[Thu Mar 30 11:59:13 CST 2006]

Uno de los efectos más negativos que haya tenido el problema vasco sobre el resto del país ha sido, me parece, la enorme influencia que el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) terminó por ejercer sobre los sectores más radicales de la izquierda en casi todos sitios. Me refiero, por supuesto, a su aspecto puramente político, pues sin lugar a dudas el efecto más negativo que haya tenido ETA ha sido sin lugar a dudas la pérdida de vidas, la división social en el País Vasco y el impacto que haya podido tener en su desarrollo económico. El problema, me parece, es que en casi todas las comunidades autónomas han surgido grupúsculos de la extrema izquierda que se han dejado llevar por la retórica revolucionaria de la izquierda abertzale, venga o no venga a cuento, atrayéndose así con cierta frecuencia el apoyo de ciertos jóvenes con ánimo de compromiso social y político que no acertaban a ver otra forma de expresar su rechazo al status quo. Esto explica, creo yo, el éxito de las campañas electorales de Herri Batasuna durante las elecciones europeas allá por los años ochenta, y que tanto sorprendieron a quienes no adivinaban que quienes azuzaban la violencia terrorista en el País Vasco pudieran tener un buen apoyo en el resto del país.

Viene todo esto a cuento de la organización Andalucía Libre, que me acabo de encontrar en la red después de que publicaran un comunicado sobre la tregua permanente de ETA. Es siempre positivo que en democracia se expresen una amplia variedad de posiciones ideológicas para que los ciudadanos sean libres de decantarse por una u otra, pero yo no puedo evitar una cierta sorna al ver una organización que se proclama portavoz del "independentismo andaluz" y reivindica "independecia, república y socialismo", añadiendo la consabida estrella roja a la tradicional bandera verde y blanca. Y es que algunos individuos nunca cambian, por más que se organicen hoy en un determinado partido político, mañana en una asociación cultural y el día después en un club de petanca. Como venía diciendo, bien está la libertad, y bien está que ejerzan su derecho a expresarse sin cortapisas, pero no puede menos que llamar la atención la enorme falta de imaginación política de que hacen gala estos individuos, empeñados en transplantar el Movimiento de Liberación Nacional Vasco a una tierra donde el independentismo jamás ha tenido raigambre alguna. Y es que uno no puede evitar la sensación de que no se trata tanto de independizar a Andalucía de España, sino tan sólo de remedar a la izquierda abertzale porque se les considera el no va más de la progresía revolucionaria. Vaya usted a saber cómo y cuando se les cruzaron a estos tipos los cables. {enlace a esta historia}

[Mon Mar 27 11:22:54 CST 2006]

Tanto se ha escrito sobre nuestra Guerra Civil que parece mentira que nadie pueda salir con algo nuevo. Y, sin embargo, Desertores. La guerra civil que nadie quiere contar, de Pedro Corral parece ser precisamente éso: un trabajo innovador que nos proporciona un nuevo punto de vista sobre el conflicto subrayando fundamentalmente, y esto es lo que a mí me parece más importante, el factor humano. Como señala Rafael Núñez Florencio en la crítica que publica El Cultural:

En las consideraciones habituales sobre la guerra civil sigue pesando mucho el trasfondo épico: el miliciano heroico, las proclamas grandilocuentes, el arrojo de un pueblo que, como sintetizaba Pasionaria, prefería "morir de pie que vivir de rodillas". Pero, como dice Corral, muchos españoles eligieron otra opción: dar la espalda a la trinchera, por miedo, asco, lazos familiares o una mezcla de todo. Prefirieron el riesgo de morir de espaldas, del mismo modo que muchos se disaparaban en el brazo o la pierna para ser evacuados. Refractario a las dos Españas, un tercer "ejército invisible" optaba por alejarse de un frente que no era el escenario grandioso que pintaban los doctrinarios, sino una inmensa fosa en la que se pasaba frío hasta la congelación y hambre hasta la extenuación, entre barro, mierda, sarna y piojos. Hasta que llegaba un infierno de bombas y metralla.

