La Presidencia imperial en EEUU
[Thu Sep 3 13:38:03 CDT 2020]

Leemos un artículo de opinión firmado por Spencer Bokat-Lindell en The New York Times acerca de la constante expansión de los poderes presidenciales en el sistema político estadounidense en el que se ofrece como posible solución el abandono del sistema presidencialista y la adopción de un sistema de corte parlamentario. Algo que, sin duda, suena a lucubración mental sin ningún fundamento en la realidad cultural de los EEUU. Vayamos por partes. La naturaleza del problema está clara. Y se trata, desde luego, de un problema real. Como se explica en el propio artículo:

In 1973, when the Watergate scandal was enveloping Washington, the historian Arthur M. Schlesinger Jr. famously declared that executive power had spiraled out of control. “The imperial presidency, created by wars abroad, has made a bold bid for power at home,” he wrote in The Atlantic. “If this transformation is carried through, the President, instead of being accountable every day to Congress and public opinion, will be accountable every four years to the electorate. Between elections, the President will be accountable only through impeachment and will govern, as much as he can, by decree.”

Ni que decir tiene que, desde 1973, la situación no ha hecho sino emperorar. La concentración del poder en manos del inquilino de la Casa Blanca de turno (independientemente del partido, pues se trata de una característica del sistema político como tal, no de la ideología que supuestamente inspire al Presidente) ha ido en aumento con el paso del tiempo, sobre todo a partir del 11 de septiembre, la guerra contra el terror y la creciente polarización política del país, que prácticamente impide pasar legislación alguna, pues ello exigiría la connivencia tanto del Presidente como de ambas cámaras del Congreso. Vuelvo a subrayar: estamos ante una tendencia que viene de largo. No estamos hablando de Trump, sino de un problema de diseño en el mismo sistema político. Sin embargo, y he ahí, me temo, la clave del asunto, la amplia mayoríá de estadounidenses siente una reverencia cuasi-religiosa por los llamados Padres Fundadores que prácticamente les impide poner en marcha lo que el país necesita de manera urgente, esto es, un nuevo proceso constituyente que adapte su sistema político a los nuevos tiempos. Sí, entiendo que otros países parecen estar pasando por unas circunstancias similares (me da la impresión de que, en realidad, lo que estamos viendo es una crisis de modelo, incluso de civilización, si me apuran), pero la gravedad del asunto se ve exacerbada en los EEUU por el hecho de que su edificio político fue construido sobre unos cimientos que tienen más de 200 años. {enlace a esta entrada}