[Fri Dec 31 13:38:24 CST 2004]

Según publica The New York Times, China ha estado viviendo últimamente un serio crecimiento de las revueltas populares como consecuencia, principalmente, de las enormes disparidades sociales. Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, no se trata únicamente de problemas generados por la progresiva liberalización de la economía china, la cual ha llevado a la creación de un capitalismo comunista muy sui generis, sino también de las contradicciones propias de un régimen que preconiza la igualdad de puertas afuera mientras continúa aplicando costumbres y normas milenarias claramente inspiradas en la tradición confuciana. De hecho, lo cierto es que a pesar de los esfuerzos puristas del maoísmo más radical allá por los años de la Revolución Cultural, China no ha podido evitar la desigualdad social entre ciudadanos de a pie y apparatchniks que tanto criticaran en la Unión Soviética. Quizás lo más paradójico de todo es el hecho de que sea precisamente la estructura jerárquica y autoritaria del sistema político la que esté agravando los problemas. En una sociedad donde las contradicciones sociales, económicas y culturales se han visto agudizadas durante las últimas décadas como consecuencia del acelerado progreso económico, no hay proceso de retroalimentación alguno para que el sistema político obtenga información acerca de los problemas que más afectan a los ciudadanos. Se trata, al fin y al cabo, del gran problema de las dictaduras: el precio de subyugar hasta el más mínimo gesto de oposición, manipular los medios de comunicación e imposibilitar la creación de esferas alternativas de organización y poder no es otro que un distanciamiento cada vez más agudizado de la realidad social. De momento, me arevería a decir que los cálculos de quienes predecían graves contradiciones internas en el sistema político chino como consecuencia del progreso económico se están probando ciertas. Una vez más, no parece posible liberalizar la esfera económica sin abrir la mano y acometer reformas serias en el plano político. El avance económico de una sociedad introduce un nivel tal de complejidad que no puede sino reventar las estructuras de las estructuras políticas más inflexibles, como es el caso del comunismo o el autoritarismo militar. {enlace a esta historia}

[Thu Dec 30 16:13:42 CST 2004]

José Antonio Marina lleva ya bastante tiempo estudiando la naturaleza humana, proyecto que iniciara allá por 1992 con la publicación de su Elogio y refutación del ingenio. Ahora acaba de sacar a la luz La inteligencia fracasada (otros de sus libros más destacados son Teoría de la inteligencia creadora, Los sueños de la razón y Ética para náufragos). El crítico de El Cultural, Francisco García Olmedo, nos explica de qué va una obra...

... cuyo punto de partida es la paradoja de que personas en extremo inteligentes, según las pruebas al uso, puedan usar su inteligencia estúpidamente. (...) Las principales patologías que considera el autor en este apartado son: el prejuicio, actitud que implica estar seguro de algo que en realidad se ignora; la superstición, como supervivencia de una creencia muerta; el dogmatismo, inmune a la crítica; o el fanatismo, que incluye todos los fracasos cognitivos, junto a una defensa de la verdad absoluta y una peligrosa llamada a la acción.
En definitiva, toda una buena dosis de humildad de la que todos estamos necesitados, incluyéndome a mí. {enlace a esta historia}

[Wed Dec 29 20:43:50 CST 2004]

Leyendo un artículo sobre Albert Camus publicado por la revista Salon me encuentro con una reflexión del autor francés acerca de una idea bastante extendida que pretende ver en la obra de un escritor una especie de llave secreta para entender su vida:

The idea that every writer... portrays himself in his books is one of the puerilities that Romanticism has bequeathed us. A man's works often describe his longings or temptations, and almost never his own true story.
Por cierto, que el mismo artículo también incluye otra cita de Camus que me parece bastante buena:
A man is always prey to his truths. Once he has admitted them, he cannot free himself from them.
Nunca leí a Camus hasta mi primer año en Madrid, cuando me decidí a leer El Extranjero. De hecho, en aquel entonces vivía en Getafe y compraba mis libros en una modestísima papelería-librería que apenas tenía en sus estanterías sino los libros que recomendaban los profesores de los institutos del barrio. Tuve que aparecer por la tienda unas cuatro o cinco veces, preguntando al dueño del comercio una y otra vez si mi libro había llegado, hasta que al final un buen día respondió afirmativamente. Creo recordar que lo engullí en tan sólo dos días. Después, con los años, leería otras obras suyas (La peste, Moral y política), y he de decir que si bien nunca me pareció un pensador extraordinario ni de una prosa maravillosa sí que me dejó una marca indeleble por su actitud personal íntegra y honesta. He ahí, me parece, la clave de Albert Camus. {enlace a esta historia}

[Tue Dec 28 08:17:53 CST 2004]

Si bien el daño ya está hecho, hay que congratularse por el hecho de que los ministros del nuevo Gobierno pidan disculpas por sus errores, pues se trata de un comportamiento casi insólito en nuestro país. Hoy mismo, Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, ha admitido fallos en su gestión para hacer frente a las fuertes nevadas que ha aislado a algunas ciudades del Norte de Castilla. Por su parte, el Secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, ha reconocido la escasez de guardias civiles en las carreteras durante el temporal de nieve. Como digo, estas disculpas a agua pasada definitivamente no solucionan el problema pero al menos envían un claro mensaje a la ciudadanía de que éstos son individuos responsables y dispuestos a reconocer sus errores. Hay que reconocer, al menos, el cambio de talante. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 15:21:33 CST 2004]

Luis G. Iberni escribe en las páginas de El Cultural sobre El calvario de la música sacra:

Uno de los fenómenos más sorprendentes, y a la vez de más difícil justificación histórica se refiere al profundo declive en el que ha caído la música religiosa occidental en general y la católica en particular a lo largo del siglo XX. Sólo con asombro se puede asistir a una decadencia que, después de haber dado a luz composiciones que forman parte del tronco más sólido de la tradición musical europea, ha permitido arribar a niveles tan ínfimos como los vividos en los últimos treinta añlos: de La Misa del Papa Marcello de Palestrina a Juntos como hermanos de Gabarain, la distancia aparece, como mínimo, preocupante.

Se ha achacado a la secularización de nuestra sociedad, que ha llevado a los creadores a interesarse menos en lo sacro pero también es atribuible a otros factores, inherentes al valor que se le concede a la música en la liturgia. La conciencia de la situación ha provocado, incluso, a una toma de posición del propio pontífice Juan Pablo II que, a fines del pasado año, publicaba un documento sobre la música sagrada donde recordaba su importante función, "que San Pío X presenta como medio de elevación del espíritu a Dios y como valiosa ayuda para los fieles".

