[Mon Jul 22 16:50:03 CDT 2013]

He de reconocer que no me convence del todo la medida anunciada hoy por el primer ministro británico, David Cameron, para filtrar el acceso a la pornografía en la Internet. No soy muy partidario de las teorías conspirativas, y hasta acepto que en estos casos el Gobierno puede tener buenas intenciones. Pero aún así, veo más problemas que ventajas en adoptar la medida. Según se nos cuenta, la intención es acabar con la pornografía infantil. Y, para ello, se pretende que, a partir de ahora, cualquier ciudadano que quiera consumir porno en la Internet tendrá que solicitarlo explícitamente a su proveedor porque los filtros por defecto van a bloquear tal acceso. Pero hay que observar que no se bloquea solamente el acceso a la pornografía infantil, sino a todo tipo de pornografía, sea del tipo que sea. Y, por si fuera poco, el ciudadano que quiera tener acceso a ese tipo de datos deberá contactar con su proveedor de Internet y solicitar explícitamente que se lo den. Asume uno, pues, que dichos individuos se van a señalar a sí mismos ya de entrada, y existirá un listado (de libre acceso para el Gobierno, se supone) con todos los nombres de los supuestos pervertidos. En fin, que nada de esto parece muy compatible con las libertades civiles que siempre se han considerado fundamentales en un régimen democrático. No sé, pero me da la sensación de que cada vez más estamos abandonando progresivamente muchas esferas de libertad individual en nombre de una seguridad que, en realidad, nunca podrá ser absoluta y que, además, sólo puede ser prometida (que no, de hecho, como digo, llevada a la práctica) por un Estado sobredimensionado y casi policíaco. ¡Quién nos ha visto y quién nos ve! No hace mucho, durante la Guerra Fría, todas estas prácticas se nos antojaban más bien propias de estados totalitarios... sí, precisamente de aquellos estados a quienes considerábamos nuestros enemigos. Cosas veredes... {enlace a esta entrada}

[Mon Jul 22 16:25:59 CDT 2013]

El País publica hoy un editorial sobre las fallidas primarias del PSOE de Andalucía con el que no me queda más remedio que mostrar mi total acuerdo:

Las primarias exprés convocadas por el PSOE andaluz para elegir candidato a la presidencia de la Junta han terminado sin cumplir el objetivo fundamental de este proceso de democracia interna: escuchar la voz de los militantes en las urnas y ofrecerles la decisión sobre quién debe ser su portaestandarte en las próximas elecciones autonómicas. La exigencia de reunir el aval del 15% de la militancia para aspirar a ser candidato ha resultado un obstáculo insalvable para el consejero Luis Planas y para el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez Salas, con lo que Susana Díaz, que ha dedicado su vida política al aparato socialista en Andalucía, se ha alzado con la designación para la que no ha necesitado competir con nadie.

Ni ha necesitado competir con nadie, ni tampoco era esa la intención desde el momento mismo en que se inició el proceso, añadiría yo. No hay que engañarse. Ya nos conocemos todos y, sobre todo, quienes hemos militado en el PSOE ya sabemos cómo funcionan estas cosas. Ni el proceso de primarias tal y como figura en los estatutos del partido están realmente diseñados para conceder una igualdad auténtica de oportunidades a todos los militantes, ni tampoco debemos pensar que Griñán y Díaz pretendían en realidad que los militantes tuvieran la última palabra a la hora de elegir al sucesor. Por tanto, estoy de acuerdo con lo que se apunta en el resto del editorial:

Si hubieran faltado candidatos, nada habría que decir sobre la corrección del proceso. Pero los había, si bien ninguno de los demás estaba en condiciones de hacer la demostración de fuerza protagonizada por la consejera de la Presidencia de la Junta, a quien respaldan 21.179 firmas, casi la mitad del censo de militantes del PSOE andaluz. El refrendo de las urnas, con voto secreto, habría dado más legitimación a todo el proceso. Desde luego, se han cumplido los estatutos, pero ha faltado flexibilidad y pausa para hacer más creíble la iniciativa.

Salvo que, como decía algo más arriba, muchos dudamos que la intención hubiera sido nunca hacer la iniciativa más o menos creíble, sino que lo que se pretendía era refrendar sin oposición interna la decisión que ya habían tomado con anterioridad los órganos internos del partido. No se trata ya de que Díaz tenga el apoyo del aparato, sino más bien de que Díaz es el aparato el PSOE-A en estos momentos. Eso lo sabe cualquiera que esté mínimamente familiarizado con el PSOE de Andalucía.

¿A qué se debe, pues, toda esta prisa? El mismo editorial lo indica bien a las claras:

Tampoco se entiende la urgencia de abrir y cerrar rápidamente el proceso sucesorio de Josén Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía. La falta de explicaciones sobre los motivos de la premura —cuando al actual presidente le quedan casi tres años de mandato— ha dado pábulo a las especulaciones sobre la relación que pueda tener con la investigación de la juez Alaya sobre los ERE.

Pues eso. Vamos, eso y el hecho de que se cuenta con la posibilidad de poder convocar elecciones anticipadas dentro de unos meses si las encuestas indican que el desgaste del PP en la comunidad autónoma es mayor que el del PSOE, lo cual, debido a un sistema electoral claramente favorable a los partidos mayoritarios, bien pudiera dejar a IU fuera de juego y el Gobierno autonómico en manos de los socialistas una vez más. Así de frío es el cálculo. Ni los intereses de los andaluces, ni tres gaitas. Nada de eso importa. Ahora mismo, lo que importa es continuar vendiendo la historia de que se va a producir una renovación gracias a la "savia nueva" que aportarán Susana Díaz y demás... aunque, en realidad, no sea sino la misma savia que lleva ya décadas corriendo por el PSOE-A, es decir, la endogamia, el clientelismo y el enchufismo. Eso es lo que hay, aunque, por supuesto, con una cara nueva que mucha gente interpretará como ilusionante y refrescante. Así funciona la política al estilo de Lampedusa, según la cual todo tiene que cambiar para que no cambie nada de nada. Y Andalucía, mientras tanto, estancada en el mismo sitio donde siempre ha estado, sin avanzar un maldito milímetro. {enlace a esta entrada}

[Fri Jul 19 13:58:37 CDT 2013]

Ya he escrito otras veces sobre este mismo tema, pero me da la sesanción de que no está de más repetirlo. Al contrario de lo que tanta gente parece pensar en Europa, no estoy para nada de acuerdo que la política de estímulos aplicada por el tándem Obama-Bernanke esté haciendo otra cosa sino retrasar el momento de afrontar seriamente las raíces últimas del problema económico que tienen los países desarrollados en estos momentos, incluyendo a EEUU. Por supuesto, gracias a los estímulos en EEUU no han tenido que ver las protestas (ni tampoco los severos problemas sociales) que se están empezando a ver en Europa. Pero eso no quiere decir que los mandatarios estadounidenses hayan solucionado nada. Es más, yo me atrevería a decir que ni siquiera se han atrevido, al menos de momento, con meterle mano al problema. Lo único que han hecho hasta ahora ha sido echar balones afuera y poco más.

