Cuaderno de Bitácora

[Tue Dec 31 08:34:40 CST 2002]

Las primeras reacciones tras el sonoro triunfo de Lula da Silva en Brasil fueron más bien de temor. Se pensaba entonces que el antiguo líder sindicalista llevaría al país a una crisis irreversible, tal y como ha sucedido en Venezuela con Hugo Chávez. Y, la verdad sea dicha, el pasado populista e izquierdista de Lula parecía confirmar dichos pronósticos. Sin embargo, una vez ganadas las elecciones, parece más bien que se está orientando hacia unas posiciones moderadamente progresistas, tal y como prometió durante la campaña electoral. Sin ir más lejos, hoy mismo se publica que Lula exigió "más competencia y menos bravatas" a los líderes sindicalistas brasileños. Si a esto se une el hecho de que ha decidido incluir a varios empresarios renombrados en su cabinete, y que una de sus primeras medidas fue precisamente hacer un llamamiento a empresarios y sindicalistas a que llegaran a unos acuerdos globales para garantizar la paz laboral y el desarrollo social (al estilo de los Pactos de la Moncloa españoles allá a finales de los setenta y principios de los ochenta), debo decir que queda espacio para la esperanza.

Lula ganó las recientes elecciones presidenciales brasileñas con un apoyo sin precedentes (casi un 52% de los votos escrutados), y en medio de una ola de esperanza y apoyo social que recuerda en cierto modo a aquel ambiente que llevó al poder a los socialistas españoles en octubre de 1982. Solamente espero que, también al igual que los socialistas españoles en aquel entonces, Lula lleve a cabo una política progresista moderada y dialogante lo cual, al menos por el momento, parece dispuesto a hacer. Si la tendencia continúa, cabe esperar no sólo un Brasil más dinámico, moderno y socialmente justo, sino quizás incluso un modelo a seguir en el resto de Latinoamérica, lo cual es enormemente necesario en un continente que se ve permanentemente dividido entre el seguidismo de unas políticas liberales diseñadas en Washington y que no responden para nada a las realidades sociales y económicas de sus respectivos países o al aventurismo populista al estilo de Fidel Castro, los sandinistas o, ahora, Hugo Chávez. Lula podría venir a representar, después de todo, una auténtica tercera vía latinoamericana. Eso sí, deberá cuidarse mucho de dejarse llevar por las siempre presente tentaciones populistas y tendrá que administrar sabiamente el tremendo apoyo popular que le ayudó a vencer tan sonoramente en las elecciones.

[Mon Dec 30 08:49:25 CST 2002]

El filósofo argentino Mario Bunge apuesta por una filosofía útil que vuelva a intervenir en el debate social, y usa como ejemplo a Ortega y Gasset, "que era filósofo por la mañana y periodista por la tarde" pues la filosofía debe ser llevada al pueblo. Al mismo tiempo, ataca la excesiva especialización de la filosofía actual, lanzando invectivas contra Heidegger y Wittgenstein en particular por su aproximación sectorial a las grandes cuestiones. ¿Qué es lo que propone Bunge entonces? Se muestra partidario de una filosofía implicada en la vida diaria, en los problemas actuales, una filosofía que tome parte en los grandes debates sociales tal y como hicieran tanto Aristóteles como Bertrand Russell en el pasado. Señala en concreto a campos como la bioquímica, la biología evolutiva, la socioeconomía, la sociología política o la neurociencia cognitiva, y cómo los filósofos ni siquieran han tomado nota de los cambios introducidos por esas disciplinas.

Así pues, la pregunta sería: ¿es posible filosofar en el siglo XXI? ¿Hasta qué punto podemos esperar una sistematización del pensamiento en un mundo cada vez más parcelado en múltiples áreas de conocimiento aisladas entre sí? La progresiva tecnologización de las sociedades industriales avanzadas lleva aparejada una hiperespecialización del conocimiento que no parece dejar espacio a la reflexión filosófica. Vivimos en un mundo donde ya no parecen existir generalistas sino tan sólo expertos en éste o aquél otro campo del conocimiento, y reconquistar una visión general de la vida parece una misión imposible. En este sentido, es casi paradójico que la expansión del conocimiento y la Razón no hayan hecho sino minar las propias bases de la sabiduría vital o el conocimiento aplicado a la vida diaria. Casi se diría que mientras más sabemos, más ignorantes somos. Tal vez se trate de la maldición del hombre moderno, consecuencia directa de su incapacidad para distinguir entre los conceptos de conocimiento e información. En una era en la que podemos obtener estadísticas y meros datos con tanta facilidad, un doctor en cualquier disciplina pasa por "sabio", mientras la auténtica sabiduría queda tirada en el arcén de la Historia.