Así, por ejemplo, José Vicente González Valle, canónigo y ex-director del Instituto de Musicología del CSIC, destaca cómo a raíz del Concilio Vaticano II,
... hubo un sector que atacó el canto polifónico o, incluso, el órgano, al considerarlos como elitistas, para ofrecer como contrapartida música de baja calidad.
Por su parte, María Nagore, profesora de Historia de la Música en la Universidad Complutense, y que diferencia entre música religiosa y música litúrgica, explica cómo en los congresos de Música y Sacralidad de Valladolid se ha puesto el dedo en la llaga al afirmar sin contemplaciones que:
... todo esto ha venido como producto de la vulgarización. Con una buena intención que era la participación de los fieles en el acto litúrgico, se han compuesto músicas de andar por casa, adaptando, y no siempre bien, piezas populares. La Iglesia no le ha dado importancia a la música de calidad. (...) Se ha dejado de impartir clase de música en prácticamente todos los seminarios, salvo Valladolid y Madrid.
Claro que cabe preguntarse exactamente quién le ha dado importancia alguna a la música de calidad en las últimas décadas. Casi podría decirse que, aparte de las acertadas políticas culturales de algunos entes públicos, hemos visto bien poco de ello. Y, seamos prácticos, los organismos públicos tienen que atender muchas otras prioridades también. Como escribe Antonio Moral, Director de la Semana de Música Religiosa de Cuenca:
Siempre habrá compositores que se vean estimulados por un impulso religioso. Quien ha cambiado ha sido el responsable del encargo. Si en el siglo XVII o XVIII era la Iglesia, en el caso católico, o las diferentes confesiones protestantes, ahora son las orquestas, los festivales o las instituciones públicas, las que requieren de los creadores obras con un carácter religioso. Por ello, la dedicación de los compositores es menor, ya que los encargos tampoco abundan en general.
Así pues, otro género musical que se encuentra en vías de extinción ante el avance imparable de "lo popular", lo económicamente rentable, la razón del dinero y la fama. Y, por favor, que nadie me venga culpando a "la falta de fe" o "el proceso de secularización moderna" pues como queda bien claro al leer las opiniones arriba citadas el problema es mucho más complejo que eso. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 14:12:26 CST 2004]

Con motivo de la preparación del Congreso Mundial de Matemáticos que se celebrará en Madrid en el 2006, Juan Luis Vázquez publica un artículo en El Cultural sobre los avances de las matemáticas en nuestro país. Como él mismo indica:

No es fácil hablar al gran público de matemáticas. Siempre me ha sorprendido que una actividad tan importante en la vida intelectual y social como es el "Arte de los Números" provoque en el público llano y en ciertas islas culturales reaccines tan defensivas e incluso negativas, reacciones que no provocan artes ni más ni menos sutiles, como la música, la poesía u otras ciencias. Yo he visto en la profesión matemática mucho idealismo y no poco humanismo junto al inevitable amor a las ideas abstractas, y sin embargo el mundo matemático-cuantitativo tiene aún mala fama oficial en los medios culturales. Algo nos dice que al canal de comunicación le vendrían bien unas mejoras, pues las matemáticas son difíciles, pero son también hermosas y profundas, y son muy útiles. Y no somos sólo la ciencia de lo "matemáticamente exacto", también entramos hoy día a toro de lo "probable" y lo "caótico", lo cual resulta ser de gran utilidad industrial, comercial y social y da trabajo a nuestros alumnos.
De paso, Vázquez menciona los Millenium Problems del Clay Mathematics Institute, así como los veintitrés problemas matemáticos de David Hilbert, publicados allá por 1900 y que sirvieron de base para muchos de los avances matemáticos que vivimos durante el siglo XX. No me queda más remedio que reconocer que ahora, con el paso del tiempo, me arrepiento de no haberme tomado las matemáticas (de hecho, las ciencias en general) más en serio durante mis años de bachillerato. El paradigma de las dos culturas del que hablara C.P. Snow hace ya décadas tiene algo que ver con ello, pero qué duda cabe que la responsabilidad última es sólo mía. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 13:05:41 CST 2004]

Echándole un vistazo a lo que The New York Times considera lo más destacado de la temporada literaria me encuentro con un par de comentarios que me han parecido interesantes. En primer lugar, Lesley Downer reseña The Japan Journals, 1947-2004, de Donald Richie. Llegado a Tokio con las tropas de ocupación estadounidenses, Richie rehusa seguir las órdenes de sus superiores y comienza a relacionarse con los nativos y conocer la cultura japonesa lo que le embarca en una aventura que aún continúa más de sesenta años después. Pero me gustaría destacar en este caso un par de frases que escribe Downer sobre el autor:

To be in a country but not of it breeds loneliness, but also bestows freedom. In Japan, it seems, Donald Richie has discovered a place where he has been free to be himself.
Merece la pena leer, en este sentido, la anécdota sucedida allá por 1955 cuando Truman Capote visitó la capital nipona con la intención de entrevistas al actor Marlon Brando, quien se encontraba en las cercanías de Kyoto rodando una película, y alguien encargó a Richie que le sirviera de guía. Resulta que, desesperado por la apatía del renombrado escritor, Richie le preguntó para qué demonios había ido a Japón si no parecía interesarle nada la cultura local, a lo que Capote espetó:
Why to do Brando, of course.
Esto viniendo del mismo escritor que, supuestamente, se había interesado en conocer el Marruecos libertino de Paul Bowles y otros beatniks, lo que no hace sino confirmar mi sospecha de que muchos de estos tipos realmente jamás se preocuparon de conocer a fondo la cultura local de aquellos exóticos países que visitaban. Estaban allí por el caché y la imagen, pero poco más.

La segunda anécdota proviene de Borges. A Life, la biografía del escritor argentino escrita por Edwin Williamson, donde se nos cuenta la siguiente brutal historia acerca de la infancia del maestro (éstas son palabras del autor de la reseña, David Foster Wallace, y no del autor de la biografía):

Borges's father, a man stunted by the heroic paternal shadow in which he lived, evidently did things like give his son an actual dagger to use on bullies at school, and later sent him to a brothel for devirgination. The young Borges failed both these "tests", the scars of which marked him forever and show up all over the place in his fiction, Williamson things.
{enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 12:17:05 CST 2004]

Me perdonarán la ignorancia, pero hasta ahora jamás había oído hablar del fotógrafo Alberto García-Alix. En cualquier caso, leo en El Mundo Libro que PhotoBolsillo acaba de reeditar el volumen de su biblioteca básica de fotógrafos españoles dedicado a García-Alix. La colección, por otro lado, parece bastante interesante, incluyendo volúmenes dedicados a Alberto Schommer, Ouka Lele y Cristina García Rodero, entre otros. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 11:58:41 CST 2004]

El próximo 7 de enero saldrá a la venta la adaptación al cómic de la primera novela del capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, poco antes de que inicie el rodaje de la versión cinematográfica, dirigida por Agustín Díaz Yanes. Algún día tendré que leer alguno de los libros que componen la serie de cinco libros publicados hasta el momento (El capitán Alatriste, de 1996; Limpieza de sangre, de 1997; El sol de Breda, de 1998; El oro del rey, de 2000; y El caballero del jubón amarillo, de 2003), y que varios amigos me han recomendado enfervorecidamente. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 10:19:17 CST 2004]

Los avatares del llamado caso Echevarría han sido la comidilla del mundo cultural español las últimas semanas. Al parecer, todo comenzó cuando el crítico de El País publicó una reseña bastante negativa sobre El hijo del acordeonista, de Bernardo Atxaga, publicada por la editorial Alfaguara, que casualmente pertenece al mismo grupo empresarial que el periódico. Según la descripción de Constantino Bértolo en El Cultural,

La reseña contiene una descalificación rotunda y contundente de la novela en base a dos argumentos que se despliegan entrelazándose: una escritura blanda para una visión blanda de la conflictiva realidad vasca, entendiendo por blando aquella cualidad que tiende a teñir de suavidad lo áspero y a travestir de esencia lo concreto, haciendo sobreactuar lo idílico en detrimento de lo dialéctico. Juicio al que la reseña llega desarrollando, dentro de los límites del género, las necesarias pruebas.
Lo grave del asunto, sin embargo, ha sido la reacción del equipo directivo de El País, que a partir de la publicación del artículo ha decidido "retener" por fecha indeterminada todas las colaboraciones del autor, lo que no puede considerarse sino como una forma de censura. Al mismo tiempo, ciertos sectores del mundo cultural vasco han lanzado las habituales acusaciones contra el crítico, achacándole ideas parafascistas. Nada nuevo bajo el Sol, desde luego, si no fuera por la preocupante colusión de intereses empresariales que se ha dado en este caso. Como concluye Bértolo,
Lo que les ha parecido intolerable a los propietarios de los medios de producción y expresión de las palabras de la tribu es que el guardián de la exigencia literaria abandone su parcela "autónoma" y se atreva, llevado por su rigor crítico, a meterse en el papel del tribuno que denuncia lo que entiende como un discurso narrativo peligroso para la salud moral y política de la comunidad. Lo que no toleran es que nadie les arrebate el usufructo de las palabras e historias colectivas. Al fin y al cabo, ellos son los que invierten en la Bolsa de los significados, y suyos deben ser los dividendos semánticos. El crítico cruzó la linde de una propiedad que no se puede franquear impunemente.
De hecho, hace tan sólo un par de meses escribí unas cuantas palabras sobre lo que me parecía era una clara falta de discernimiento moral por parte de Atxaga en su análisis del fenómeno de la violencia etarra. La interpretación del terrorismo etarra como simple indeseada secuela psicológica y política de la Guerra Civil española me parece enormemente deshonesta e inmoral. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 09:38:27 CST 2004]