Hace un par de días, sin ir más lejos, leíamos en El País que Bernanke es partidario de que la Reserva Federal siga comprando deuda. ¡Y tanto! ¡Como si que si no lo hace se hunde el chiringuito! El asunto está en ver si el ritmo frenético al que la Reserva Federal está comprando deuda de todo tipo (¡85.000 millones de dólares al mes!) es sostenible a corto plazo siquiera. Como se afirma en la propia noticia:

Bernanke lleva diciendo lo mismo desde mayo. Otra cosa es lo que entiende el mercado de sus palabras. La interpretación es que en septiembre, la Fed dejará de comprar deuda al ritmo actual de 85.000 millones de dólares al mes, para rebajarlo a entre 45.000 millones ó 65.000 millones. Y si la condiciones económicas mejoran, podría dejar de imprimir dinero en un año.

Lo que nadie quiere reconocer es que este ritmo no puede sostenerse por mucho tiempo. La economía estadounidense no ha tenido un comportamiento estelar en el último par de años, pero al menos ha evitado los graves problemas de las economías europeas. Lo que muchos estadounidenses no parecen saber es que no tiene nada que ver con la fortaleza de su economía, ni tampoco con la productividad de sus trbajadores ni la competitividad de sus empresas, sino más bien con la ingente cantidad de dinero que ha estado imprimiendo la Reserva Federal. ¿Qué sucederá cuando esto acabe? Se admiten apuestas, pero son muchos quienes sospechan que la cosa empeorará rápidamente. En todo caso, lo que sí debiera estar meridianamente claro es que no se ha hecho nada por solucionar la raíz del problema que se destapó allá por 2007. Se han limitado a parchear y seguir imprimiendo dinero (esto es, deuda) para que la economía pudiese tirar adelante de alguna manera. Los problemas del diseño continúan ahí. {enlace a esta entrada}

[Fri Jul 19 13:14:21 CDT 2013]

Por si no habíamos hecho el ridículo lo suficiente, ayer nos enterábamos de que el Presidente del Tribunal Constitucional había militado en el PP hasta recientemente. Y hoy, ni corto ni perezoso, aparece el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, afirmando que "haber militado en un patrido no inhabilita para un puesto de responsabilidad". ¡Ahí queda eso! ¡Y ni siquiera se ríe al soltarlo! Uno se pregunta, como es lógico, si el señor Ruiz-Gallardón y los medios de comunicación de la derecha mantendrían la misma opinión si el Presidente del Tribunal Constitucional hubiera sido nombrado por un Gobierno del PSOE y hubiera militado en ese partido hasta hace bien poco. Y, claro, no hace falta ser un pitoniso para adivinar la que hubieran montado. La retórica hubiera sido insufrible... y hubieran tenido razón, cuidado. Porque lo que me parece inadmisible es que ya no sólo contamos con un Tribunal Constitucional cuyos miembros son claramente elegidos gracias a sus conexiones con tal o cual partido político, sino que además ahora nos parece hasta normal que militen en un partido. O, lo que es lo mismo, que ya ni siquiera nos preocupa guardar las formas de un poder judicial independiente y hasta el ministro del ramo lo ve lógico y normal.

Vuelvo a repetir: a este paso, esto va a acabar muy, pero que muy mal. Esta misma semana, además de la entrega más reciente del escándalo Bárcenas, hemos tenido el paripé de las "primarias" del PSOE-A y ahora esto otro. Queda bien claro que ni los políticos que mantienen cargos de responsabilidad en el actual sistema político se lo toman con seriedad, así que va a ser difícil exigir que lo hagan los ciudadanos. La legitimidad del régimen no para de hundirse y nadie sabe qué tan bajo pueda llegar. Lo dicho, esto puede acabar muy, pero que muy mal. {enlace a esta entrada}

[Tue Jul 16 20:34:40 CDT 2013]

Desde luego que hay veces que la actualidad política española es de lo más surrealista (y bochornosa). Después del más reciente episodio del caso Bárcenas, en el que el ex-tesorero del PP ha declarado ante el juez implicando ni más ni menos que a Rajoy y Cospedal en el asunto de los sobrepagos, resulta que el PP se niega a que el Presidente del Gobierno comparezca en el Parlamento, que es donde tiene que comparecer en cualquier democracia parlamentaria digna de este nombre, para que ofrezca sus explicaciones. Pero ahí no queda la cosa. El caso es que ayer mismo Rajoy dió una conferencia de prensa que ni siquiera merece ese nombre en la que sólo permitió las preguntas que le pareció bien de aquellos medios de comunicación más afines. Y hoy, para redondear la faena, leemos que Rubalcaba amenaza con presentar una moción de censura si Rajoy no comparece en el Congreso. En fin, que lo siento mucho, pero ni estoy es democracia parlamentaria, ni Dios que lo ha visto. Nos siguen tomando el pelo como les viene en gana. Vuelvo a repetir: PSOE y PP, PP y PSOE, ambos, merecen que se convoquen elecciones anticipadas y quedar por debajo del 10% de votos. No es que eso fuera a solucionar nada, pero al menos contribuiría a limpiar la casa y, sobre todo, a enviar el mensaje de que no se pueden cometer tantas tropelías y seguir adelante como si nada hubiese pasado. Está uno hasta las narices de todos ellos, como asumo que está la amplia mayoría de ciudadanos. {enlace a esta entrada}

[Fri Jul 12 13:03:22 CDT 2013]

Cosas veredes. El Mundo publica una corta entrevisa con Cayetano Martínez de Irujo en la que parece obvio que trata de pasar por un tipo normal, como cualquier otro. El problema, por supuesto, es que no es un tipo como cualquier otro, no se trata de un "hijo de vecino", sino del hijo de la Duquesa de Alba, ni más ni menos. No digo yo que nacer dentro de la aristocracia de alto abolengo no tenga también sus desventajas (sobre todo en lo que hace a la falta de privacidad, por poner un ejemplo), pero hay ocasiones en que la entrevista suena a comedia, como cuando el periodista que firma la entrevista afirma que "reconoce que es de los que se lleva en un tupper lo que no se come en un resturante" porque él no tira nada de nada. Y me parece muy bien, por supuesto, pero tampoco es que tenga muchas necesidades materiales sin satisfacer el hombre. Ahí van algunas respuestas que me parecieron, cuando menos, interesantes:

— ¿Cuánto pagaría por su anonimato?