[Sat Dec 28 09:28:47 CST 2002]

El doctor David Sloan Wilson, biólogo en Binghamton University en Nueva York, parece tener una interesante teoría de acuerdo a la cual el fenómeno religioso tal vez pueda explicarse en términos puramente evolutivos. No se trataróa pues de una obra puramente intelectual, sino m´s bien de una reacción colectiva a un entorno que pone en peligro la propia supervivencia. El sentimiento religioso, gracias a su énfasis en conceptos como la hermandad y el cuidado del prójimo, viene así a sentar una sólida base para construir la vida en sociedad:

"Religious believers often compare their groups to an organism, or a beehive. One of the keys to the success of religion is its emphasis on the moral equality of those in the community. You might be rich, and I might be poor, but in some sense you're no better than me. This guarded egalitarianism may be fundamental to the willingness of people to cooperate with others, including those who are unrelated to them, and to become the primate equivalent of a eusocial species like bees or ants."

A partir de esa inspiración, David Wilson llega a algunas atractivas conclusiones con respecto a la religión en general y los escritos religiosos en particular:

"The coolest example can be seen in what the religious scholar Elaine Pagels wrote about the evolution of early Christianity. When you compare the gospels that eventually made it into the New Testament with the many competing gospels that were rejected, what you find is that those that made it in were the ones that were best as blueprints for various early Christian communities . The narrative differences in the four Gospels --of Matthew, Mark, Luke and John-- and the fact that Jesus is shown as being well received in one but practically thrown off a cliff in another, were not the result of the passage of time, or of memories fading. These Gospels were serving the needs of different Christian communities in different social environments. They're fossils of local adaptations."

¿Pero qué cabe decir de los aspectos negativos que acarrea la religión? ¿Acaso habremos de ignorar el dogmatismo, las cruzadas, el fundamentalismo, los asesinatos...? Wilson no cree que todo ello sea una consecuencia necesaria del sentimiento religioso, y tiene una respuesta bastante optimista:

"Religions and other social organizations may preach kindness and cooperation within the group, but they often say nothing about those outside the group, and may even promote brutality toward those beyond the brotherhood of the hive.

"That has been the dark side of religion. But it is not an inevitable side of it. I don't want to come across as naive, but there's no theoretical reason why the moral circle can't be expanded to ultimately include everybody. Nor is there any reason why we can't take a surgical approach to religion, and keep what is positive about it while eliminating the intolerance."

[Thu Dec 26 16:03:46 CST 2002]

Boston Review ha publicado recientemente una crítica de dos libros sobre los discípulos de Heidegger. Se trata de "Heidegger's Children", por Richard Wolin, y "The Reckless Mind", por Mark Lilla. Pero lo que encuentro interesante en la crítica no son tanto los comentarios acerca de los libros en cuestión como unos párrafos acerca de Hannah Arendt y su posición sobre la creación del Estado de Israel. La pensadora judía distinguía claramente entre el concepto de Estado y el concepto de nación y, mientras que consideraba necesaria la creación de un territorio en Palestina donde los judíos pudieran vivir en paz, se opuso a identificarlo como un "Estado judío", pues ello no haría sino fortalecer la subordinación de tal Estado a una religión o raza determinada, haciendo por ello casi imposible el respeto a las minorías.

La posición de Arendt me parece no ya enormemente acertada, sino que incluso viene a clarificar, al menos en parte, las raíces últimas del conflicto árabe-israelí. Tenemos, por un lado, una interpretación fundamentalista del Islam que pretende imponer un Estado identificado con la fe musulmana a las minorías cristiana y, sobre todo, judía. Pero también tenemos, por el otro lado, una interpretación no menos intolerante que pretende imponer a la minoría musulmana que vive dentro de las fronteras de Israel un estilo de vida y un marco legal inspirado por la religión judía. Lo que me parece peor de todo el asunto es que al menos aquí en los EEUU casi nadie parece darse cuenta de que los orígenes del Estado de Israel como tal nos deberían ser bastante extraños en Occidente, pues no parten de una concepción laica del Estado, sino más bien de una interpretación religiosa del mismo. ¿O quizá el problema sea precisamente que los EEUU también nacieron como un Estado religioso, y no laico? ¿Podría ser el caso que ésta sea la razón de los fuertes lazos que unen a ambos estados? Al fin y al cabo, la interpretación secular del Estado es una tradición más francesa que anglo-sajona.