Siempre me han llamado la atención esos comentarios esporádicos que, muy de cuando en cuando, aparecen en documentales y libros sobre cualquiera de las grandes guerras haciéndonos saber que un gran número de soldados realmente nunca dispararon un solo tiro en el campo de batalla, o cuando lo hicieron se aseguraban de que no llegara a matar a nadie, por no contar, como hace Corral en su libro, con el alto numero de desertores que aparece en cualquier guerra. Digo esto porque, por lo general, siempre se nos presenta una visión épica de las guerras donde el ser humano de carne y hueso, el individuo, el padre, el hijo, el carretero, el panadero, José el de la esquina, Mariano el del bar, desaparecen en un mar de abstracciones, consignas partidistas, propaganda doctrinaria y escenificación exagerada. Esto se ve, sobre todo, en las películas, incluso en las de las últimas hornadas, las que no tienen problema alguno reflejando gráficamente los horrores de la guerra, como Saving Private Ryan. Incluso ahí uno tan sólo puede ver lo que está sucediendo en el frente, pero no lo que se mueve dentro de la cabeza del soldado ni los sufrimientos de su familia en la retaguardia. Todo acaba convirtiéndose, al fin y al cabo, en una historia de los heroicos esfuerzos realizados para salvar a uno de los nuestros, de los buenos, por supuesto. El enemigo, como de costumbre, o no aparece en absoluto o sólo lo hace como fantoche sin nombres ni apellidos, como fanático asesino dispuesto a matar a cualquiera en nombre de una causa injusta, en fin, como mera idea, mera abstracción. Lo interesante es que todo esto suceda incluso con películas sobre la Segunda Guerra Mundial, tantas décadas después de finalizado el conflicto y cuando la amplia mayoría de la gente se ha convencido ya de que podemos guardar las distancias y ver las cosas con cierta objetividad. No obstante, como venía diciendo, no se trata de ser objetivo, sino de cambiar por completo el enfoque que se le da a los temas bélicos, abandonando de una vez por todas el discurso épico y centrando nuestra atención, en su lugar, en lo que verdaderamente importa: el individuo, el ser humano que sufre en el frente y el que sufre en la retaguardia. Hasta que no logremos eso, sólo conseguiremos hacer mostrar los acontecimientos con más o menos realismo, más o menos violencia, pero todavía sin abordar lo que de verdad importa en estos casos: cómo se vive desde dentro de un ser humano concreto, de carne y hueso, con nombre y apellidos, con madre, padres, hermanos y primos, con ilusiones, sufrimientos y planes para el futuro. En este sentido, el libro de Corral viene a desmitificar un campo que se ha sustentado de puro mito durante miles de años. {enlace a esta historia}

[Wed Mar 22 19:34:58 CST 2006]

Esta mañana lloré de emoción cuando oí la noticia de que ETA había anunciado un alto el fuego permanente como paso previo a lo que quizás pueda ser el final del terrorismo etarra en España. No me cabe duda alguna de que, como expresó el Presidente Zapatero en el Congreso hoy mismo, afrontamos ahora un largo y duro proceso de negociaciones que tendrá sus altos y sus bajos, pero hoy se abren unas expectativas que hacía ya muchísimos años no se conocían en nuestro país. Tengamos esperanza en el futuro. {enlace a esta historia}

[Sun Mar 19 15:10:28 CST 2006]

Ayer tuve ocasión de leer un reportaje publicado en El País en el que se narra brevemente un viaje en coche de Tánger a Erfuz que me trajo maravillosas memorias de un viaje similar que realizara con mi primo Alfonso y un amigo madrileño allá a finales de los ochenta. Como bien afirman los autores del artículo, se trata de otro mundo a las puertas mismas de nuestra casa, una experiencia inolvidable, un refrescante chapuzón en una cultura distante a pesar de su cercanía geográfica... en definitiva, que recomendaría casi a cualquiera que se atreviera a viajar a Marruecos y dejarse llevar por la experiencia. Eso sí, merece la pena evitar la costa y los grandes centros de población, con mucha mayor presencia extranjera, y perderse en cambio por los pueblitos del Rif, pues Marruecos es todavía uno de esos países donde es bien fácil perderse entre los nativos y adentrarse en las entrañas de otro mundo, otra forma de vida. {enlace a esta historia}

[Fri Mar 17 09:21:55 CST 2006]

José Saramago está a punto de estrenar El disoluto absuelto, una ópera en la que reinterpreta el mito de Don Juan desde una perspectiva completamente nueva:

Don Juan, que se las daba de conquistador y gran seductor, no fue más que un pobre tipo, un hombre cualquiera, sometido al capricho y la seducción de las mujeres. Al final de su vida, acepta la cruda realidad: ha vivido engañado, su mito es una estafa. Y asume el castigo de forma valiente. Ésa es la idea qu emueve los hilos cruzados de El disoluto absuelto, ópera en un acto del compositor italiano Azio Corghi con libreto del premio Nobel portugués José Saramago.

(...)

El premio Nobel, que asistirá esta noche al estreno, explica que trató de humanizar el mito de Don Juan inspirándose en la obra de Molièere. El Don Juan de Saramago, cuenta el programa de la obra, "es un hombre seducido, más que un seductor, pero acepta con valor el castigo que le propone un comendador sin buscar salvarse hipócritamente con un perdón que corrompería su responsabilidad ética".