— Mucho. Yo nunca he buscado la popularidad (...). He tenido muchos años de vapuleo.

— Apellidarse Martínez de Irujo pesa en...

— Responsabilidad y pocos privilegios.

¿Ha vivido de las rentas?

En momentos sí; siempre gastaba más de lo que me daban. Con la herencia de mi padre empecé mi andadura profesional, me compré unos caballos, me fue mal y a partir de ahí a intervalos. Menos el hambre y no tener casa lo he conocido casi todo. He tenido una formación completa porque me las he bandeado por mí mismo siempre.

(...)

— ¿De qué le ha salvado el deporte?

— De la noche, por ejemplo. Yo viví la movida madrileña de Tierno Galván. En esa época tenía mesa y botella en todos los locales de ocio. Ahí sí me ayudó haber nacido en un palacio. Esa época fue muy divertida en Madrid y salí de esa época gracias a que me fui de España con mis caballos.

Vamos, pues eso. Como cualquier hijo de vecino. Ya advertía que no niego que la fama de haber nacido en una familia aristocrática no tenga también sus problemas. Pero, en cualquier caso, molesta un poco que un aristócrata que reconoce abiertamente haber vivido de las rentas en ocasiones, que dice haber montado su negocio gracias a la herencia de su rico padre, que tiene contactos por todos sitios, que reconoce haberse beneficiado de un tratamiento especial en los locales de ocio de Madrid por llevar el apellido que lleva y que, finalmente, dice haberse librado de los excesos de la Movida porque pudo irse de España "con [sus] caballos"... como digo, molesta que alguien así intente presentarse como normal. Sencillamente, no hace sino mostrar bien a las claras que vive en otro mundo. {enlace a esta entrada}

[Fri Jul 12 12:15:06 CDT 2013]

Ayer leíamos en El País que el Tribunal Constitucional ha decidido mantener la suspensión de la declaración soberanista del Parlament catalán en una decisión tomada por unanimidad de sus miembros y justificada en tan sólo ocho líneas (?!). Según se nos cuenta en la noticia:

El argumento que esgrimen los jueces es que la resolución "versa sobre una cuestión de gran relieve constitucional", y añaden que "este hecho es suficiente para inclinar el jucio de ponderación en favor de la suspensión acordada". Esa situación de suspenso durará "el tiempo indispensable" hasta que se dicte sentencia.

Las reacciones de unos y otros han sido de lo más predecibles, pero quizá conviene resaltar algunas de las declaraciones que se han hecho:

Todos los paridos soberanistas arremetieron contra la decisión judicial. "El Tribunal Constitucional no puede suspender ni anular la voluntad de un pueblo que quiere decidir su futuro", aseguró Jordi Turull, portavoz parlamentario de CiU. En esa misma línea, la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, afirmó que el tribunal una vez más utiliza criterios políticos, no puede juzgar la legitimidad democrática del pueblo de Cataluña". Su partido, añadió, "no tiene confianza en el Tribunal Constitucional porque su nivel de independencia, imparcialidad y rigor jurídico es muy bajo".

El líder del PSC, Pere Navarro, recordó que el PSC no estaba de acuerdo con la declaración y dijo que el auto demuestra que "lo que mal empieza, mal acaba". El diputado de Iniciativa Josep Vendrell aseguró que el TC ha hecho "un pronunciamiento de tipo político y no jurídico".

En el otro exremo, el portavoz adjunto del grupo del PP, Santi Rodríguez, dijo que la decisión era "únicamente jurídica y no política", mientras que el diputado Jordi Cañas, de Ciutadans, aseguró que la suspensión judicial "defiende la democracia ante las amenazas de la declaración de soberanía".

En fin, como digo, todo muy predecible. No obstante, hay unas cuantas cosas que me gustaría destacar. En primer lugar, no acierta uno a entender que un tribunal constitucional suspenda una declaración política de un parlamento. Podrá decidir, sin lugar a dudas, que llevar a cabo el plan de acción señado en la declaración es inconstitucional, si así lo considera oportuno. Pero lo que no llego a entender es que suspenda la declaración como tal. No sé si me explico. La mayoría de representantes en una cámara legislativa están en su derecho de aprobar una declaración sobre un tema político, como es el tema que nos ocupa. Podrá gustar más o menos. Podremos estar de acuerdo con el contenido de la declaración o no. Pero de lo que no cabe duda alguna es de que es su prerrogativa aprobar una declaración de intenciones de contenido claramente político. Eso sí, una vez que se decidan a ponerla en práctica aprobando la legislación pertinente (esto es, una vez que vayan más allá de la mera declaración de intenciones y aprueben una medida efectiva), cualquiera está en su derecho de interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional. En otras palabras, lo que se debe considerar o no constitucional es la medida en sí, y no las declaraciones. ¿O es que acaso la función del Tribunal Constitucinal es influir en la elaboración de las leyes y la toma de decisiones políticas que corresponde en realidad a otras instituciones del Estado? Paradójicamente, pues, quienes dicen estar defendiendo la legalidad constitucional bien podrían estar actuando contra su espíritu y hasta su letra... ¡y esto incluye al propio Tribunal Constitucional! Sencillamente, no entiende uno que entremos a castigar opiniones políticas. Repito: no me parece que el Tribunal Constitucional tenga derecho alguno a suspender una declaración política de una institución que representa democráticamente a los ciudadanos. Pero es que, en segundo lugar, tenemos aquí (y la representante de ERC apunta a ello en sus declaraciones) un problema de legitimidad política (que no jurídica, por supuesto) que hemos dejado ir empozoñándose con el paso de los años sin mover un dedo. La realidad es que poca gente ve el Tribunal Constitucional como garantía de nada, ni tampoco como una institución mínimamente imparcial. De hecho, a estas alturas de la película, lo que ha quedado bien claro es que los dos partidos mayoritarios (PP y PSOE, PSOE y PP) se reparten el pastel como quieren, minando con ello la credibilidad de la institución. Como no podía ser menos, tantos años de política de bajos vuelos y tejemanejes de todo tipo han acabado por mellar el prestigio del Tribunal Constitucional. Y eso es lo que me parece enormemente preocupante. Estamos en una situación en la que ni la Monarquía, ni el Tribunal Constitucional, ni la mayoría de instituciones políticas emanadas de la Constitución de 1978 cuentan con el respaldo y la confianza de la mayoría de ciudadanos. Esto huele a fin de régimen. {enlace a esta entrada}