Si hace poco más de una semana escribía sobre las listas de recomendaciones literarias de varios suplementos, hoy me encuentro precisamente con una reseña en The Wall Street Journal sobre Historia de la belleza, de Umberto Eco de la que me gustaría entresacar el siguiente comentario:

His book touches on the melancholy fact that much contemporary art is less about beauty than other more brittle realms of experience: "the interesting", "the challenging", "the transgressive", not to mention the perverse and the inane.
Siempre me ha parecido especialmente irónico que los mayores bastiones del conservadurismo contemporáneo, tales como The Wall Street Journal, también sean los que más predican en favor de lo sublime y en contra de todo lo que de materialista e "inane" tiene nuestro mundo, al tiempo que en sus editoriales no se lo piensan dos veces antes de proponer el libre mercado como solución a todos nuestros problemas, la varita mágica que vendrá a solucionar no sólo el desempleo y la pobreza, sino también el bajo nivel de nuestra educación, el hacinamiento de las cárceles o incluso la contaminación. Aparte de este pequeño detalle, no me queda sino estar de acuerdo con el autor de la reseña. El mundo del arte ha perdido casi todo su brillo, limitándose a estas alturas a figurar como una entrada más en los libros de contabilidad. El imperio de lo económico se ha extendido a casi todas las esferas de la vida cotidiana, y son pocas las parcelas que aún no se han rendido a la lógica de la razón instrumental. Cierto, el ideal de la belleza brilla por su ausencia en nuestro panorama contemporáneo, pero lo mismo puede decirse de conceptos como verdad, conocimiento, integridad o el propio afán de superación. El problema es mucho más serio de lo que parecería a simple vista. Las consecuencias de varias décadas de relativismo se hacen notar. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 09:17:25 CST 2004]

Nuria Azancot escribe un artículo en El Cultural sobre la estrecha relación de algunos novelistas con el juego. La lista incluye nombres como Dostoievsky, Hemingway, Bukowski, Manuel Vicent o Poe. Así, Los crímenes de la Rue Morgue, por ejemplo, contiene un pasaje en el que Poe nos desvela su sistema para descubrir qué cartas llevan los oponentes analizando la expresión de sus rostros; Vicent nos cuenta en su relato El muelle que

... en todas las timbas de juego siempre hay un tonto que pierde; si a la hora no sabes quién es, eso significa que ese tonto eres tú.
Ahora, que lo que de verdad da miedo es leer descripciones como la siguiente en El jugador, de Dostoievski:
Cuando me voy acercando a la entrada del salón de apuestas, en el momento en que empiezo a escuchar, a dos cuartos de distancia, el sonido del dinero cayendo sobre la mesa, empiezo a sentir una especie de convulsiones.
Teniendo en cuenta que los especialistas consideran la novela como al menos parcialmente autobiográfica, parece seguro concluir que el genio de la literatura rusa era un ludópata, entre tantas otras cosas que fue. Por cierto, que Raúl del Pozo, autor de Noche de tahúres, nos cuenta que su juego favorito es el chiribito, un póquer de veintiocho cartas creado en Madrid a finales de nuestra guerra civil por los milicianos que defendían la ciudad de las tropas franquistas. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 27 08:04:15 CST 2004]

La casualidad ha querido que El Cultural publique una reseña de Pensadores temerarios,de Mark Lilla, y otra de Heisenberg, de Antonio Fernández-Rañada en el mismo número. Digo lo de la casualidad porque ambos libros están indirectamente relacionados. Lilla estudia los numerosos y significativos errores de los intelectuales comprometidos con la política, deteniéndose a analizar los casos de Martin Heidegger, Carl Schmitt, Walter Benjamin, Alexandre Kojève, Michel Foucault y Jacques Derrida. Por desgracia, encuentra material de sobra para sustanciar su tesis principal de que una inteligencia excepcional no garantiza, ni mucho menos, el sentido común a la hora de reflexionar sobre los acontecimientos políticos. Así, Lilla nos cuenta por ejemplo la anécdota de Martin Heidegger quien, preguntado por su amigo Jaspers sobre qué le llevaba a confiar en alguien tan poco preparado como Hitler para goberanar Alemania respondió completamente en serio que:

La cultura no importa. Mira sus maravillosas manos.
Por supuesto que muchos conservadores estadounidenses aprovecharán la oportunidad para subraryar cómo la progresiva secularización de nuestras sociedades ha conducido a una interpretación de la labor intelectual radicalmente separada de la esfera de lo moral donde, por otro lado, cada vez se aplica más la norma del todo vale. Desde este punto de vista, nada tiene de sorprendente que los intelectuales del siglo XX se entregaran en cuerpo y alma a tiranos de la calaña de Hitler o Stalin. Y todo queda muy bonito y encaja muy bien, si no fuera por la dichosa manía que tiene la realidad de no dejarse encorsetar en nuestras teorías. Hemos de tener en cuenta que el problema viene de lejos. De hecho, como señala Lilla en el ensayo que escribe a modo de conclusión, Platón mismo se dejó seducir por un tirano de Siracusa. Parece, pues, que poco tiene que ver con el imparable proceso de secularización, y tal vez mucho con el empeño en entender la realidad desde un punto de vista abstracto, sin siquiera considerar al hombre de carne y hueso, el individuo que sufrirá las consecuencias en último lugar.

¿Y cómo está todo esto relacionado con el segundo libro, la biografía de Heisenberg escrita por Antonio Fernández-Rañada? En este caso, cabe preguntarse sobre la integridad moral de un científico que, aun alcanzando las cotas más altas desde un punto de vista estrictamente profesional, también fue capaz de colaborar con los nazis en su intento de construir la bomba atómica. Y es que los científicos tampoco se ven libres de la responsabilidad de haber apoyado directa o indirectamente a algunos de los mayores criminales de la Historia. Es más, cabe la posibilidad de que precisamente la tradición que se empeña en entender la ciencia como una disciplina completamente objetiva e independiente de las pugnas políticas no haga sino reforzar este tipo de comportamientos. Y es que, como dejara dicho Rabelais hace ya mucho tiempo:

Ciencia sin conciencia es la ruina del alma.
Tenía que ser precisamente un literato, tan despreciados ellos como clase no productiva, quien pusiera los puntos sobre las íes. {enlace a esta historia}

[Fri Dec 24 09:46:07 CST 2004]

Me acabo de encontrar con una colección de citas entresacadas de las páginas de Ocho años de gobierno, las memorias de José María Aznar, y una de ellas me llamó la atención:

No podemos convertirnos en países que dependan íntegramente, para su seguridad exterior e interior, de las decisiones que se toman en Washington o en Londres. Tenemos que ser capaces de influir en esas decisiones, que nos afectarán cada vez más.
De entrada, creo que tiene razón Aznar, pero tan sólo parcialmente. Me explico: es cierto que Europa no puede ni debe depender íntegramente de lo que se decida en Washington, pero me disgusta bastante observar la falta de ambición del ex-Presidente del Gobierno, quien parece contentarse con el papel igualmente secundario de de agente con capacidad de influencia sobre Washington. Lo que de verdad necesitamos es nuestra propia identidad, basada en una política exterior y de seguridad autónoma de (que no necesariamente enfrentada a) los EEUU. Tal y como lo describe el señor Aznar, Europa no deja de ser el ayudante de campo de Washington, muy fiel y servicial, pero sin ningún ánimo de independizarse e irse a vivir su propia vida. Como digo, la Unión Europea debería incrementar sus esfuerzos en elaborar una política propia, lo cual no tiene más remedio que llevar a un incremento del gasto en defensa. Mucho me temo, no obstante, que no hay otra opción. {enlace a esta historia}

[Thu Dec 23 14:16:24 CST 2004]

Nunca me ha atraído lo más mínimo la teoría izquierdista según la cual la transición democrática española no fue sino una mera extensión del régimen franquista para adaptarse a las nuevas circunstancias. Se trata de una idea repetida hasta la saciedad por los elementos cercanos a Herri Batasuna, y que ahora parece cobrar nuevo vigor con la publicación de La sombra de Franco en la transición, de Alfredo Grimaldos. A lo que parece, el libro cuenta cómo el aparato represivo de la dictadura nunca fue completamente desmontado durante los gobiernos de la UCD, e incluso hubo un cierto interés por parte de muchos de los protagonistas de la transición por mirar hacia otro lado cuando un periodista acá o allá sacaba algunos trapos sucios. La tesis principal es que en la mitificada transición no se quiso romper con el régimen franquista, ni tampoco desvelar la verdad sobre el pasado de individuos como Manuel Fraga, Nartín Villa o Adolfo Suárez. Claro que también cabe preguntarse haste qué punto hay algo de nuevo en todo esto: la esencia de la transición fue, precisamente, evitar la ruptura con el régimen anterior y un compromiso más o menos implícito de no escudriñar el pasado de nadie. ¿Acaso hay alguien que haya negado esto? ¿Cuál era la alternativa? Más importante aún, ¿qué hay de escandaloso en ello? Éstas son, precisamente, las bases de cualquier transición pacífica, como se ha venido demostrando en muchos otros países también: Chile, Argentina, El Salvador, Nicaragua, Brasil, Hungría, Bulgaria, Checoslovaquia... En otras palabras, si bien lo que señala Grimaldos es cierto, cuesta trabajo ver qué es exactamente lo que debería parecernos inexcusablemente injusto o polémico acerca del tema. ¿Pero es que nadie recuerda a estas alturas cómo el debate en aquella época giraba precisamente en torno a los conceptos antitéticos de reforma o ruptura? ¿Por qué debiera sorprendernos que cuando los votantes se decidieran por la opción reformista acabaran precisamente con eso? Cabe argumentar, por supuesto, que la opción fue equivocada, pero poco más. {enlace a esta historia}

[Thu Dec 23 11:53:48 CST 2004]

De acuerdo al nuevo padrón, España supera ya los 43 millones de habitantes. La noticia no especifica a qué se debe el crecimiento demográgico después del estancamiento en unos 40 millones que se había dado durante décadas, pero tampoco hace falta ser un genio para imaginar que se debe a la inmigración. En fin, sea como fuere el caso es que España está experimentando una vez más un crecimiento de la población, lo cual suele interpretarse a menudo como condición esencial para que una sociedad sea dinámica y pueda adaptarse a los nuevos tiempos. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 20 18:58:51 CST 2004]

Mientras le echaba un vistazo a un blog de naturaleza técnica me encontré con la siguiente cita de Woody Allen que me parece sencillamente fantástica:

To love is to suffer. To avoid suffering one must not love. But then one suffers from not loving. Therefore to love is to suffer, not to love is to suffer. To suffer is to suffer. To be happy is to love. To be happy then is to suffer. But suffering makes one unhappy. Therefore, to be unhappy one must love, or love to suffer, or suffer from too much happiness. I hope youre getting this down.
{enlace a esta historia}

[Mon Dec 20 12:26:50 CST 2004]

Hoy mismo se ha hecho público que el Gobierno destinará unos treinta millones de euros a la celebración del centenario de la publicación del Quijote, incluyendo diversos actos culturales, exposiciones, ediciones especiales de la obra, campañas de promoción turística, etc. Espero que José Manuel Blecua, presidente ejecutivo de la Comisión creada para organizar los actos, cumpla con la palabra dada hoy cuando afirmó:

Nuestro principal objetivo es que esta efeméride no se convierta en fastos. Deseamos que este centenario contenga elementos perdurables y que no haya lugar ni sitio para elementos efímeros.
De momento, se ha creado un sitio web para celebrar el IV centenario del Quijote. Yo, por mi parte, espero celebrar la efemérides releyendo el libro completo este año que viene. La primera (y, de momento, única) vez que lo leí fue durante mi estancia en Irlanda a principios de los noventa. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 20 11:53:56 CST 2004]

No hace mucho tiempo, a finales de los setenta y principios de los ochenta, el Estado de las autonomías parecía la panacea a todos nuestros problemas, la solución más progresista al problema de España, el corazón mismo de un nuevo Estado democrático que venía a poner fin a dos siglos de inestabilidad política. Y, la verdad sea dicha, por lo general todo parece haber funcionado más o menos bien. Catalanes y vascos no están completamente satisfechos con el estado de cosas, pero reconocen sin lugar a dudas que es mucho mejor que cualquier otra cosa conocida durante el siglo XIX o XX. Sin embargo, después de conocer la práctica del Estado de las autonomías también hemos aprendido a distinguir sus defectos: expansión casi imparable de una las administraciones regionales, problemas de vertebración del interés nacional en las instituciones comunitarias, creciente déficit público de las administraciones, etc. Todo ello no quita, por supuesto, para que el gran mito de la descentralización como solución a los problemas administrativos continúe dominando el discurso político en casi todos sitios (allá en España como acá en los EEUU). Se trata, al fin y al cabo, de eso, un mito político que aceptamos por conveniencia ideológica y no porque se confirme en los hechos, al igual que sucede con ese otro poderoso mito que se ha apoderado de nuestras naciones desde mediados de los ochenta, el mito de la liberalización de los mercados como herramienta de progreso.

En cualquier caso, todo esto viene a cuento de un artículo que leo en El Cultural sobre las complejas redes de distribución teatral creadas como consecuencia de la descentralización del Estado. El autor es, de hecho, bastante compasivo al hablar de "complejidad" cuando a lo que en realidad se refiere es a la miopía localista, pues ¿de qué otra forma podemos calificar el hecho de que los circuitos teatrales de Cataluña o Andalucía, por poner tan sólo dos ejemplos, sean prácticamente infranqueables para las compañías que vienen de fuera? Flaco favor le hacemos a la cultura si antes de incluir una determinada obra en nuestro calendario miramos si tiene raíces en nuestro terruño. ¿Dónde habrá quedado el concepto del arte y la cultura como ámbitos eminentemente universales? {enlace a esta historia}

[Sun Dec 19 20:02:55 CST 2004]

Parece que ha llegado a España la moda del bookcrossing. Tal y como está el patio, se trata desde luego de una de las modas más benignas que podíamos haber importado. Consiste en abandonar un libro en cualquier lugar público con una nota en el interior que explica cómo se trata de un libro para uso común de todos los individuos, y una vez leído se supone que uno ha de registrarlo en el sitio web y volver a dejarlo en otro lugar para que cualquier otra persona lo recoja y lo lea. En fin, que se trata de una forma más de fomentar la lectura, lo cual nunca está de más. Además, por lo que leo, hoy mismo han "liberado" unos cuantos libros de calidad: Lituma en los Andes, de Mario Vargas Llosa; Barrio de Maravillas, de Rosa Chacel; La Sonrisa Etrusca, de José Luis Sampedro; No digas que fue un sueño, de Terenci Moix... {enlace a esta historia}