Saramago mete a Don Juan en una intriga de venganza emprendida por sus víctimas y amigo, que, en un cruce de reflejos y distorsiones, le imponen la suprema humillación: negar entero su historial de conquistador. La muerte de Giovanni es sobre todo psicológica: "¡Engañado! ¡Miserablemente engañado!", se lamenta al final.

Como suele ser el caso, sólo las grandes obras literarias, las obras que crean mitos, pueden dar pie a este tipo de reinterpretaciones. En una era como la nuestra, en la que tanta gente se pregunta hasta qué punto es posible distinguir la gran literatura, la Literatura con "L" mayúscula, de la literatura menor, aquí tenemos un buen ejemplo. {enlace a esta historia}

[Thu Mar 16 08:42:23 CST 2006]

Mañana se cumple el centenario del nacimiento del escritor Francisco Ayala (El Cultural también ha publicado un número para celebrar la ocasión), y leyendo algunos de los artículos que se han publicado sobre el tema me encuentro con unas interesantes palabras de Ayala sobre el exilio republicano:

El exilio es un horror, nadie lo duda, es un sentimiento insoportable. Pero la realidad para mí fue otra, mucho menos dura. De entrada, la mayoría de los españoles que nos fuimos a América subimos de categoría profesional, los profesores de instituto eran catedráticos, éramos un exilio privilegiado. El obrero cambió el cocido por el bife argentino. Sí, detalles materiales, pero reales. Así que de llorar penas, nada de víctimas, nada de pobre exiliado.

Ninguno de ellos eligió el exilio, qué duda cabe, pero merece la pena considerar las palabras de Ayala con algo de respeto, olvidando el partidismo y la ideologización que suelen rodear temas como éste. {enlace a esta historia}

[Mon Mar 13 10:49:16 CST 2006]

En el transcurso de una entrevista con el diario El País, el escritor egipcio Naguib Mahfuz, hace una firme defensa del secularismo que, me temo, se puede aplicar tanto a los fundamentalistas islámicos como a muchos ultraconservadores estadounidenses:

— Predicadores y políticos islamistas rechazan el estado secular que usted defiende.
— Sí, algunos lo hacen porque equiparan el concepto de secularismo con el de ateísmo o incluso creen que implica una actitud antirreligiosa. Pero lo hacen por pura ignorancia, porque no han profundizado lo suficiente. Ahora bien, también existe una minoría que hace todo lo posible para que la gente tenga la impresión de que el sistema secular supone un desafí a la religión. Por supuesto, eso es un disparate. Son personas que no desean el diálogo, a pesar de que el diálogo es la clave para resolver todos los problemas.

Merece la pena subrayar cómo, desde el inicio de la guerra contra el terrorismo, o el conflicto de civilizaciones, como muchos prefieren denominarlo, el movimiento ultraconservador estadounidense ha amortiguado un tanto sus proclamas contra el secularismo humanista. Mejor dicho, no se trata tanto de que el movimiento ultraconservador haya abandonado la lucha por un Estado semi-confesional, sino que más bien sus proclamas han perdido algo de la credibilidad con que contaban entre muchos políticos republicanos. Era de esperar. Después de todo, ¿qué credibilidad puede tener un presidente que hace llamamientos en favor de la democratización, modernización, liberalización y, por ende, la secularización de las sociedades musulmanas y que luego, en casa, lanza una cruzada moralista en favor de la cristianización de las instituciones? Una vez más, en este aspecto, como en muchos otros, la Administración Bush ha tenido que corregir el rumbo sobre la marcha. {enlace a esta historia}

[Mon Mar 6 10:29:42 CST 2006]

El cordobés Gabriel Laguna escribe una bitácora titulada Tradición clásica que me gusta leer de cuando en cuando. En general, suele escribir sobre expresiones y refranes de lo más cotidiano, estudiando su posible origen en la historia clásica. Recientemente, publicó en algún otro lugar unas reflexiones sobre el origen de la expresión Après moi le déluge, que tan famosa hiciera Luis XV, aunque no falta quien se la atribuya a su amante, Madame de Pompadour. El caso es que, de una u otra forma, durante el transcurso de sus reflexiones, Gabriel Laguna transcribió un soneto de Diego Hurtado de Mendoza que he de reproducir aquí:

Demócrates, deléitate y bebamos,
que para siempre no se ha de durar.
No puede para siempre el hombre estar
en la vida que ahora nos holgamos.

Pues nos perdemos cuanto acá dejamos,
con ungüento oloroso nos untar
y en guirnaldas las frentes coronar
se procure, que al fin llegamos.