[Thu Jul 11 15:25:20 CDT 2013]

Ayer leíamos en El País una noticia sobre un estudio que parece confirmar que los españoles somos los europeos que más desconfianza mostramos hacia el prójimo, lo cual es aprovechado por el periodista para sacar la literatura picaresca a colación, como suele hacerse en estos casos. No todo son malas noticias, por supuesto:

Los españoles somos tolerantes, familiares, poco religiosos, estamos en general bastante satisfechos con nuestras vidas y nos importa más el equlibrio entre vida privada y la laboral que el nivel del salario. Estas son algunas de las conclusiones del informe Valies and Worldviews II sobre estilos de vida, valores y creencias realizado por la Fundación BBVA, un trabajo que toma como base 15.000 encuestas realizadas a ciudadanos de 10 países miembros de la Unión Europea.

Algunas de las concusiones del informe encajan con las ideas predominantes en el imaginario colectivo europeo: italianos y polacos son los que muestran un mayor nivel de religiosidad; a los franceses les atrae la seguridad de un empleo fijo, a los suecos les gusta estar bien informados (más del 70% lee el periódico todos los días)... El estudio pone de relieve, sin embargo, una característica de los españoles mucho menos conocida hasta ahora: España es el país, junto con Francia, con mayor nivel de "desconfianza interpersonal". Con un resultado de 4,7 puntos, tan solo uno por encima de los franceses, los españoles no solo se colocan por debajo del resto de los países analizados (Alemania, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa y Suecia), sino que ni siquiera se acercan a la media, situada en 5,5.

Según este informe, los españoles no creen que se pueda confiar en otras pesonas, exceptuando las que formen parte de su círculo más cercano de familiares y amigos. ¿Cuándo y por qué ha surgido esta actitud? ¿Tiene algo que ver la crisis económica o con la coyuntura política actual? ¿O siempre hemos sido desconfiados por naturaleza? Puesto que no existe apenas literatura sobre el tema, los expertos coinciden en que es muy difícil dar una respuesta científica a estas cuestiones. Pero precisamente, es la literatura la que primero se viene a la cabeza: un lazarillo de Tormes y un viejo ciego compartiendo un racimo de uvas.

Y, claro, a partir de ahí comienzan los lugares comunes y los estereotipos de siempre. No niego que, tal y como documenta el estudio, los españoles seamos quizá más desconfiados. Pero me parece importante reflexionar sobre el hecho, también mencionado en el mismo estudio, según se nos cuenta, de que los franceses son más o menos igual de desconfiados que nosotros. ¿Acaso habremos de rebuscar si ellos también tienen una literatura picaresca en su pasado? Más importante aún, si la desconfianza española se sitúa en 4,7 puntos y la media de los países estudiados en 5,5, no entiende uno del todo que se le dé tanta relevancia. Entre otras cosas, habría que ver el margen de error del estudio.

En fin, nunca he sido muy aficionado a esto de los estereotipos nacionales, salvo en el momento de hacer un chiste. Por lo general, me temo que responden más a simplificaciones (con alguna base histórica, por supuesto) que a hechos contrastables. Peor aún, a veces me da por pensar que quizá se conviertan en profecías autocumplidas si uno se las cree demasiado. O, cuando menos, prejuicios que distorsionan el juicio que uno hace de la realidad. En todo caso, me parece altamente dudoso que nada de esto responda a una supuesta esencia nacional, sino, si acaso, a una actitud general (con muchísimas excepciones) que tiene su explicación en el contexto histórico y social, de tal forma que un individuo de otro país transplantado bien pudiera llegar a adoptar actitudes similares pasado un tiempo. Concluyendo, que creo que habría que estudiar todo esto mucho más en profundidad antes de afirmar nada ni siquiera de forma medio aproximada. Los medios de comunicación, claro, van a lo suyo. Lo que vende es llamar la atención. {enlace a esta entrada}

[Sat Jul 6 10:39:26 CDT 2013]

Se nos debiera caer la cara de vergüenza al leer noticias como la que saltó a los titulares hace unos días advirtiendo de que Leticia Sabater se presentaba como "la artista del PP" para lograr contratos con administraciones de la derecha por todo el país. A muchos dirigentes del PP se les llena la boca de liberalismo y después llevan a cabo este tipo de prácticas, claramente contrarias a cualquier postulado liberal y más bien representativas de una mentalidad intervencionista y estatista. Pero, no nos engañemos, el problema no es solamente el PP. Es de sobra conocido que también hay "artistas del PSOE" que se benefician de contratos firmados por las administraciones en manos de aquel otro partido. Y, aunque no estoy del todo familiarizado con la realidad en ciertas comunidades autónomas, no me extrañaría nada que otro tanto ocurra con "los artistas del PNV" o "los de CiU", por poner otros dos ejemplos. El caso es que buena parte de los artistas y la intelectualidad española llevan tiempo acercándose al pesebre para alimentarse y prosperar, cediendo con ello parcelas de autonomía e independencia que son claramente fundamentales para llevar a cabo su actividad de forma honesta. Aquí, el que no corre, vuela. Todo parece indicar que hasta el proverbial Tato ha trincado de la bolsa común sin ningún tipo de escrúpulos. Algo falla cuando hasta un espectáculo artístico de mal gusto como el de Leticia Sabater tiene que pasar por el filtro de la partitocracia imperante. Esto recuerda, por desgracia, a la corrupta Italia y viene a demostrar bien a las claras que el problema va mucho más allá de la "clase política", extendiéndose a muchos otros sectores profesionales de nuestro país. Hasta que no aceptemos lo que en realidad es bien evidente (esto es, que en nuestro país la corrupción extiende sus tentáculos por todos sitios, y no sólo en el ámbito de las instituciones políticas) podremos hacer bien poco para solucionar el problema de fondo. {enlace a esta entrada}

[Thu Jul 4 21:31:31 CDT 2013]

