de empresas estadounidenses
por parte de intereses europeos).  Esto implica también, por supuesto,
una mayor demanda de la divisa estadounidense.   

En segundo lugar, tenemos el valor del dólar como moneda-refugio en unas
circunstancias económicas que no pueden sino considerarse difíciles.
Hay que tener en cuenta en este sentido que la Administración Bush fue
la primera en hacer pública una serie de medidas para combatir la crisis
financiera.  Cierto, el Congreso estadounidense votó en contra en un
primer momento, pero el paquete de medidas fiscales se renegoció
rápidamente y se aprobó con una mayoría de representantes que incluía
tanto a republicanos como a demócratas.  No hay más que comparar esto
con el inmovilismo europeo para darse cuenta de que los inversores no
tenían más remedio que sentirse mas atraídos por el dólar que por el
euro.  Sí, Gordon Brown tomó medidas incluso más acertadas que las
estadounidenses y también rápidamente, pero el Reino Unido no está
dentro de la zona euro.  Además, la Administración Bush inmediatamente
observó que el plan de Brown podía aprovecharse y aplicarse en EEUU con
unos cuantos retoques.  Tuvo la flexibilidad suficiente para darse
cuenta de ello y adoptar aquellos elementos del plan que le parecieron
necesarios.  Mientras tanto, la zona euro ha demostrado una enorme falta
de cintura para hacer frente a esta crisis: las cumbres europeas han
consistido más en hacer declaraciones rimbombantes que en tomar medidas
concretas, Francia y Alemania no parecen estar en la misma onda en lo
que respecta a las medidas a tomar, tanto el gasto público como la
intervención en los bancos se hace siempre dentro de los límites de cada
mercado nacional en lugar de coordinarse eficientemente en toda la
eurozona...  En definitiva, el problema fundamental del euro es que, aun
contando con un banco central, éste únicamente tiene potestad para
decidir los tipos de interés, y no para intervenir los bancos o adoptar
otras medidas de política monetaria de igual importancia.  De la misma
forma, la Comisión Europea carece también de competencias para lanzar
planes de inversión pública en toda la UE, a diferencia de lo que sucede
con el Gobierno federal estadounidense.  Sumemos a esto el triunfo de
Obama en las elecciones presidenciales y la ola de optimismo que ha
levantado (además de la buena impresión que han ido causando sus
primeros nombramientos y decisiones políticas), y tenemos el escenario
perfecto para un descenso del valor del euro con respecto al dólar.  

Llegamos, así, a la parte más importante de nuestro análisis: la
corroboración de nuestras hipótesis mediante el análisis empírico de los
datos.  En este sentido, estamos algo limitados por el hecho de que ni
tú ni yo trabajamos en esto y no tenemos acceso directo a la información
que nos haría falta (por no hablar de la falta de tiempo para buscarla
en la Red debido a consideraciones familiares  :)  ).  En todo caso, un
somero repaso a las estadísticas publicadas en la Red parece confirmar
la primera hipótesis que indico arriba, como puedes ver en los
siguientes artículos:


(1) http://finance.yahoo.com/currency/convert?from=EUR&to=USD&amt=1&t=2y

(2) http://www.epi.org/content.cfm/indicators_intlpict_20080215

(3) http://www.americaneconomicalert.org/view_art.asp?Prod_ID=2945



Por lo que hace a la segunda hipótesis, reconozco que es mucho más
difícil de cuantificar.  Requeriría acceso a estadísticas sobre
inversión de capitales (también mencionado al final de mi explicación
sobre la primera razón de la revalorización del dólar) que no tenemos en
estos momentos.  

Es bien posible que haya otros motivos que expliquen la tendencia de la
que aquí hablamos, por supuesto.  No obstante, me parece que lo que aquí
describo parece al menos bien razonable.