[Thu Dec 26 15:37:59 CST 2002]

Algunos de los posibles candidatos demócratas en las elecciones presidenciales del 2004 parecen estar tomando posiciones, sobre todo con vistas a las primarias. Lo curioso, sin embargo, es que de momento están atacando a la Administración Bush precisamente desde el flanco que menos se esperaba. Han sido ya varios los posibles candidatos que se han lanzado a criticar a Bush por no hacer frente a la amenaza terrorista con una política seria y constructiva que de verdad disminuya las posibilidades de una acción terrorista en los EEUU. Parece probable que no se trate sino de un intento de demostrar que los demócratas también saben manejarse en temas como defensa o seguridad, en los que son muchos los estadounidenses que les ven bastante débiles.

Pese a todo, he de decir que ni me convencen las críticas que he oído hasta el momento (debido a la completa falta de propuestas alternativas), ni tampoco la reacción que he visto por parte de la Casa Blanca. Hoy mismo, el portavoz del Presidente, Ari Fleischer, ha respondido que:

"Any candidate who suggests that when the enemy attacks, the blame lies with the United States and not with the enemy does so at great peril to their own political future."

Por supuesto, Fleischer no ha creído conveniente señalar por qué estas críticas ponen en peligro el futuro de quienes las lanzan solamente cuando vienen de boca de la oposición demócrata, y no cuando vienen de boca de tantos conservadores que acusan a Bill Clinton de debilitar las fuerzas armadas durante una década de gobierno y, por implicación, de tener algo de responsabilidad en la falta de defensas contra el terrorismo cuando las huestes de bin Laden se decidieron a atacar. Como de costumbre, el bipartidismo estadounidense muestra su cara más negativa en momentos como este.

[Thu Dec 26 09:36:24 CST 2002]

El diario barcelonés La Vanguardia publica hoy un corto artículo en su sección cultural acerca de la reciente traducción al catalán de "El Carnatge", de Emile Zola. Pero lo más interesante del artículo, me parece, es el paralelismo entre el París que describe Zola y las grandes ciudades modernas. La novela describe el proceso que transformó el diseño urbano parisino allá por el siglo XIX, incluyendo la podredumbre moral, la enorme especulación inmobiliaria, la corrupción política... Tras leer estas líneas (nunca leí la novela como tal), uno no puede evitar la sensación de que, como se afirma en aquél proverbio tradicional, "no hay nada nuevo bajo el Sol", lo cual no viene nada mal teniendo en cuenta la tendencia siempre presente en la naturaleza humana a embellecer el pasado y ofrecerlo como contraposición a nuestra supuesta decadencia. Me parece muy lógico que la especulación urbana a gran escala no haya existido sino en aquellas fases de la Historia de la Humanidad donde hubo una gran concentración de capital y el mercado ejerció un papel principal en la economía. Sin embargo, si nos limitamos a considerar la especulación como tal, ya sea a escala pequeña o grande, no me cabe duda de que es un defecto de la naturaleza humana y, por consiguiente, algo que ha existido desde el momento que el primer ser humano puso pie sobre la Tierra. Todo lo demás no es sino demagogia y nostalgia por un pasado que nunca existió sino en nuestra poderosa imaginación.

[Sun Dec 22 15:20:05 CST 2002]

La Vanguardia publica hoy una entrevista con el recién elegido Secretario General de las Juventudes Socialistas de Euskadi (JSE). Se trata de Eduardo Madina, a quien se le hubo de amputar una pierna el pasado mes de febrero después de que ETA le pusiera una bomba-lapa bajo el coche. Lo que me parece más interesante de la entrevista es la madurez de la que hace gala el joven de apenas 26 años, a pesar de los sufrimientos personales. Hablando acerca de cuál puede ser el camino que ayude a solucionar el conflicto vasco, Madina explica:

"El camino, la pancarta de salida, no viene de la mano de estados de libre adhesión ni de enormes banderas españolas en la plaza Colón. No viene de la mano de aumentar el máximo ideológico de cada universo político, sino de todo lo contrario. Hay que hacer un recorrido hacia atrás: hacia esferas compartidas entre diferentes sensibilidades que puedan dar una suma social que represente un espectro amplio de la sociedad vasca. No vencerán banderas enormes en Madrid ni banderas enormes con estados de libre adhesión en Euskadi. Vencerán amplios consensos. Decir eso es un poco básico y fundamental, pero fundamentales y básicas son las primeras cosas que debemos hacer."
Como bien dice ál mismo, todo esto parece bien evidente. Y, sin embargo, al menos desde la llegada del PP al Gobierno de Madrid no se ha hecho sino ahondar en la herida y radicalizar las posiciones. El resultado es que, hoy por hoy, la salida al conflicto parece incluso más lejana de lo que parecía hace tan sólo unos años.

También tiene Madina unas sabias palabras para responder a los ataques provenientes de Javier Arenas y otros conservadores que acusaron a las JSE de hacerles el juego a los etarras por hablar del concepto de autodeterminación.

"Las generaciones jóvenes están para avanzar más allá de los horizontes y los objetivos cumplidos por las generaciones anteriores. Eso empieza en preguntas, en dudas, en reflexiones... Cuando una organización juvenil como las JSE se reúne, se hace preguntas, duda, reflexiona sobre determinadas figuras que pueden o no ser instrumentos válidos para solucionar la necesidad primera de nuestra jerarquía de prioridades, que es acabar con ETA, entonces, un gobernante, un ministro, un secretario general de un partido, con un ramalazo derechón, llama a que se controle el pensamiento, la duda, la reflexión de esa generación joven reunida en un hotel... (...) En un país bloqueado políticamente por los principales actores de los gobiernos central y vasco, que no tienen respuestas, se pretende bloquear también las preguntas... Un país que intenta controlar su pensamiento, su reflexión y sus dudas es un país condenado a la muerte."

He de decir que me alegra sobremanera ver este grado de madurez, responsabilidad y "saber estar" en el seno de las Juventudes Socialista. Imagino que, después de todo, quizá se deba, al menos en una mínima parte, a los esfuerzos moderadores de Felipe González allá por los años ochenta y principios de los noventa. Sea como fuere, hace falta más de esta actitud, no ya sólo en España, sino también en el resto del mundo.

[Sun Dec 22 08:52:28 CST 2002]

Después de más de cuarenta años, el Parlamento belga se ha decidido finalmente a pedir perdón públicamente por el asesinato del líder congoleño Patrice Lumumba. No sólo los belgas estuvieron implicados, sino que también los EEUU y, aún más vergonzoso, la ONU participaron en las maniobras que llevaron al golpe de Estado del sangriento dictador Mobutu. Un momento negro en la historia europea, sin lugar a dudas, y del que quizás aún no hayamos extraído las consecuencias oportunas a juzgar por más recientes intervenciones en países como Argelia.

También leo en The New York Times un artículo acerca del enorme poder que la Casa Blanca está aglutinando últimamente. De hecho, ya hay quien afirma que la Administracián Bush concentra más poder que ninguna otra administración desde la época del Presidente Johnson. Queda por ver qué va a hacer Bush con tanto poder, pero ahora no cabe duda de que sólo él será responsable de lo que sucede en los próximos dos años, ya sea bueno o malo. Una vez caído Trent Lott y reemplazado con un nuevo portavoz muy cercano al Presidente, casi puede decirse que la Casa Blanca cuenta con un control casi absoluto de los resortes del poder: ambas cámaras de representates, el poder ejecutivo y, debido a tantos años de dominio conservador en el país, también un buen número de jueces y miembros del Tribunal Supremo. La guerra con Iraq, el conflicto entre israelíes y palestinos, las tensiones con el mundo islámico a partir de los ataques del 11 de septiembre, la difícil situación económica... todo ello está exclusivamente en las manos de George W. Bush.

Tambié leo en el diario local Star Tribune que un buen número de los detenidos en Guantánamo tal vez sean inocentes. Tampoco es que esto deba sorprender mucho. Parece ser que algunos de los detenidos fueron arrestados por las corruptas fuerzas de la Alianza del Norte, quienes en más de una ocasión parecían más interesadas en robar a las víctimas y deshacerse de ellas que en impartir justicia. Lo más preocupante de todo esto es que las autoridades estadounidenses hayan combatido los talibán en nombre de la Justicia y los derechos humanos, y ahora se dediquen a arrestar indiscriminadamente y sin respetar ningún tipo de derechos. Este no es el Occidente del que tan orgullosos estamos, y éste no es el mensaje que deberíamos enviar a los países en desarrollo que todavía no cuentan con una democracia estable. De momento, les estamos enviando el mensaje de que es perfectamente aceptable limitar las libertades e incluso olvidar todas las tradiciones legales en nombre del combate contra el terrorismo.