A veces la hipocresía de los medios de comunicación occidentales tumba a uno de espaldas. Por ejemplo, ahora mismo puede leerse en la web de El País una noticia titulada La economía hundió a Morsi que solamente puede leerse como un paradigma de hipocresía y doble lenguaje. La entradilla de la misma noticia añade: "El creciente desempleo y la carestía de bienes básicos han fomentado el malestar social" y "La economía pone contra las cuerdas al Gobierno egipcio". La noticia va acompañada de unas cuantas gráficas mostrando la evolución de indicadores económicos como el Producto Interior Bruto (PIB), la tasa de desempleo, la inflación, el déficit público o el crecimiento demográfico en los últimos años. Hasta ahí nada sospechoso, pareciera. Eso sí, las gráficas adquieren un significado bien distinto si uno recuerda que Mubarak cayó en el 2011, puesto que en ese momento se hace evidente que también él se vio afectado, parece, por los mismos problemas económicos. Sin embargo, el discurso fue muy distinto en aquel otro caso. Entonces convenía hablar de la primavera árabe y el irresistible ansia de libertades democráticas que sacudió a los egipcios, como si tras las protestas de aquel entonces no pudiera uno adivinar asuntos similares. Así pues, unas protestas (las que se organizaron contra Mubarak en 2011) que en realidad comenzaron debido a la insatisfacción por la situación económica pasaron a ser, mágicamente, un claro ejemplo de las demandas de libertad y transparencia por parte de las generaciones más jóvenes, en tanto que éstas otras contra Morsi sí que se explican únicamente, se supone, por motivaciones económicas. Como decía, la hipocresía es vomitiva. {enlace a esta entrada}

[Thu Jul 4 12:06:19 CDT 2013]

Gráffica, un periódico dedicado a las artes gráficas, publica una entrevista con El Roto, a quien a menudo "cito" (en el sentido de que reproduzco sus viñetas) en estas páginas. Algunos de sus comentarios merecen, creo, destacarse aquí:

— En más de una ocasión has dicho que no eres ilustrador. Si descartamos esa figura, ¿cómo te definirías: viñetista, dibujante...?

— No, ilustrador seguro que no soy. Lo que define mi trabajo es la sátira. En la sátira te encuentras con un ámbito de libertad. Con muy pocos elementos puedes decir muchas cosas.

— Entonces, ¿qué ha sucedido con el Premio Nacional de la Ilustración?

— Yo sé que a mí me han propuesto los colegios de ilustradores. Y yo lo siento, de verdad, porque no me defino como ilustrador. Pero sí que pienso que la sátira pertenece al terreno de la ilustració;n. Es un terreno que está ahí...

— Por tanto, de humorista gráfico, ni hablamos...

— A eso es algo a lo que me niego. Yo creo que si algo me define es dibujante de prensa.

(...)

— A lo largo de tu carrera has dejado a Andrés Rábago a un lado para firmar bajo los sobrenombres de OPS y El Roto. ¿Fuiste tú mismo quien eligió esos seudónimos? ¿Por qué esa desvinculación de Andrés Rábago?

— Yo mismo elegí firmar con los seudónimos de OPS y El Roto. Se corresponden a diferentes formas de lenguaje en diferentes épocas, a su vez con sus diferentes técnicas y métodos de reflexión por parte del lector. OPS era una época sin palabras, silenciada; la época de la dictadura decadente. Entonces, las palabras eran demasiado explícitas y el lenguaje puramente visual, la iconografía, permitía decir muchas cosas, que no es que lo tuviesen que interpretar, porque en ese momento el lector era mucho más capaz que hoy.

— ¿Quizás porque ese lector estaba a la espera de encontrar algo más, de leer entre líneas?

— Por eso y porque hoy, digamos, que el lector se ha hecho más vago. Hoy si tienes que interpretar algo, lo dejas y pasas a otra cosa. Entonces había voluntad de entender las cosas y en los lenguajes que eran más complejos, el lector los interpretaba y lo entendía bien. Y a la vez podía evitar la censura diciendo las cosas de la manera que lo quería decir.

(...)

— ¿Cómo ves la irrupción del medio digital?

Yo defiendo la existencia del periódico en papel. Estructura la mente y permite la lectura más reposada respecto a otros medios.

Y precisamente ésta última afirmación me recuerda a una entrevista con Beatriz de Moura, fundadora de la editorial Tusquets, recientemente publicada por El País, en la que reflexiona sobre la triste situación del mundo editorial en nuestro país:

Rodeada de una espectacular muestra de su elegante colección de narrativa de tapas negras, la veterana editoria es consciente de que habla todo el rato de números, no de literatura. Pero es que, admite, "la preocupación ho es sobrevivir; lo prioritario es salvaguardar lo que se ha hecho, intentar que lo que llevabas a cuestas, aunque esté maltrecho, pase contigo a la otra era". ¿Otra era? "Sí, hoy me pregunto de qué servimos los editores y los catálogos; la crisis ha llegado en un momento en que coincide con un público que ha pasado a decidir él solo lo que quiere; y lo que quiere es algo muy concreto, y de lo demás no desea nada de nada. Pero además, se vende infinitamente menos que hace dos años".

Atribuye Beatriz de Moura esta situación, en parte, al cambio en el concepto del ocio. "Se ha deteriorado, o mejor, entregado o sometido voluntariamente a las nuevas tecnologías, a lo audiovisual; el ocio cultural ha desaparecido y si la gente no lo quiere, pues no lo quiere". El símil con lo literario no tarda: "Estamos un poco como en Farenheit 451: no se queman los libros ni damos vueltas por un parque recitándonos fragmentos pero sí está la atmósfera, la lectura va quedando para unos pocos; no es menosprecio por el loibro; simplemente, se ha dejado de leer..."