[Sun Dec 19 16:32:28 CST 2004]

La vida diaria en Minnesota se me está haciendo de lo más insufrible después de casi diez años. La nieve es lo de menos, pero las temperaturas de treinta o cuarenta grados bajo cero durante los tres meses del invierno y los gélidos vientos del Norte durante buena parte de los meses de noviembre, marzo y abril tienen el efecto de destrozar por completo la calidad de vida. De hecho, casi durante la mitad del año no hay forma de salir a pasear, viajar por el estado, mirar las estrellas o disfrutar del paisaje, y los juegos con los niños se ven limitados a lo que pueda llevarse a cabo dentro de la casa o, por supuesto, patinar o usar los trineos durante el tiempo suficiente para que uno no llegue a congelarse ahí fuera. Mientras tanto, el automóvil es el dueño absoluto de la calle (tampoco es que baje de su pedestal durante el resto del año, la verdad), no puede verse un alma en ningún sitio e incluso hacer ejercicio se hace casi imposible a no ser que uno esté dispuesto a pagar cantidades exorbitantes para hacerse miembro de un gimnasio o club deportivo. Conforme uno se hace mayor, la existencia por estos pagos se hace más y más difícil, sobre todo si uno le tiene apego alguno a una vida saludable, el ejercicio, la luz del sol, el paisaje o, simplemente, ama los paseos. A lo mejor ya va siendo hora de hacer las maletas y mudarse a otro sitio. Si no fuera por los niños, me parece que hace ya tiempo me hubiera ido a vivir a otro país, aunque sólo fuera por conocer mundo. {enlace a esta historia}

[Sun Dec 19 15:03:35 CST 2004]

Como suele suceder todos los años por estas fechas, la prensa de todo el mundo recomienda unos cuantos libros para regalar a nuestros seres queridos. Ya es tradicional que un buen número de volúmenes sean de contenido artístico y alto precio, pero la verdad es que hay de todo. Entre las sugerencias de El Cultural encontramos verdaderas maravillas, como Historia de la belleza, en la que Umberto Eco hace un repaso a la historia del arte y reflexiona sobre cómo ha evolucionado el concepto de lo bello de una a otra época; Todos los dioses de Grecia, de Richard Buxton, el renombrado autor de Imaginary Greece, explica los mitos del panteón griego y sigue su rastro a través de la Historia; Stanislas Klossowski, hijo del pintor Balthus, escribe en El juego áureo sobre la tradición alquímica a la que consagró toda su vida; la editorial Tropa publica Las ciudadaes invisibles, de Italo Calvino, con estupendos dibujos de Pedro Cano; el volumen colectivo Vitamin P, subtitulado New Perspectives in Painting, nos presenta las propuestas artísticas de una centena de autores noveles; El romanticismo, de Ilaria Ciseri, nos introduce en el mundo del arte romántico considerado como algo más que una mera propuesta estética, como estilo de vida; y, finalmente, merece la pena mencionar también El primer Eros: África, América, Oceanía, volumen colectivo donde se nos presenta las obras que compusieron la exposición del mismo nombre en el reciente Forum de las Culturas que se celebró en Barcelona, y donde se nos mostraban la evolución histórica del concepto de lo erótico entendido como el "despegue de la humanidad hacia formas más elevadas de vida".

El Mundo Libro tampoco quiere ser menos, y nos ofrece una lista de recomendaciones para las fiestas que incluye de casi todo, pero a un precio mucho más asequible. Así, esta otra lista incluye Memoria de mis putas tristes, de Gabriel García-Márquez; Deseo, de Elfriede Jelinek; los Cuentos completos de Truman Capote; La noche del oráculo, de Paul Auster; el diccionario Redes, coordinado por Ignacio del Bosque; la enciclopedia Cine, de Ira Konigsberg; La Biblia en edición de Galaxia Gutenberg con ilustraciones de Eduardo Arroyo; La vía del Tarot, del peculiar Alejandro Jodorowski; El gran duque de Alba, de Henry Kamen; Tiempo de guerras perdidas, de Caballero Bonald; y, por supuesto, como no podía ser menos casi a punto de entrar en el aniversario de la publicación de El Quijote, se nos recomienda la edición de la obra de Cervantes publicada por el Círculo de Lectores, así como Mi primer Quijote, de José María Plaza y el volumen colectivo La España en tiempos del Quijote. Como venía diciendo, una lista en la que hay de todo y a buen precio.

Finalmente, The New York Times también publica su lista de recomendaciones, que este año incluye The Annotated Brothers Grimm, de Jacob y Wilhelm Grimm, por supuesto; The Burial at Thebes, del irlandés Seamus Heaney; The Complete Stories of Truman Capote, que parece ser una constante en las listas de recomendaciones este año; la nueva versión inglesa del Gilgamesh, editada por Stephen Mitchell; I Am Charlotte Simmons, de Tom Wolfe; Magic Seeds, de V.S. Naipaul; Leonardo da Vinci: Flights of the Mind, de Charlers Nicholl; Obsessive Genius: The Inner World of Marie Curie, de Barbara Goldsmith; la biografía Borges: A Life, de Edwin Williamson; y The Plot Against America, de Philip Roth, entre otras muchas obras.

Se trata, sin lugar a dudas, de unas interesantes listas de recomendaciones, a la vez que antídoto perfecto para todos aquellos que piensan que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. {enlace a esta historia}

[Sat Dec 18 17:38:06 CST 2004]

Leyendo un artículo sobre el más reciente proyecto arquitectónico de Javier Maroto Ramos y Álvaro Soto Aguirre, el mercado de Villajoyosa, en Alicante, me encuentro con unas cuantas reflexiones sobre el espacio público y la función que los mercados han desempeñado tradicionalmente en las ciudades mediterráneas (a decir verdad, el crítico se limita a mencionar todo esto de pasada tan sólo, asumiendo la familiarización previa del lector). Sea como fuere, todo esto me llevó a plantearme la realidad urbana aquí en lo que la población hispana local denomina las Ciudades Gemelas (es decir, Minneapolis y St. Paul, en Minnesota), y lo cierto es que se trata de una realidad bien triste. Lo que más se echa de menos en las ciudades estadounidenses, al menos en la zona en la que vivo, es el espacio urbano para la convivencia. Si alguien desea conocer directamente las consecuencias de un espacio casi completamente conquistado por el automóvil y los intereses inmobiliarios y mercantilistas, no tiene más que pasarse por cualquiera de estas ciudades. Abundan, a decir verdad, los pequeños parques de barrio, lo que en España llamamos zonas verdes, pero casi no existen plazas, bulevares ni lugares donde los individuos puedan sentarse a vivir una existencia más o menos ajena a la sempiterna presencia de los centros comerciales. No hay espacio para el ser humano en las grandes urbes estadounidenses, entregadas como están en cuerpo y alma a la tiranía del automóvil (cada vez más grande en sus dimensiones) y el imperio de lo comercial (mismamente), la gangrena que ha acabado por erradicar casi cualquier rastro de convivencia de las calles. Para encontrar ciudades de tamaño humano hay que ir a otro sitio; no necesariamente otro país, pero sí al menos a otra región de los EEUU. {enlace a esta historia}

[Sat Dec 18 16:43:20 CST 2004]