Finalmente, también leo en Star Tribune un interesante artículo sobre las complicadas papeletas de voto en Minnesota. Mucho me temo, sin embargo, que los argumentos usados por el autor bien se pueden aplicar a casi cualquier otro estado. El hecho es que, con la excusa de extender el poder democrático, los ciudadanos se encuentran con una papeleta en la que deben elegir no sólo a sus representantes en el legislativo, sino también a jueces, sheriffs, representantes locales, representantes del condado, representates de los distritos escolares... y un sinfín de puestos acerca de los cualos los ciudadanos saben bien poco. De hecho, es materialmente imposible el seguir atentamente las campañas y los programas de 40 elecciones distintas (incluso más en algunas ocasiones). Pero lo más interesante del artílo (al menos para mí) fue aprender que no siempre fue así. Al parecer, el estado de cosas actual es consecuencia directa del movimiento progresista allá a principios del siglo XX cuando el descontento con la corrupción de los partidos políticos llevó a muchos estados a extender las elecciones casi a cualquier puesto político. Las consecuencias derivadas de ello son, tal y como apunta un estudiante canadiense:

"It is difficult to understand how Americans have gained better control of their government by casting long, complex ballots for individualistic candidates. The system asks too much of voters, and therefore actually weakens popular control of government. An ignorant vote provides no better control of government than no vote at all."

[Sat Dec 21 11:35:14 CST 2002]

El Gobierno francés ha llegado a un pacto nacional con las organizaciones islámicas que puede sentar un interesante precedente para otros gobiernos europeos. De hecho, es algo que tal vez pudiera aplicarse incluso a los EEUU, donde no deja de sentirse un preocupante y creciente sentimiento anti-musulmán. Es cierto que el número de agresiones contra musulmanes ha crecido en el país a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre, pero la mayoría de la población aún mantiene respeto por las ideas religiosas minoritarias. No obstante, sí que puede sentirse claramente en el último año, junto a un interés por parte de aquellos más progresistas y tolerantes por aprender acerca del Islam, una reacción más bien negativa frente a todo lo que tenga que ver con el Islam que parece extenderse entre las capas más conservadoras de la sociedad estadounidense, así como entre los menos educados. Todo esto, al menos a largo plazo, no puede conducir a nada bueno, y lo que más me preocupa es que la Administración Bush no parece dispuesta a tomar a lanzar una campaña de entendimiento con el Islam tal y como la que ha liderado el conservador ministro francés. George W. Bush puede estar desperdiciando una oportunidad de oro para asentar las relaciones entre religiones sobre unas bases más positivas, racionales y tolerantes, lo cual podría tener repercusiones positivas incluso a nivel internacional. Por el contrario, parece más interesado en entender el liderazgo político principalmente en términos de caudillismo militar. Es una pena.

[Mon Dec 16 18:51:00 CST 2002]

Salam Al-Marayati publicó ayer un artículo en el diario local Star Tribune que, la verdad sea dicha, no me pareció muy bueno. El autor se limita a hacer unas críticas bastante obvias a los Jerry Falwells y Pat Robertsons de este mundo que, a pesar de ignorarlo todo acerca del Islam, se permiten el lujo de pontificar acerca de la naturaleza "intrínsecamente violenta e intolerante" de dicha religión. No se trata ya de que esos individuos sean precisamente un buen ejemplo de la intolerancia y cerrazón cristiana, sino de que lanzan acusaciones acerca del significado último de unos credos que ni siquiera se han molestado en estudiar. Como ya digo, esto es más bien obvio, y los únicos que se negarán a aceptarlo son precisamente aquellos que se encuentran tan desviados hacia un extremo que no hay forma alguna de convencerlos con un simple artículo de prensa.