Se sigue leyendo, sin duda, pero sólo como entretenimiento. El libro ahora tiene que competir con las películas y los videojuegos, razón por la cual las novelas cada vez parecen más meros guiones cinematográficos antes incluso de que se lleven a la pantalla. La lectura por el amor al conocimiento o por extender el horizonte de la propia experiencia (esto es, por encontrarse con algo distinto, nuevo, una perspectiva diferente) ha quedado reducida a una ínfima minoría que, ciertamente, parece estar en trances de extinción. Ya no existe el "mundo de la cultura" del que se hablaba tanto antes, sino más bien mera industria del entretenimiento. La cultura ha perdido su pátina de respetabilidad, su transcendencia, y ha pasado a convertirse en mero producto, un objeto de consumo más en las bien surtidas estanterías del capitalismo avanzado. {enlace a esta entrada}

[Thu Jul 4 10:48:12 CDT 2013]

Enhorabuena a El País por publicar el editorial titulado Trato intolerable sobre el incidente del vuelo del avión presidencial de Evo Morales a su paso por varios países de la Europa Occidental. Para quien no se haya enterado, el avión tuvo que permanecer en el aeropuerto de Viena durante más de 13 horas a la espera de que varios países europeos (entre ellos Francia y España) le concedieran el pertinente permiso para sobrevolar su espacio aéreo. Aunque en un principio el permiso fue concedido, después fue retirado debido a los rumores de que Edward Snowden pudiese estar viajando de regreso a Bolivia con Evo Morales. El editorialista lo dice bien claro:

La retención fue considerada con razón una afrenta intolerable y Evo Morales recibió la solidaridad de varios países latinoamericanos, desde Argentina, Ecuador, Venezuela y Nicaragua hasta Chile y Uruguay, entre otros. Aunque el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, exageró al afirmar que Evo se encontraba "secuestrado" en Europa y que se había puesto en peligro su vida, lo cierto es que el trato no tiene precedentes y contraviene los tratados y las reglas de la diplomacia internacional, que dota de inmunidad a las naves en las que viajan los jefes de Estado.

El hecho es que la búsqueda de una persona reclamada por la justicia estadounidense ha arrollado las normas que protegen a un presidente de otro país. Y detrás de este hecho se encuentran las enormes presiones que ejerce EEUU sobre sus socios europeos para detener a Snowden, y la vergonzosa facilidad con la que algunos de ellos se pliegan a esas presiones, en contraste con la cautela y timidez mostradas a la hora de defender a sus ciudadanos frente a las injerencias de los servicios secretos norteamericanos en las comunicaciones tanto de particulares como de organismos públicos y medios de comunicación.

No tengo nada que objetar a las afirmaciones del editorial, aunque uno no tiene más remedio que preguntarse si acaso se publica esto ahora porque PRISA ha anunciado su estrategia de expansión por Latinoamérica y necesita ganar puntos ante la opinión pública de esos países, tan sensitiva a lo que tenga un tufo a imperialismo actitud colonialista. En todo caso, nada de ello cambia los hechos. Las "potencias" europeas se han portado, una vez más, como meros lacayos del amo estadounidense. Y eso que esta misma semana saltó el escándalo de las escuchas ilegales, que afectaban directamente a franceses y alemanes. Sigo convencido de que la línea correcta que debiera seguir la Unión Europea en su política exterior es la que marcara en su momento De Gaulle, al menos en sus líneas generales (esto es, una línea claramente autónoma, independiente de la senda marcada por los EEUU, aunque tampoco haya necesidad de esforzarse por llevarle siempre la contraria a Washington en una actitud infantil). Se necesita una UE autónoma, con confianza en sí misma y en sus valores, pero que evite al mismo tiempo la arrogancia colonial de antaño. Esa UE aún la tenemos que construir. {enlace a esta entrada}

[Thu Jul 4 10:04:38 CDT 2013]

Me encuentro esta mañana con un artículo en El Mundo sobre la reedición de La filosofía en el tocador, del Marqués de Sade, que incluye unas interesantísimas reflexiones de Francesca Serra, quien escribe el prólogo a esta nueva edición:

Por ejemplo: cualquiera que lea algún relato sobre la vida de Donatien Alphonse François de Sade tiende a pensar que el escritor, antes que un filósofo más o menos radical, era un tipo cruel, insensible al semejante. Aunque, claro, es difícil hacerse un juicio. Así que consideremos los textos: más allá de las orgías y de las obscenidades, ¿hay bondad en las novelas de Sade? ¿Se tratan bien sus personajes, con honestidad, con lealtad y generosidad, mientras se machacan sus genitales? Y perdón por la bobaba, pero ¿se aman?

Pues ni sí ni no: "El amor incluye, necesariamente, una psicología, Sade, sin embargo, destierra totalmente la psicología de sus textos", explica Serra. "Sólo hay cuerpos y filosofía: no hay alma, sólo mente y materia. De todas las variedades de sentimientos que los seres humanos sienten uno por el otro, de todos los matices y contradicciones que la literatura pretende expresar desde hace siglos, en las obras de Sade sólo quedan dos emociones primarias: el placer y el miedo. Los conceptos de amor, lealtad y honestidad están totalmente privados de sentido: los personajes de las novelas de Sade son leales sólo a una cosa, la verdad. En esto, según su autor, es de una honestidad cristalina: la derrota de la hipocresía y la subversión de todo valor falso".

Y ahí aparece la idea de la antipedagogía. Según Serra, los libros de Sade hay que leerlos como tratados educativos para un nuevo modo de estar en el mundo, subversivo y aniquilador. Y la mujer es la destinataria de esas instrucciones. "Sade es, sin duda, una lectura mascuina. Lo fue en el pasado, y me parece que esto se ha mantenido hasta hoy. En realidad, un programa nihilista y verdaderamente sólido debe necesariamente partir de la mujer: porque la mujer nunca es sólo la mujer, siempre representa algo más. Y especialmente debido al principal rol que se le atribuye: la virtud y la maternidad. Es decir, las dos bestias negras de Sade, sus más granes ídolos polémicos. Las mujeres probablemente no han leído Sade a fondo, pero cuando lo hacen se enfrentan a un autor que, básicamente, les ofreció un programa extremo y sanguinario de liberación de los estereotipos".

Y nosotros que habíamos pensado que Sade iba de gente de la Revolución Francesa que se lo pasaba bien de una manera extravagante. ¿Es divertido leer a Sade hoy? ¿Disfrutable, excitante? "Yo diría que la mecánica intelectual impide la excitación. Pero no la diversión. A mí siempre me viene a la mente, leyendo a Sade, cuando Kafka se lamentaba porque nadie se rió mientras leía sus historias en público. Los textos más crueles y extremos son a menudo profundamente irónicos. Luego están también los olores y sabores. Pero todo se llevó hasta el punto límite del aburrimiento y la násea, como si el lector estuviera encerrado durante una semana en un cuarto oscuro".