Leo una entrevista con el escritor Antonio Gala que me llena de tristeza. La verdad es que jamás leí ninguna de sus novelas o piezas teatrales, y sus columnas de opinión siempre me parecieron demasiado sensibleras y demagógicas. Pero, ¿qué español no ha aprendido a respetarle aunque sólo sea por su compromiso social y político, su defensa constante de la tolerancia y el diálogo entre culturas y su cuidada oratoria? Ni siquiera me había enterado de sus graves problemas de salud (al parecer, tras su operación quirúrgica más reciente, se ha quedado con tan sólo cinco centímetros de colon y menos de un tercio del aparato digestivo de una persona normal), pero suena como si ya se encontrara en la recta final de su vida. La entrevista tiene un aire bastante triste, mezclado aquí y allá con un poco de la dulzura que siempre le caracterizó:

— Este libro divide su vida en cinco momentos: dígame qué rescata de cada uno. El amor.
— Ahí está dicho. Todo el amor, lo único real, luminoso, abrasador e insustituible. Cuanto él no haya tocado con sus manos de milagro, no existe en realidad. Él sigue moviendo el sol y las demás estrellas.
— Los días.
— Ese largo camino de altibajos que acaba llevándonos donde él desea. Y con nuestro consentimiento, para más inri.
— El sur.
— Acabo de llegar de él. Y siempre me dejo allí enredado mi corazón, y con el recado (esta vez a los chicos de mi Fundación) de que me lo conserven bien hasta que vuelva.
— El mundo.
— Él es nuestro único escenario. Su catarineta y su caleidoscopio nuestro solaz, nuestra alegría y nuestro paisaje. Conocerlo es una obligación; reconocerlo, un privilegio.
— La amistad.
— Es el amor vestido de paisano; un préstamo a fondo perdido y ausente de intereses; los ojos que miran donde miran los nuestros; la Marta hacendosa que rodea a la María extática.
— ¿En qué espejo se ve su vida más favorecida?
Yo ya no miro espejos. Quizá donde me haya reflejado mejor sea en mis libros: ellos son el espejo que más me ha favorecido.

(...)

¿Quién es su enemigo íntimo?
El de todo el mundo: la mitad de uno mismo.
— Termina su prólogo diciéndole al lector: "Ha llegado su hora". ¿Es una amenaza?
— No; es una invitación. La mía ya pasó; ahora llega la hora de su colaboración. Sin ella nada es nada.
De verdad ya "la vida está vivida, y la canción, cantada"?
Sí. Si no, no lo diría.
¿Y qué canción era esa?
Si usted no lo adivinó, si no la tarareó conmigo, ¿qué importa la canción?

Como contaba, la entrevista tiene un claro sabor agridulce. Huele a despedida. Al terminar de leerla, no pude sino bajar el papel y reflexionar un poco sobre una vida que parece estar apagándose. Me llenó de nostalgia y también, ¿por qué no reconocerlo?, de algo de aprensión al darme cuenta de que la fecha de nacimiento de aquéllos ya en la recta final de sus vidas se acerca más y más a la mía propia. ¡En fin, son cosas de la vida! {enlace a esta historia}

[Sat Dec 18 11:28:42 CST 2004]

El Cultural publica unos cuantos aforismos del escritor Fernando Aramburu, y algunos me parecen bastante buenos:

No veo razón para preocuparme por eso que comúnmente se denomina el choque de culturas. Entiendo que lo inquietante, lo peligroso de verdad, es el choque de ignorancias.

Los perros, cuando ladran, ¿también cometen errores lingüísticos?

Uno pasea más tranquilo por ciudades en las que la duda forma parte del mobiliario urbano.

Convendría, por higiene, cambiar de ideas, de convicciones, de principios, como se cambia uno regularmente de ropa interior. Quien profesa una ideología durante largo tiempo termina ensuciándola, no me hagan decir con qué.

Ha aprendido que todo el mundo es cojo. Si no del pie, de otra cosa. Nadie está libre de su pequeño o gran drama.

¿Orden? ¿Caos? Acaso baste conjeturar que el universo no admite la línea recta.

El ser humano está hecho de tal pasta que, incluso en la oscuridad de una mazmorra, atado con cadenas, es capaz de desarrollar recursos intelectuales para sentirse libre.

{enlace a esta historia}

[Thu Dec 16 18:27:48 CST 2004]

No me queda más remedio que romper una lanza en favor de los políticos españoles. Ayer, una de las familiares de las víctimas del 11-M reprochó a la comisión de investigación haberles usado como "arma arrojadiza" lo que, como suele suceder en estos casos, fue aprovechado por muchos para acusar a los políticos de desvergüenza. Los comentarios son los de siempre: rotundas afirmaciones contra los "intereses partidistas", acusaciones de manipulación, profesionalización de la política, comportamientos carroñeros, etc. Un buen ejemplo del tipo de declaraciones que todos hemos oído desde ayer, tomado casi al azar de entre los comentarios publicados por El Mundo en su edición digital:

Pilar Manjón representa la dignidad de la mayor parte de la sociedad española que se siente manipulada y engañada por una clase política indigna y carente de principios morales y éticos. Quiero expresarle mi más sincera admiración y respeto, así como hacerlo extensivo a todas aquellas familias que sufrieron en el 11-M, la pérdida de algún ser querido.
Eso sí, son pocos quienes tienen la entereza de reconocer que hasta el momento en que Pilar Manjón comenzó a declarar medio país se había limitado a seguir las incidencias de las sesiones de la comisión como si de un partido de fútbol se tratara. Como de costumbre, aquí todo el mundo se comporta de una determinada manera, que como puede esperarse se ve reflejada en los comportamientos de nuestros políticos, y cuando uno menos se lo espera salta la liebre y se produce una áspera reacción populista contra "los intereses partidistas" y "la inmoralidad de una clase política corrupta". Es decir, todos nos comportamos con la misma falta de conciencia y, cuando llega el momento de dar la cara, culpamos a los políticos. Parece que nada ha cambiado desde los días del pelotazo. Es deprimente.

Así pues, en vez de lanzar acusaciones y excomulgar a los de siempre, vamos a plantearnos qué ha sucedido con esta comisión de investigación. Hay algunos que pretenden comparar nuestra comisión de investigación con la de los EEUU, concluyendo que mientras los yanquis, como siempre, demostraron profesionalidad y buen hacer, por nuestros lares caímos en el casticismo de siempre. Claro que las comparaciones son odiosas, y no podemos poner en la misma cesta peras y manzanas. Si vamos a comparar las comisiones, hagamos al menos un esfuerzo serio por distinguir las circunstancias en que ambas se han desarrollado: mientras que el 11-M se produjo unos días antes de las elecciones generales, el 11-S sucedió apenas un año después de las presidenciales estadounidenses; mientras que el 11-M se vio seguido por unos oscuros incidentes en los que el Gobierno establecido dio la impresión de querer culpar a ETA para beneficio propio en los EEUU nunca hubo tal sospecha; mientras que el 11-M se vio seguido por unas jornadas tremendamente divisivas que incluyeron manifestaciones populares durante la jornada de reflexión y algunos tienen la sospecha de que la mano de gentes del PSOE e IU se encontraba tras las manifestaciones supuestamente espontáneas en los EEUU no hubo sino unánimes muestras de dolor que aglutinaban a individuos de todas las ideologías; y, finalmente, mientras que el 11-M acabó por causar la derrota del Gobierno del PP en las urnas, el 11-S no ha servido sino para reafirmar al Presidente Bush en la Casa Blanca. Teniendo todo esto en cuenta, ¿en qué cabeza cabe comparar ambas comisiones?. Las circunstancias no han sido las mismas, y el desarrollo de las comisiones tampoco puede ser el mismo. Es así de sencillo. Por favor, dejémonos de moralina y pongámonos a trabajar. {enlace a esta historia}