Mucho más desacertado me parece, no obstante, el llamamiento que hace Al-Marayati a que los sectores opuestos al terrorismo islámico y el fundamentalismo en Occidente no hablen en favor de los musulmanes moderados porque con ello no hacen sino fomentar la reacción anti-occidental. Eso sí, el autor no propone una alternativa a dicho comportamiento. ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Atender al avance de los intolerantes sin decir esta boca es mía? La verdad es que puedo entender su punto de vista, pero me parece imposible mantener otra actitud. Si se produce un avance de los fundamentalistas, Occidente no tiene más remedio que oponerse a él. Por el contrario, cuando se produce un avance de las fuerzas dialogantes y tolerantes, no queda más remedio que apoyarlas.

Por cierto, que precisamente para señalar lo dogmático de las posiciones mantenidas por Jerry Falwell y Pat Robertson, el Al-Marayati inicia su artículo con una interesante cita de la Biblia:

"Don't think that I came to bring peace on earth! No, rather, a sword."
(Matthew 10:34)

[Sun Dec 15 14:11:48 CST 2002]

Esta semana se hizo público que un barco de la Marina española interceptó un navío sin bandera en el Océano Indico, lo abordó y encontró unos diez misiles Scud. Al parecer, el barco provenía de Corea del Norte. Tras un día o dos, las autoridades estadounidenses dejaron marchar al barco a petición del aliado Gobierno yemení. Ni que decir tiene que este incidente provocó quejas diplomáticas del Gobierno norcoreano, así como de otras naciones que parecen tener sus dudas respecto a la llamada "Guerra contra el Terrorismo" que la Administración Bush está llevando a cabo. Más interesante me parece, sin embargo, el dato de que los EEUU están a punto de emprender una guerra contra Irak por fabricar armas de destrucción masiva mientras Gobiernos supuestamente aliados con quienes se cuenta para cierto apoyo logístico durante la campaña se dedican a comprar armamento de países miembros del "Eje del Mal".

Pero aún más indicativo me ha parecido el hecho de que la prensa estadounidense haya tenido que publicar notas explicativas de qué hacía allí un navío de la Marina española asistiendo a los EEUU. Y es que, como de costumbre, los medios de comunicación estadounidenses se entregan al ombliguismo más provinciano, completamente ignorando que otros países ayuden a los EEUU en su guerra contra el terrorismo. Así tenemos que los conservadores se lanzan de cuando en cuando a una campaña de insultos contra los "supuestos amigos europeos" por no apoyar a los EEUU en momentos de necesidad al tiempo que tropas españolas, alemanas y de otros países están actuando en el extranjero bajo mando norteamericano. En otras palabras, por un lado los medios de comunicación estadounidenses no publican nada acerca del apoyo material europeo a no ser que surja un incidente como el de esta semana y haya que dar explicaciones. Pero por el otro lado, y debido precisamente a la ignorancia de estos hechos, son bastantes los conservadores e incluso los ciudadanos estadounidenses a nivel de calle que critican a los europeos por no apoyarles nunca.

Finalmente, también me parece interesante contrastar todo esto con las permanentes acusaciones de que la opinión pública europea es fervientemente anti-americana. No se trata aquí de negar esto, sino más bien de señalar cómo puede ser la consecuencia directa de la ignorancia y el desconocimiento mutuos, pues si bien es cierto que hay un buen nivel de anti-americanismo en Europa tampoco lo es menos que hay un claro nivel de anti-europeísmo en los EEUU del que jamás se habla.

[Sun Dec 8 14:34:52 CST 2002]

Varios meses después de su severa derrota en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el socialista Lionel Jospin ha decidido regresar a la política, pero desde la base. Como explica La Vanguardia, "fiel a su invencible talante de hombre íntegro y consecuente con sus actos hasta el límite, el ex primer ministro francés ha elegido la pequeña sección del Partido Socialista (PS) ubicada en el barrio más depauperado de París ( La Chapelle-Goutte d'Or) para reemprender sus actividades en el PS". Ya sá que, tarde o temprano, es muy probable que Jospin vuelva a la política activa desde una posición algo más preeminente, y es bueno que así sea, pues nunca es acertado desperdiciar el talento de aquellos con más experiencia. Pero, sea como fuere, y pese a su austeridad y talante poco carismático hay que reconocerle a Jospin algo que desgraciadamente no se suele tener en mucho aprecio durante las épocas de "vacas gordas": su integridad moral.