Queda hacer el juicio de la Historia. Por un lado, la idea del libertinaje como modo de subversión y contracultura está en nuestras vidas y no parece que vaya a marcharse. Por otra parate, muchos de nosotros seguimos llevando vidas convencionales, tenemos hijos y somos monógamos, por mucho que podamos simpatizar con la vida alegre. ¿Ha ganado o perdido Sade? "Sade ha vencido, y sigue estando entre nosotros, mientras que muchos de sus colegas mucho más virtuosos y aclamados se han desvanecido en el aire. Su programa libertino fue destruido por el moralismo del siglo XIX y por la psicología del siglo XX. Sin embargo, sigue estando en todas partes. Tal vez sea nuestra mala conciencia. Vuelve a contar obsesivamente la misma historia oscura que mezcla revolución y repetición, libertad y opresión, sexo y muerte".

Como digo, me parece que las reflexiones son bien interesantes. Yo, de mis lecturas de Sade, me quedo con las enseñanzas sobre el inestable equilibrio que caracteriza a los antinomios comúnmente aceptados como propios de la vida civilizada (libertad frente a opresión es quizá el que más llama la atención en su obra). Resulta que hasta las virtudes, llevadas a su extremo, tienen consecuencias que pudiéramos considerar nefastas. Paradojas de la vida que pocos autores estudiaron y representaron con la pericia, contundencia y honestidad con que lo hiciera Sade. En ese sentido, al menos, sigue siendo plenamente contemporáneo. Es un autor eterno, un clásico, se pongan como se pongan los espíritus mojigatos. {enlace a esta entrada}

[Wed Jul 3 15:48:17 CDT 2013]

Hace ya aproximadamente mes y medio que Le Monde publicó una entrevista con el físico Dennis Meadows sobre las perspectivas cuarenta años después del famoso informe al Club de Roma que, me parece convendría tener en cuenta (y que, por desgracia, como tantas otras cosas, caerá en saco roto). Preguntado por lo que él entiende como "hundimiento" o "desfondamiento", Meadows responde:

— Qu'entendez-vous par effondrement?

— La réponse technique est qu'un effondrement est un processus qui implique ce que l'on appelle une "bucle de rétroaction positive", c'es-à-dire un phénomène qui renforce ce qui le provoque. Par exemple, regardez ce qui se passe en Grèce: la population pered sa confiance dans la monnaie. Donc elle retire ses fonds de ses banques. Donc les banques sont fragilisées. Donc les gens retirent encore plus leur argent des banques, etc. Ce genre de processus mène à l'effondrement.

On peu aussi faire une réponse non technique: l'effondrement caractérise une société qui devient de moins en moins capable de satisfaire les besoins élémentaires: nourriture, santé, éducation, sécurité.

— Voit-on des signes tangibles de cet effondrement?

— Certains pays son déjà dans cette situation, comme la Somalie par exemple. De même, le "printemps arabe", qui a été présenté un peu partout comme une solution à des problèmes, n'est en réalité que le symptôme de problèmes qui n'ont jamais été résolus. Ces pays manquent d'eau, ils doivent importer leur nourriture, leur énergie, tout cela avec une population qui augmente. D'autre pays, comme les Etats-Unis, sont moins proches de l'effondrement, mais son sur cette voie.

— La croissance mondiale va donc inéluctablement s'arrêter?

La croissance va s'arrêter en partie en raison de la dynamique interne du système et en partie en raison de facteurs externes, comme l'énergie. L'énergie a une très grande influence. La production pétrolière a passé son pic et va commencer à décroître. Or il n'y a pas de substitut rapide au pétrole pour les transports, pour l'aviation... Les problèmes économiques des pays occidentaux sont en partie dus au prix élevé de l'énergie.

Dan les vingt prochaines années, entre aujourd'hui et 2030, vous verrez plus de changements qu'il n'y en a eu depuis un siècle, dan les domaines de la politique, de l'environnement, de l'économie, la technique. Les troubles de la zone euro ne représentent qu'une petite part de ce que nous allons voir. Et ces changements ne se feront pas de manière pacifique.

— Pourtant, la Chine maintient une croissance élevée...

J'ignore ce que sera le futur de la Chine. Mais je sais que les gens se trompent, qui disent qu'avec une croissance de 8% à 10% per an, la Chine sera le pays dominant dang vingt ans. Il est impossible de faire durer ce genre de croissance. Dans les années 1980, le Japon tenait ce type de rythme et tout le monde disait que, dans vingt ans, il dominerait le monde. Bien sûr, cela n'est pas arrivé. Cela s'es arrêté. Et cela s'arrêtera pour la Chine.

Se me acusará de pesimista, pero estoy totalmente de acuerdo con lo que señala Meadows. Yo también creo que el crecimiento económico va a verse detenido bruscamente en los próximos años, incluyendo a China (de hecho, esto está pasando ya en estos momentos). Por desgracia, las contradicciones sistémicas son demasiado graves y hemos hecho bien poco para solucionar las causas últimas de los problemas que nos acucian. Más bien nos hemos limitado a parchear las cosas sin cambiar nada. Sin embargo, no estoy de acuerdo con la acusación de pesimismo. Soy crítico con la situación actual, ciertamente. Pero no soy pesimista. Pesimista sería si pensara que no hay forma de solucionar dichos problemas, que no es el caso. Ahora bien, lo que queda por ver es que seamos capaces de hacer los sacrificios necesarios para cambiar. {enlace a esta entrada}

[Tue Jul 2 20:32:36 CDT 2013]

Hace un par de días, El País publicaba un artículo sobre el escritor barcelonés Mauricio Wiesenthal, al cual jamás he leído, pero quien deja caer unas cuantas cosas que me parecen sumamente interesantes:

Yo creo en el arte. Todo lo que puedas intentar escribir objetivamente está pasado por tu interior. Las memorias están filtradas por el tiempo, por las circunstancias y popr otras 20.000 cosas. Así que es mejor que te centres decididamente en los elementos emotivos que quedan en ti. Es una idea antigua. Era lo que fundamentaba a Homero. Él contaba su guerra de Troya, no la guerra de Troya.

(...)

No todo crece con la edad, se dan prodigios jovencísimos. Pero la complejidad sentimental e intuitiva que yo defiendo frente a esta sociedad basada únicamente en el raciocinio es fruto de la madurez.

(...)

Reivindico el nomadismo. Vivo de alquiler, no tengo coche. Pero si voy a un hotel, que sea el más estético. Siempre he tenido para pagarme el café en el Ritz. Y cuando he estado desesperado ese ha sido mi sitio. Porque había leído en Dostoievski que uno toma las dimensiones del lugar en el que habita. Y pensaba: a ver si de vivir tanto tiempo en apartamentos ratonera se me va a pegar algo y acabo siendo un tipo martirizado y lúgubre que se cuelga de una viga.