[Tue Dec 14 14:44:02 CST 2004]

Leo en la prensa que Google va a digitalizar los libros de cinco de las mejores universidades del mundo. La idea es que en cuestión de unos pocos años los contenidos de las bibliotecas de universidades como Stanford, Oxford o Harvard se encuentren en línea sin problema alguno, permitiendo que los usuarios tengan acceso a las versiones digitales de los libros o puedan tomarlos prestados a través de enlaces ofrecidos por Google. No me queda nada claro si el servicio sólo estará disponible a cambio de una determinada cantidad de dinero por copia, de forma gratuita o vía subscripción, pero sea como sea me parece un enorme paso adelante. Hay ocasiones en las que me encantaría echarle un vistazo a algún incunable, y siempre me ha parecido de sentido común que tales ejemplares se pongan a disposición del público usando las nuevas tecnologías. {enlace a esta historia}

[Mon Dec 13 17:47:52 CST 2004]

El Cultural publica una entrevista con Abilio Estévez, escritor cubano exiliado en Barcelona, y autor de Inventario secreto de La Habana, y de la que me gustaría entresacar un par de retazos:

— ¿Por qué cree que muchos intelectuales europeos siguen defendiendo la revolución castrista?
— Porque es muy difícil aceptar que se ha perdido el rumbo. Te dije que la tolerancia es uno de los mayores valores en los que creo, de modo que no voy a juzgar a aquellos que se aferran a sus viejos sueños e intentan defenderlos. Cuando viví en Italia, hace más de diez años encontraba ancianitos que defendían la Italia de Mussolini. Era inútil discutir con ellos. Les hablabas de la muerte y ellos te respondían con que los trenes llegaban a su hora.

(...)

— ¿Y qué le diría a esos jóvenes autores que hoy esperan en la isla la oportunidad de "dar el salto"?
— No olvidar nunca, se esté en La Habana o en París, que lo importante es escribir. La literatura es lo primero. Por encima de naciones, tendencias y políticas. Siempre me gusta recordar aquella anécdota de Rilke persiguiendo a Tolstoi por toda Rusia para que le dijera una frase reveladora. Y el viejo Tolstoi, que ya estaba harto, le espetó: "¿Usted quiere escribir? Pues escriba y no alborote por eso". Ése es el detalle. Escribir, humilde y pacientemente. Sin querer hacer carrera política con la literatura y sin querer cambiar el mundo, sin esperar recompensas.

¿Cuántas veces no me habré encontrado cara a cara con viejos franquistas o republicanos españoles que mantenían la mismísima actitud que describe Estévez en esta entrevista? Aún peor, ¿cuántas veces no me habré encontrado con jóvenes izquierdistas nostálgicos por un pasado que siempre fue mejor y más progre, al menos en sus febriles e imaginativas mentes? De hecho, ¿no me encontraría yo mismo entre esas filas no hace tantos años? Como bien dice el autor, lo único que nos queda es la escritura, humilde y paciente, al menos a quienes nos gusta disfrutar de la lectura. Eso y poco más. La cosa no está para muchas alegrías. {enlace a esta historia}

[Sat Dec 11 11:29:03 CST 2004]

Quien me conoce sabe que soy un buen aficionado a la cocina. No, no se trata tanto de que me guste acudir a restaurantes caros a degustar las delicias del chef de turno, sino más bien que me gusta cocinar no ya los platos de siempre sino también nuevas recetas de cualquier cocina del mundo. Así pues, la publicación de Recetas de leyenda, del crítico gastronómico donostiarra Mikel Corcuera, no tuvo más remedio que pica mi curiosidad. Se trata de un libro que recoge los que el autor considera sesenta y nueve platos más representativos de la historia europea, y que son usados como excusa para adentrarse en reflexiones sobre las costumbres culinarias de cada época. Entre las recetas incluídas en el volumen se encuentran la sopa de ajo, las migas, el gazpacho, los callos o la tortilla de patata. Por cierto, que el bueno de Corcuera viene a echar por tierra la antigua leyenda sobre la creación del arroz a la milanesa, supuestamente creado por un enamorado que quiso ofrecer a su esposa un manjar nupcial especial relacionado con las vidrieras de la catedral de Milán. Ello no quita, por supuesto, para que dejemos de reconocer la similitud entre el plato en cuestión y las mencionadas vidrieras.

Por cierto, que Juana Barria también ha publicado otro libro gastronómico, en este caso El libro del pescado crudo, donde nos adentra en este mundo que cada vez parece tener más y más admiradores, sobre todo a raíz del éxito de la cocina japonesa en casi todo el mundo. Así, usando setenta y siete recetas, Barria nos introduce en las distintas culturas del pescado: los carpaccios (el emperador, el salmón, la lubina picante, el atún con salsa de albahaca), los tartares, los ceviches ("básicamente se trata de pescado o mariscos 'cocidos' con zumo de limón"), los pescados marinados con sal, los marinados en vinagre, las ensaladas... Algún día tendré que dedicar una sección de este sitio web solamente al arte de la cocina y la gastronomía. {enlace a esta historia}

[Sat Dec 11 10:00:06 CST 2004]

Me acabo de encontrar con las interesantes reflexiones sobre el lenguage que ha hecho Emilio Lledó con motivo del Día de la Fundación Pro Real Academia Española. Tras recalcar que, como afirmara Aristóteles, el hombre es un "animal político" cuyo rasgo más definitorio sea tal vez el lenguaje, el filósofo continúa sus pensamientos al respecto:

Al comunicarse, "entregamos también parte de lo que sentimos y pensamos, de lo que queremos o rechazamos; en definitiva, de lo que somos. Precisamente por eso surge la mentira, la ocultación del pensar, la tergiversación del decir", afirmó Lledó, para quien "la falsedad, la mentira, es lo más antipolítico que hay, es una forma de desunión".

"Una sociedad en la mentira no es, por tanto, una sociedad política, sino una sociedad tramposa, entrampada en sí misma. El desgarro que produce la palabra equívoca, el engaño, establece entre los miembros de la sociedad un territorio resbaladizo en el que es imposible cultivar la convivencia y entender la vida", agregó el académico.

Para Aristóteles la voz es symbolon de lo que pasa en el alma. Era también testimonio de amistad. "Los símbolos del alma son parte de algo que está en ellos, afecciones que necesitan compensarse, equilibrarse en mitades buscadas, en presencias perdidas, en realidades anheladas", dijo Lledó...

No hay más que recordar nuestra experiencia con las tiranías comunista y fascista durante el siglo XX para darse cuenta de que Lledó está indudablemente en lo cierto, y de ahí precisamente el titánico esfuerzo que Jürgen Habermas emprendiera allá en los ochenta para reconstruir un paradigma comunicativo que contribuya a sentar las sólidas bases de una sociedad democrática, libre y socialmente justa. Sencillamente, sin razón y lenguaje (sin comunicación) no puede haber una sociedad libre y justa. De ahí el peligro que suponen las diversas corrientes postmodernas para el proyecto emancipador occidental que nació en los albores del siglo XVI. Debemos ser plenamente conscientes de las limitaciones e hipocresías de dicho proyecto, sí, pero eso no quita para que reconozcamos que, hoy por hoy, supone la única vía posible. {enlace a esta historia}

[Fri Dec 10 16:42:49 CST 2004]

Después de esperar durante más de treinta años, finalmente un juez chileno se ha decidido a acusar a un militar de la muerte del cantautor Víctor Jara allá en los primeros días de la brutal dictadura pinochetista. El teniente coronel retirado Mario Manríquez Bravo estaba a cargo del campo de prisioneros en que las autoridades golpistas convirtieron el estadio de fútbol de Santiago en septiembre de 1973, y por tanto es responsable de las salvajes torturas a las que fue sometido Jara así como de su asesinato. Se revuelven las tripas al leer en la resolución que