[Sat Dec 7 08:27:30 CST 2002]

La situación en Venezuela no hace sino empeorar por minutos. A estas alturas, no se trata ya sólo de que el Presidente Hugo Chávez se esté comportando con la demagogia que le caracteriza, sino que también la oposición ha caído en la irresponsabilidad más absoluta. Parece que los líderes de la oposición se han planteado todo en unos términos bien claros: si no podemos hacer caer a Chávez, al menos no le permitiremos gobernar. En consecuencia, han lanzado una campaña de manifestaciones y huelgas generales que están paralizando el país, causando divisiones insalvables e incluso tiroteos esporádicos como el que sucedió ayer.

Para mí, las líneas generales de un comportamiento político responsable han estado siempre bastante claras: si el gobernante de turno cae en la demagogia, lo peor que puede hacerse es responder con una demagogia similar o con manifestaciones. Ambas opciones conducen a un callejón sin salida y, muy probablemente, al enfrentamiento civil. Simplemente prepara una alternativa clara, sólida, responsable y creíble. Continúa trabajando en las soluciones y políticas, más que en las tácticas de enfrentamiento. Tarde o temprano, la demagogia cae como fruta madura, víctima de sus propias contradicciones internas y ése es precisamente el momento en que más se necesita una opción serena, seria y responsable que sea capaz de aglutinar tanto a quienes se opusieron a la demagogia como a aquellos desencantados que despertaron un día a la dura realidad de un mundo más complicado de lo que dibujaban los anteriores gobernantes.

[Mon Dec 2 17:55:31 CST 2002]

Hay ciertas noticias políticas que suenan más bien a humoradas. Sin ir más lejos, The New York Times publica hoy una noticia en portada con el siguiente titular: Britain Accuses Hussein of Systematic Torture and Killing (se necesita subscripción gratuita para acceder a la noticia). El documento publicado por el Foreign Office británico incluye tenebrosos detalles sobre los métodos de tortura aplicados por la policía secreta de Hussein: extinguir colillas de cigarrillos en la piel de las víctimas, simular ejecuciones, perforar las manos con taladradoras, etc. Todo ello muy edificante, pero por lo que menciona la noticia no se hace referencia alguna a si los métodos de tortura aplicados por los esbirros de Hussein eran más "civilizados" durante la década larga en que su régimen contó con el apoyo cómplice de las democracias occidentales. Por supuesto, tampoco se molestan en explicar si otras dictaduras que aún cuentan con el apoyo de Occidente (como la dictadura de Birmania, por ejemplo) emplean tal vez procedimientos mucho más "democráticos" para extraer información de los prisioneros políticos. !Pero qué indecencia!

[Sun Dec 1 12:34:55 CST 2002]

El diario local Star Tribune publicó hoy un breve artículo sobre las disputas internas dentro de las filas conservadoras acerca de la posible naturaleza belicista del Islam. De acuerdo a la nota, el Presidente Bush se ha visto criticado por hacer llamadas públicas a respetar el Islam como una "religión de paz". El periódico añade nombres y apellidos:

Calling Islam a peaceful religion "is an increasingly hard argument to make," said Kenneth Adelman, a former Reagan official who serves on the Pentagon's Defense Policy Board. "The more you examine the religion, the more militaristic it seems. After all, its founder, Mohammed, was a warrior, not a peace advocate like Jesus."
Un alto asesor del Pentágono (Eliot Cohen, quien trabaja para el Johns Hopkins School of Advanced International Studies) incluso compara la religión a otras ideologías totalitarias del siglo XX:
"The enemy has an ideology," Cohen wrote, "and an hour spent surfing the Web will give the average citizen at least the kind of insights that he or she might have found during World Wars II and III [a reference to the Cold War] by reading 'Mein Kampf' or the writings of Lenin, Stalin or Mao."

Yo, por mi parte, no puedo evitar la ambivalencia respecto a todo este asunto. Por un lado, entiendo perfectamente las críticas cuando todavía recuerdo las palabras de un primo mío converso al Islam. También él, al menos hace unos diez años, sostenía que el Islam era una religión "de guerra", en claro contraste con el "mensaje de amor" de Cristo. Según manifestó, Mahoma había actualizado el mensaje de Jesús para una era que requería más lucha que amor. Así que puedo ver perfectamente cómo es posible que este lenguaje militarista lleve a posiciones extremistas y violentas. No obstante, tampoco me queda duda de que mi primo se refería no tanto a un conflicto bélico como a una lucha espiritual o, en palabras mucho más cercanas a las que él pudo haber usado, a "una lucha espiritual dentro de nuestros corazones".