(...)

Viví en una época en la que un joven tenía derecho a no ser perfecto. A vivir sin sacarse cuatro masters y tres pedanterías. Hay una cultura del éxito que crea cobardes. Porque la cobardía no es más que temor al fracaso. Y los cobardes hacen cosas muy feas. Nunca hay que olvidarlo.

Parece un tipo fascinante. Habrá que leerle. {enlace a esta entrada}

[Tue Jul 2 20:10:46 CDT 2013]

El País publicó ayer una interesantísima serie de fotos mostrando bien a las claras el repetitivo patrón en que parece haber caído el mundo de la moda y la publicidad. Valgan, como ejemplo, las siguientes fotos:

Collar-cangrejo de Isabella Blow versus antifaz-tocado de Lady Gaga:

Fotografía firmada for Steven Meisel en 1999, inspirada en el cuadro Madame X, de John Sargent:

Fotografía tomada por Richard Avedon y publicada por Harper's Bazaar en 1957, claramente inspirada en la imagen titulada The Puddle Jumper tomada por Munkasci en 1934, y publicada en la misma revista:

En fin, que las imágenes me han recordado aquella famosa afirmación postmoderna de los años ochenta según la cual todo estaba ya inventado y lo único que podíamos hacer era volver a combinar retazos del pasado de nuevas formas en un pastiche. Todo parece indicar que tenían razón. {enlace a esta entrada}

[Mon Jul 1 14:32:54 CDT 2013]

Pues menuda se ha montado en España con la propuesta de reforma del sistema de becas. En un principio, el Ministro de Educación, José Ignacio Wert, planteó que aquellos estudiantes que no alcanzaran una media de 6,5 perdieran la ayuda del Estado pero, ante la ola de críticas que se ha extendido por toda la sociedad, no ha tenido más remedio que reconsiderarlo. Aparte de las protestas de los estudiantes y los sectores más a la izquierda, también se han opuesto frontalmente rectores de Universidad y Gobiernos autonómicos, incluyendo algunos en manos del PP. Sin embargo, mucho me temo que nos está faltando algo de calma para debatir sobre el tema de manera más objetiva y constructiva (algo, que por otro lado, también está sucediendo en el debate sobre otros asuntos).

Hace tan sólo unos días, El País publicaba un artículo sobre la equida en las universidades españolas que quizá pueda ayudar a clarificar algo las cosas:

La Universidad española tiene aún problemas de equidad. "El 40% de los estudiantes son hijos de aproximadamente solo el 20% de la población: de padres uiversitarios. Se constata pues que, a pesar del incremento de la población universitaria, en la actualidad no se garantiza un acceso equitativo a la educación superior", concluye la encuesta Condiciones de vida y participación de los estudiantes universitarios en España 2011. Otro dato: los hijos de trabajadores manuales son el 26% de los estudiantes, pero sus padres son el 48,7% del censo.

Este problema ha sido señalado insistentemente y el nuevo sistema de becas que impulsa el Ministerio de Educación difícilmente ayudará a superarlo, si se escuchan los reparos de los rectores y numerosos expertos al proyecto. La cuestión es si lo empeorará al endurecer los requisitos académicos para obtener una beca (sobre todo, las más cuantiosas) y dividir las cuantías en una parte fija (muy reducida) y otra variable en función de la renta del alumno, las notas y el presupuesto disponible. Y hacerlo, además, en un contexto de crisis y subida del precio de las matrículas.

Suena sensato, la verdad. No obstante, no me queda más remedio que reconocer que tampoco le falta algo de razón al Ministro, aunque desde luego no sea muy popular decir estas cosas ahora mismo.

Vayamos por partes. En primer lugar, habría quizá que comenzar apuntando que la reforma del sistema de becas no parece haberse iniciado porque el antiguo sistema estuviera fracasando estrepitosamente, sino más bien porque la troika nos ha apretado el cinturón, cada vez hay menos dinero con esto de la crisis y se ha optado por hacer recortes. No vamos a entrar a discutir aquí si la política de austeridad es la más adecuada o no, si los recortes al presupuesto de educación están justificados o no, etc. Pero me parece bien obvio que, si no fuera por las duras circunstancias económicas que atravesamos, el tema ni siquiera se hubiera planteado. Y digo esto para que nadie se llame a engaño: la decisión de recortar el presupuesto dedicado a las becas universitarias ya parece estar tomada; ahora lo que queda es decidir cómo se va a administrar lo que queda.

Pero entremos en el asunto de fondo. Independientemente de la cantidad de dinero que se dedique al apartado de becas, la verdad es que tampoco parece tan irracional el exigir un mínimo de resultados a los estudiantes que se benefician de ellas. No sé, a mí desde luego no me parece que sea el fin del mundo. Se podría incluso crear un baremo que combine tanto los ingresos familiares como el rendimiento académico del becario, quizá incluso dando primacía a los ingresos familiares si así se cree oportuno. Pero no veo nada excesivo que se exija un mínimo de esfuerzo por parte de quien se está beneficiando de una inversión de la sociedad en su conjunto. No hay que confundir, creo, ayudas del Estado con subvención a fondo perdido para sufragar los estudios de quien no quiere estudiar. A partir de ahí se podrá discutir también la nota mínima, cómo calcular el baremo o lo que se quiera, pero, repito, filosóficamente no veo nada horrendo en la propuesta original del Ministro (ya, ya sé que me lloverán chuzos de punta porque, se supone, he de estar enfrentado a Wert y criticar todo lo que diga por el mero hecho de que es un ministro de derechas y yo me identifico con la izquierda, pero es que jamás me ha gustado plantearme la política de esa forma).

Por cierto, que hay otro tema que debiéramos tener en cuenta. Si bien es perfectamente posible que el número de estudiantes universitarios que provienen de familias con estudios universitarios sea desproporcionado, eso no tiene necesariamente por qué indicar que haya un problema con el sistema de becas, sino que puede también deberse a que desde el propio hogar familiar se haya puesto poco empeño en convencer a los chavales de que debieran cursar estudios universitarios. Es posible que esto que indico sea un elemento importante o no, pero cuando menos debiera considerarse. En fin, que los principios filosóficos y los valores éticos están muy bien, pero hay que cuidarse mucho de ir por ahí esforzándose continuamente en que la realidad se adapte a nuestros propios moldes y prejuicios ideológicos. {enlace a esta entrada}