... sus manos fueron golpeadas con culatas de fusiles, quedando reducidas a una sola llaga.
Eso fue poco antes de que le acribillaran a balazos y lanzaran su cuerpo a una fosa común. Da rabia saber que, mientras tanto, Augusto Pinochet aún no ha sido encarcelado, aunque supongo que en ocasiones ése es precisamente el precio a pagar por una transición pacífica a la democracia. {enlace a esta historia}

[Wed Dec 8 19:49:46 CST 2004]

Por más esfuerzo que hago, no acierto a comprender el alboroto que está montando el PP con el asunto de la reforma del poder judicial, acercándose como está al punto de crear una auténtica crisis institucional sobre algo que tampoco parece tan fundamental. De hecho, la reforma como tal parece centrarse en la idea de forzar a que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) solamente pueda nombrar altos cargos judiciales (magistrados del Tribunal Supremo y presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, principalmente) con una mayoría de tres quintos en lugar de la mayoría simple que se requería hasta ahora. Para colmo, la reforma en cuestión cuenta con el apoyo de todos los grupos parlamentarios con la excepción del PP, y las protestas conservadoras parecen deberse casi en exclusiva a elementos puramente formales sobre cómo se ha tramitado la ley. Sin embargo, ello no quita para que hagan pomposas declaraciones públicas sobre "el fin de Montesquieu", considerando la propuesta "un misil en la línea de flotación de la separación de poderes que caracteriza a cualquier democracia moderna" así como "un atropello jurídico-político" y, para redondearlo todo, ahora afirmen que lo van a denunciar ante el Parlamento Europeo. En otras palabras, que para solucionar la terrible amenaza que la reforma de los socialistas supone para el concepto de la separación de poders, los populares van a elevar el tema ni más ni menos que al mismísimo poder legislativo de la Unión Europea. Si alguien entiende esto, por favor que venga y me lo explique. Mucho más probable me parece, en cambio, pensar que los aznaristas han vuelto a tomar las riendas del asunto y han logrado imponer su estrategia de acoso y derribo, de oposición pura y dura, al bueno de Mariano Rajoy, y la verdad es que de momento parece estar funcionando, si uno ha de prestar atención a las encuestas de opinión. Eso sí, por favor déjense de monsergas institucionales y proclamas del tres al cuarto. A lo mejor hasta tienen algunos buenos argumentos que todos deberíamos oír, en cuyo caso me encantaría que al menos hicieran un esfuerzo en expresar sus ideas en lugar de limitarse a lanzar ataques contra el Gobierno para ver si le restan algunos votos. {enlace a esta historia}

[Fri Dec 3 17:16:04 CST 2004]

Leo en ABC un erudito ensayo de Rafael Sánchez Ferlosio sobre la palabra y la guerra (por cierto, que hoy mismo se le ha concedido el Premio Cervantes). Merece la pena destacar la siguiente reflexión sobre el uso de la palabra durante los debates en las asambleas de ciudadanos en la Grecia clásica:

De todos modos, lo que se trataba de determinar en las asambleas de los guerreros de la Guerra de Troya, al menos por regla general, era la conveniencia, la opción más conveniente para los fines de la guerra y que podía fracasar, no la justicia, ni menos todavía la verdad.
Bastante lejos, por tanto, de la idealización que suele hacerse a menudo de aquellos griegos clásicos, y definitivamente saludable en un ambiente como el que vivimos en los EEUU en estos momentos en el que demasiado lunático camina por las ondas radiofónicas y la prensa diaria con sus grandes verdades bajo el brazo, imponiendo el nuevo dogma del Bien y el Mal a golpe de excomunión de la Santa Iglesia Patria. A mí, desde luego, me hace sentir cierta nostalgia por unos tiempos en los que el debate político no tenía que estar acompañado de una lucha a muerte contra el enemigo. {enlace a esta historia}

[Thu Dec 2 21:23:28 CST 2004]

La editorial Planeta acaba de sacar a la luz una edición limitada de Don Quijote de la Mancha ilustrada por Antonio Mingote. Hace ya bastante tiempo que no echo un vistazo a ninguna de sus excelentes viñetas del que fuera dibujante de La Codorniz allá durante los años negros del franquismo más opresor y alcanzara la fama en las páginas del diario conservador ABC. Recuerdo que algunos de mis amigos no podían aguantar a Mingote, precisamente por su talante tradicionalista y reaccionario. Durante los ochenta, su humor político siempre contenía una puya contra los gobernantes socialistas y he de reconocer que en más de una ocasión me sacaba de mis casillas. Pese a todo, no veo por qué no haya uno de reconocer en Mingote a uno de los humoristas más importantes del país. Que quede constancia pues de esta mi pequeña muestra de agradecimiento a Antonio Mingote por los momentos de alegría y también de auténtica rabia que me hizo vivir hace ya cerca de veinte años. {enlace a esta historia}

[Thu Dec 2 20:21:16 CST 2004]

Hace ya varias semanas que se inauguró el centro presidencial en memoria de Bill Clinton en Arkansas y, aunque entonces pensé en escribir unas líneas sobre el tema, la verdad es que se me pasó con el ajetreo cotidiano. El caso es que la ceremonia de apertura del centro se desarrolló bajo un tremendo aguacero que viene a reflejar perfectamente el ambiente general en los EEUU hacia las ideas liberal progresistas que representa Bill Clinton. Incluso más importante me parece resaltar el hecho de que aunque haya bastantes ciudadanos que consideran la presidencia de Clinton como generalmente positiva, no puedo estar de acuerdo con dicha opinión, pues estoy convencido de que, cuando hablen los historiadores después de varias décadas, la conclusión general será que se trató más bien de una gestión mediocre, caracterizada por las oportunidades perdidas y el desperdicio completo del ambiente esperanzador que le llevó a la Casa Blanca en 1992. Lo que me parece que confunde a la gente es el hecho de que, sin lugar a dudas, los años noventa fueron una década de crecimiento económica, cambios vertiginosos en muchos ámbitos y paz generalizada con algunas excepciones puntuales. No obstante, me temo que Clinton y su Administración tienen bien poco que ver con lo que casi todos suelen interpretar como éxitos de la época: expansión de la democracia por Latinoamérica, Asia y la antigua Europa Oriental; diálogo entre el Gobierno de Israel y la OLP, con la firma de los Acuerdos de Oslo; abandono del sistema de apartheid en Sudáfrica y fin de la guerra en Angola; cambios tecnológicos, crecimiento económico, etc.. En buena parte, Clinton simplemente se encontró con estos acontecimientos, que casi con toda seguridad hubieran sucedido igualmente sin él en la Casa Blanca. Por el contrario, cabe argumentar que precisamente durante esos años desperdiciamos una oportunidad de oro para sentar unas bases sólidas para el mundo que vendría a sustituir al de la Guerra Fría: cooperación entre la OTAN y Rusia, reforma a fondo de la ONU, resolución definitiva del problema palestino, creación de las condiciones objetivas que forzaran a los países en vías de desarrollo a democratizarse en serio y llevar a cabo las necesarias reformas económicas que hubieran disminuido las tremendas contradicciones sociales que les acosan, secularización de las instituciones políticas en las sociedades árabes.... En fin, que no puedo ser tan benévolo con un Presidente como Bill Clinton que llegó a la Casa Blanca casi en volandas y acertó a decepcionar a tanta gente. Mucho me temo que la Historia no será tan indulgente con sus fracasos, y digo esto sin ni tan siquiera entrar a juzgar sus evidentes deficiencias personales y morales. {enlace a esta historia}