La honra que nos hace la mortaja
quiéromela yo hacer en este mundo
y remojarme en cuanto vino sé.

Y si de acá me llevo esta ventaja,
cuando después llegare en el profundo
¡ahógueme el diluvio de Noé!

Delicioso ejemplo de la poesía renacentista española que debería forzar a más de uno a considerar si todo tiempo pasado fue siempre más ascético y estrictamente moral, como muchos parecen pensar. {enlace a esta historia}

[Mon Mar 6 08:24:25 CST 2006]

Hace una semana escribía sobre el profundo desconocimiento que tenemos de nuestra propia filosofía, así que me dio por hacer unas cuantas búsquedas en la red sobre el tema y me encontré con un texto de Ferrater Mora titulado Is There a Spanish Philosophy? que merece la pena mencionar aquí. En primer lugar, me pareció bastante chistoso leer el siguiente comentario acerca de la filosofía francesa:

Each of them [the so-called national philosophies] denotes something which has really existed. In some cases, they denote an imposing array of works which everybody agrees to be philosophical. Germans may say: German philosophy is the philosophy of Leibniz, Kant, Hegel, Husserl, etc., a philosophy which, by the ways, seems to be peculiar to the German mind and to reveal some permanent and characteristic features, such as a tendency to bold speculation mixed with an unusual amount of concept-analysis. Frenchmen may say that French philosophy is the philosophy of Descartes, Condillac, Bergson, etc., and also that this philosophy has a characteristic trend; for example, clarity. And so on.

¡Hay que ver cómo cambian los tiempos! ¡Todavía a principios de los años cincuenta la filosofía francesa se caracterizaba por su claridad de ideas! Evidentemente, Ferrater no vio venir la ola postmoderna que se avecinaba. En cualquier caso, lo que me parece más interesante en el texto de Ferrater son las reflexiones que hace sobre la naturaleza de la filosofía española:

We say "Spanish Philosophy", and since we are not so sure of ourselves as Germans are of themselves when they say "German Philosophy", because, once again, we cannot so easily resort to an imposing array of philosophers, we are obliged to ask ourselves exactly what this expression means. Now, before we can disclose what it means, we have to answer the question of whether it means something or nothing, that is to say, whether we are talking sense or nonsense.

Those who assume that the expression "Spanish Philosophy" is nonsensical, try to prove their contention by a kind of ostensible definition. They point to the fact that there are no philosophers in Spain, at least in the traditional sense of the word "philosopher". But the traditional sense of this word is based upon a definite description of what it usually means in such countries as England, France, or Germany. They deny any meaning to Spanish philosophy, because this philosophy does not seem to comply with the requirements stated by modern European philosophical thought. In other words, they use a terminology into which it is very difficult to fit the words "Spanish Philosophy". Needless to say, if only philosophy in the traditional sense of the word is philosophy, Spanish philosophy will lie far apart from it and will produce the impression of being both imitative and extravagant.

But if in order to oppose this opinion, we inquire from others what they think of Spanish philosophy, we shall get an answer of a very different, even an opposite character. "All right", they will say, "Spanish philosophy, as diluted in literature and in practical life, does not fit very well into the frame of modern European philosophy. But this means that modern European philosophy is only a part of the total reality called philosophy. For modern European philosophy is, after all, only a rationalistic and intellectualistic interpretation of the whole of philosophy". We Spaniards, these critics argue, do not limit ourselves to rationalistic philosophy, because we believe in a philosophy rooted in the whole of the human being. And in order to demonstrate that not only are we distinguished in this kind of philosophy, but also far ahead of other nations, we avoid mentioning names such as Lullus, Vives, or Suárez and insist upon names such as Cervantes, Gracián, Quevedo, Saint John of the Cross, who, according to Unamuno —undoubtedly the most unrepentant defender of this opinion— have understood man and not nature, existence and not essence. They seem to be in complete agreement with the poet León Felipe, when he says, in a beautiful but quite unscientific way: "The axis of the world is a song and not a law".

No es accidental el hecho de que haya hecho mención aquí, en primer lugar, a la falta de claridad de la última filosofía francesa, para después comentar la naturaleza sin duda peculiar de la filosofía española, pues a pesar de la poca estima en que solemos tener a nuestros pensadores, me parece que la herencia del raciovitalismo orteguiano tiene mucho más que ofrecer a este mundo postmoderno que toda la emperifollada retórica francesa (y, cuidado, porque tampoco me gusta adoptar la arrogante actitud anglosajona y descartar automáticamente todo lo francés como inútil o estupidizante, pero estoy firmemente convencido de que en este aspecto nuestros filósofos tienen más que aportar que los del otro lado de los Pirineos). {enlace a esta historia}